6 claves de la gestión de Kulfas: uno de los funcionarios que nunca funcionaron, según el kirchnerismo

Un libro que escribió al fin de las tres primeras gestiones kirchneristas lo marcó de entrada como un enemigo de las huestes de la vicepresidente

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De entrada, Kulfas fue uno
De entrada, Kulfas fue uno de los funcionarios más cuestionados por el kirchnerismo

Matías Kulfas fue uno de los apuntados por Cristina Kirchner desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández, quien hoy le pidió la renuncia en medio de una interna dentro del Gobierno que no hace más que crecer.

Sus posturas poco agresivas y su mayor disposición al diálogo contrastaron de inmediato con el estilo de dirigentes kirchneristas. Además, cometió el “pecado capital” de haber escrito el libro “Los tres kirchnerismos”, un repaso de los doce años y medio de gestiones K hasta 2015, recorrido en el que fue del elogio a la gestión económica de Néstor Kirchner, con sus superávit fiscal y comercial, a la crítica de vicios que se fueron acumulando, como la adulteración de las estadísticas del Indec y la deriva que fue tiñendo de rojo las cuentas internas y externas.

Kulfas fue gerente general del Banco Central y también director del Banco Nación, además de su trabajo en el sector privado como consultor. Fue parte del Grupo Callao, que debe su nombre a la ubicación del estudio de abogado de Fernández, ubicado sobre esa avenida. De allí salió buena parte del gabinete inicial del Presidente.

1 - Su estilo

Ya en el Gobierno, la insistencia kulfiana en que la inflación es “fundamentalmente, una cuestión macroeconómica” tampoco debe haber gustado mucho entre los partidarios de la vicepresidente, un bloque convencido de que los precios se imponen por prepotencia política y que fijar valores “máximos”, “cuidados” o algún adjetivo similar, es más expeditivo y eficiente, aunque la historia demuestre lo contrario.

2 - “Funcionarios que no funcionan”

Cuando, en una carta que publicó en su cuenta de Facebook , la vicepresidente criticó a los “funcionarios que no funcionan” y luego los invitó, en un acto en el Estadio Único de La Plata, a que si no les daba el cuero “vayan a buscarse otro laburo” , todos sabían que Kulfas estaba nominado, junto a otros miembros del gabinete de cuño “albertista”, como el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Claudio Moroni, y el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz.

3 - Cambios en Comercio

Tras la derrota electoral oficialista en las PASO a ese grupo de cuestionados se sumó el ministro de Economía, Martín Guzmán. De inmediato se produjo el arribo de Roberto Feletti en lugar de Paula Español a la secretaría de Comercio, dependiente entonces del ministerio de Desarrollo Productivo. Fue otro avance sobre territorio de quien hasta hace poco se negaba a suscribir la afirmación de que el aumento de la inflación se debe a “la concentración y los formadores de precios”. Si fuera así, replicó en una entrevista radial, habría inflación en todos los países del mundo, aunque sí es cierto, concedió, que en río revuelto los actores más poderosos del mercado aventajan al resto.

Kulfas y Feletti, buena relación
Kulfas y Feletti, buena relación en las formas pero no en los conceptos

4 - El libro y la reunión de la discordia

El fuego sobre Kulfas tuvo un nuevo capítulo en una presentación de Cristina Kirchner en el Chaco, en la que mencionó una reunión que tuvo con un economista que había presentado un plan para la secretaría de Comercio Interior —Hernán Lechter—, pero que el jefe del área –esto es, Kulfas- había desestimado la iniciativa asegurándole que él iba a mantener con las empresas y los empresarios una política de diálogo y no de confrontación.

Además, Cristina volvió a mencionar en esa oportunidad que habían escrito un libro contra ella, aunque sin nombrarlo expresamente y hasta se jactó de su generosidad por haberle permitido al presidente Fernández designar al equipo económico.

Kulfas igual decidió responder. “No es un libro en conta de nadie. Lo escribí en 2015 y se publicó en 2016. Es un libro que buscó hacer un balance de los tres gobiernos kirchneristas saliendo de la polarización. Analiza ese período histórico no en clave de impugnación o como una visión apologética. Es un libro que hace un balance positivo y señala limitaciones o críticas pero de ninguna manera es en contra de alguien”, dijo en declaraciones a Radio Con Vos.

