Con un perfil más bajo que su antecesor en el cargo, Roberto Feletti, el nuevo secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, tuvo ya sus primeros contactos con el sector privado para perfilar la continuidad de la agenda de ese área, a la que el ministro de Economía Martín Guzmán reserva la misión de implementar una suerte de “ancla” de expectativas de algunos precios clave en la economía, entre ellos los que integran la canasta básica.
Recién llegado al cargo, Hang todavía divide su tiempo de gestión entre los últimos asuntos del directorio del Banco Central -estuvo involucrado, por ejemplo, en el diseño del nuevo esquema de flexibilización de los controles cambiarios para las inversiones del sector energético- y el trabajo que sobrevendrá cuando termine de acomodarse a su nuevo sillón.
Parte de esa adaptación a la Secretaría de Comercio Interior tiene lugar con reuniones con su amigo y ahora jefe Martín Guzmán, con reuniones periódicas para definir una agenda de control y coordinación de precios tal como imagina el titular del Palacio de Hacienda. Este lunes los dos funcionarios estuvieron reunidos en el quinto piso del Ministerio de Economía para poner en común los próximos pasos de Comercio Interior.
Recién llegado al cargo, Hang todavía divide su tiempo de gestión entre los últimos asuntos del directorio del Banco Central y el trabajo que sobrevendrá cuando termine de acomodarse a su nuevo sillón
En términos prácticos, las líneas generales de la gestión de Hang tendrán algunas continuidades respecto a la que llevaba adelante Feletti. El primer asunto que abordó el ex director del Banco Central en sus primeras horas como secretario fue la marcha de dos fideicomisos que el Gobierno busca que actúen como amortiguador de incrementos de precios internacionales, que tienen un impacto en los valores locales de los alimentos.
En ese sentido, las primeras reuniones de Hang fueron con el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, y con el titular de Ciara (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y CEC (Centro Exportador de Cereales), Gustavo Idígoras. Con ellos revisó el funcionamiento de los fideicomisos de trigo y de aceite, según aseguraron fuentes de la industria. Los dos tienen como meta “desacoplar” los precios internacionales de las commodities a los valores que paga el consumidor.
El más antiguo es el fondo fiduciario del aceite, que fue creado en 2021 y, en febrero, extendido un año más. La mecánica implica que los agroexportadores (nucleados en Ciara) realizan un aporte a este fideicomiso para abaratar el precio de los aceites en el mercado interno. El año pasado, se estima, representó un fondeo desde la industria de 190 millones de dólares que se repartieron entre los productores de aceite para el consumo local. Incluso hubo casos, según especificó Ciara, de empresas que se “auto subsidiaron”, ya que al mismo tiempo que exportan granos, también elaboran aceites.
El más reciente es el fondo estabilizador del trigo, que el Poder Ejecutivo creó con el incremento de las retenciones a derivados de la soja para subsidiar a la industria alimenticia y permitir una retracción de precios hasta niveles previos a la escalada de precios que tuvo lugar por la guerra en Ucrania. Se trata de un fondo de aproximadamente 350 millones de dólares financiado por el reajuste de derechos de exportación de harina y aceite de soja, una medida que tomó el Poder Ejecutivo cuando las commodities registraron un salto a nivel global en el marco de la tensión bélica en el este europeo.
La medida tuvo una demora considerable para su implementación bajo la órbita de Roberto Feletti. Hasta la fecha, pocos molinos decidieron ingresar en ese programa para contar con el subsidio oficial y vender así la harina a precio más bajo para las fábricas de farináceos. Hang tendrá como una de sus primeras misiones ajustar el funcionamiento de ese fondo fiduciario, con el que el Gobierno pretendía bajar los precios de una serie de productos al nivel que tenían antes de la guerra.
El primer asunto que abordó el ex director del Banco Central en sus primeras horas como secretario fue la marcha de dos fideicomisos que el Gobierno busca que actúen como amortiguador de incrementos de precios internacionales, que tienen un impacto en los valores locales de los alimentos
Para más adelante quedarán las primeras reuniones mano a mano con empresas de consumo masivo para perfilar cómo será el nuevo Precios Cuidados. Consultadas por Infobae, algunas de las compañías del sector habitué en las reuniones con Comercio Interior aseguraron que todavía no tienen en agenda encuentros particulares con Hang y que esperan ser convocadas en los próximos días. El diagnóstico de Guzmán sobre Precios Cuidados es que acumuló un atraso con relación a los productos que están fuera de ese programa que le quita poder de fuego como “ancla” para el consumidor.
La próxima etapa de Precios Cuidados debería comenzar el 7 de julio próximo, pero algunos ejecutivos del área creen que las conversaciones con Comercio Interior podrían iniciarse más cerca en el tiempo para reajustar esa “brecha” que el ministro de Economía detectó entre los bienes incluidos en el programa y los que están por fuera.
Hang deberá, mientras termina de completar su desembarco desde el Banco Central, armar su propio gabinete. Junto con Feletti renunciaron los dos funcionarios más importantes que tenía Comercio Interior para llevar adelante las conversaciones técnicas y negociaciones con las empresas: Liliana Schwindt, subsecretaría de Acciones para la Defensa de los Consumidores, y Antonio Mezmezian, en la Subsecretaría de Políticas para el Mercado Interno.
Según explicaron fuentes oficiales, muchos de los funcionarios que trabajaron bajo el ala de Feletti ya ocupaban esos lugares durante la gestión de Paula Español, la primera secretaria de Comercio Interior, por lo que especulaban que podrían continuar con Guillermo Hang y Guzmán ahora al mando.
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