Fue una rueda movida. Los inversores se están deshaciendo de los bonos en pesos de más largo plazo porque temen al reperfilamiento. La confianza se extiende hasta enero próximo. A partir de febrero, las Lecer del Tesoro están rindiendo positivo lo que significa que sus precios están en baja por temor a que haya un canje compulsivo de estos bonos.
Nicolás Rivas, trader de Buenos Aires Valores SA, señaló que “en los fondos hay mucha oferta de las Letras que indexan por CER. El miércoles se fueron de los fondos $ 4.000 millones. Los clientes prefieren instrumentos corporativos (bonos de empresas) en pesos porque los ven como mejor refugio de valor”.
La licitación de la semana pasada fue un ejemplo de este escenario. El Tesoro recaudó menos de lo que esperaba porque el mercado solo quería bonos de corto plazo. “El Tesoro pudo renovar los vencimientos, pero no en las proporciones que necesita para evitar la emisión monetaria acordada con el FMI. Acá va a haber un incumplimiento por parte de la Argentina y buscará un waiver (perdón), algo que el mercado preveía”, agregó Rivas.
Lo cierto es que el mercado olvidó al dólar por un momento y se dedicó a reacomodar su cartera en pesos lo que provocó la baja de 0,88% del Bonte 2023 (TX23) que ajusta por el CER. A medida que avanzaban los plazos de vencimiento aumentaba la caída. El Bonte que vence en 2026 perdió 3% y el 2028, 4,43%.
Esta desconfianza se insinuaba en los vencimientos a partir de 2024, pero ahora el mercado le retiró la confianza al Gobierno y su horizonte de seguridad lo redujo a enero próximo. De hecho, la LECER que vence en agosto de 2023 subió 0,36%.
Con las Letras de Descuento que pagan tasa fija y son de corto plazo, también tuvieron subas de alrededor de 0,40%. Los rendimientos que tienen los bonos en CER más largos son extravagantes y suman una sobretasa de 4% por encima de la inflación esperada.
Los bonos en dólares vivieron otro escenario. Los que vencen en 2030 con legislación extranjera subieron hasta 1,80% como fue el caso del Bono Global 2029. Los bonos globales que vencen en 2035 y 2038 tuvieron alzas de hasta 0,40%. Esto hizo que el riesgo país bajara 16 unidades (-0,8%) a1.896 puntos básicos y pudiera perforar el fatídico piso de los 1.800 puntos.
Los títulos con los que se operan los dólares financieros, el AL30 (-0,31%) y el GD30 (+0,30%) influyeron para que baje el precio de las divisas. El dólar MEP perdió nada menos que $1,69 (-0,8%) a $206,87 y el contado con liquidación, $1,58 (-0,7%) a $209,36.
El dólar “blue” se mantuvo sin cambios en $206 y el dólar solidario o tarjeta se sigue escapando y cotizó a $207,82. En la plaza mayorista, el dólar aumentó 14 centavos a $120,47. El Banco Central pudo comprar USD 10 millones e incrementó sus reservas en USD 32 millones a 41.603 millones.
A la suba de las reservas contribuyó que el dólar bajó 0,75% ante las 6 principales divisas del mundo, lo que fortaleció la posición argentina en euros, libra esterlina y yenes. También ayudo la leve suba del yuan de 0,03%. Como la Argentina tiene 52% de las reservas en esa moneda, cualquier alza por insignificante que sea tiene una ponderación importante.
La Bolsa a duras penas se acopló al rebote de Nueva York donde sobresalieron las acciones tecnológicas; el índice Nasdaq aumentó 2,69%. Con negocios por $833 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, tuvo un alza de 0,09%, un alza decepcionante después de 4 ruedas de pérdidas.
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda más destacada por la suba de 9,8% de MercadoLibre que acompañó el movimiento de las acciones de nuevas tecnologías de Estados Unidos.
Para hoy se espera que siga el reacomodamiento de la cartera en pesos. El ministro de Economía, Martín Guzmán, no imaginó este brusco cambio de escenario que lo obligará a replantear su estrategia para financiar al Tesoro porque corre el riesgo de tener que pedir sucesivos waiver al FMI porque lo que no capte en las licitaciones lo deberá reemplazar con emisión y tiene por delante vencimientos por casi $600.000 millones este mes y todos en bonos ajustables por inflación.
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