Respecto de la reunión con Lechter, impulsado por Cristina para ser secretario de Comercio Interior, Kulfas confirmó que se habían reunido en noviembre de 2019, a pocos días del cambio de Gobierno. “Me dijo que tenia un plan pero ya teníamos definido que la secretaria de Comercio iba a ser Paula Español; le propuse sumarse al requipo de Paula, pero él no aceptó. La frase no existió. Yo nunca dije que no íbamos a confrontar y que queríamos solamente dialogar. No hablamos de cómo iba a ser la gestión desde Comercio Interior desde el momento en que teníamos otros planes en curso”, recordó.

5 - Sin Comercio y la salida de Feletti

Además, Kulfas fue dejando pedazos de su cartera por el camino. De entrada, chocó con el entonces secretario de Energía, Sergio Lanziani, que dependía del ministerio de Desarrollo Productivo. La cuestión se saldó con la eyección de Lanziani y la designación en su reemplazo del neuquino Norman Darío Martínez, pero Energía pasó entonces a depender de Economía, bajo la égida de Guzmán.

Otro retazo se le fue hace poco, con la renuncia de Feletti, pero no por Feletti, con quien mantenía una buena relación en las formas pero no en los conceptos, sino porque la secretaría pasó a depender también de Guzmán. que designó allí un alfil suyo, Guillermo Hang.

Antes aún, Feletti y el kirchnerismo no habían digerido que Kulfas “pisara” la designación de Débora Giorgi como subsecretaria, hasta provocar su “renuncia” a un cargo que finalmente no llegó a detentar.

Demasiado diálogo con los empresarios,
Demasiado diálogo con los empresarios, una de las críticas K a Kulfas

Además, tampoco había caído bien que Kulfas desautorizara a Feletti después de que este hablara públicamente sobre aumento de retenciones. Demasiados entripados pendientes.

6 - Otros enemigos K

Kulfas fue incluso víctima de ataques directos y personalizados de Juan Grabois, muy ligado al kirchnerismo, que se refirió despectivamente a lo que llamó “los Kulfas de la vida” y más recientemente afirmó que al plan “Argentina 2030″, pergeñado en Desarrollo Productivo, “le sobra media Argentina”.

Cuando la derrota oficialista en las PASO 2021 Kulfas fue también apuntado por el exvicepresidente y condenado por corrupción Amado Boudou, quien señaló que su gestión había ido en sentido contrario a lo que le señalaba Alberto Fernández.

Kulfas no se quedó callado. Apenas tuvo un micrófono delante respondió que le hubiera encantado contar con la situación macroeconómica que tenía la Argentina cuando Boudou era ministro de Economía. “Tenemos que tener en cuenta la situación en la que Argentina se encuentra. A mí me encantaría contar con la situación macroeconómica que tenía la Argentina cuando Amado Boudou fue ministro de Economía, que había claramente una situación fiscal, externa y de reservas en el Banco Central”, apuntó a la radio AM 750.

“Hoy la realidad lamentablemente es distinta, porque pasó (el ex presidente Mauricio) Macri y pasó la pandemia”, reflexionó quien permanentemente buscaba un inútil punto de contención y escudo en la común crítica al macrismo.

En definitiva, Kulfas nunca creyó, a diferencia del kirchnerismo, que la inflación se deba al nivel de concentración en algunos mercados. La atribuye más bien a las variables macro y a la disponibilidad de dólares. Ni cree que primero haya que redistribuir y luego crecer, sino que la prioridad es hacer crecer el PBI antes de distribuir. Esa “Tercera Posición” en el debate económico oficialista hizo que el kirchnerismo lo viera “más desarrollista que peronista” y lo arrojara a un incómodo limbo.

“Demasiado concesivo hacia el sector privado, poco distribucionista”, son palabras envenenadas viniendo del kirchnerismo. Y ni hablar si, en respuesta a un off quien arremete es nada menos que Cristina Kirchner.

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