Planean flexibilizar el cepo para personas que exportan servicios al exterior: cómo será el esquema para los freelancers

El Banco Central a formalizar a los exportadores de servicios, como los profesionales de IT, que venden su trabajo fuera del país y entran las divisas en negro a través de billeteras digitales o criptomonedas. También quiere crear beneficios para empresas de la economía del conocimiento

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La pandemia impulsó el trabajo
La pandemia impulsó el trabajo independiente de programadores, consultores y otros profesionales que prefieren cobrar en dólares sin pasar por el sistema financiero argentino. EFE/SASCHA STEINBACH/Archivo

El Banco Central (BCRA) trabaja en la flexibilización de las normas cambiarias para los exportadores de servicios. Permitirá a particulares que venden servicios al exterior por bajos montos, típicamente programadores y otros perfiles de IT que trabajan para el exterior sin relación de dependencia, puedan cobrar en dólares sin verse obligados a liquidar sus divisas en el mercado formal, como tienen que hacer las empresas y exportadores de bienes. El régimen en el que está abocado el titular de la entidad, Miguel Pesce, también contempla mejoras para las empresas que exportan servicios de manera registrada, con la posibilidad de acceder a dólares a tipo de cambio oficial en caso de que incrementen sus ventas al exterior.

El desdoblamiento cambiario y la digitalización que aceleró la pandemia hace que los profesionales que trabajan para clientes en el exterior prefieran la informalidad a tener que pesificar los pagos que perciben. Las billeteras digitales, los innumerables recursos financieros y el desarrollo del mercado cripto permiten hoy a, por ejemeplo, un programador vender su trabajo a un cliente en cualquier parte del mundo y cobrarlo sin que la AFIP ni el Banco Central se enteren. Consultoría, redacción free-lance y otros servicios en la Web también siguen la misma modalidad.

La tecnología está disponible y los incentivos van en esa dirección: si el exportador de servicios informal cobrara en su cuenta bancaria, se vería obligado a vender cada dólar que percibe a menos de $120 por unidad en su banco. En cambio, en el mercado cripto o en las cuevas, puede obtener más de $200 por cada uno.

El desdoblamiento cambiario y la digitalización que aceleró la pandemia hace que los profesionales que trabajan para clientes en el exterior prefieran la informalidad a tener que pesificar los pagos que perciben

El plan de Pesce, confirmaron fuentes del Banco Central a Infobae, busca poder regularizar a esa clase de trabajadores cuya cantidad se disparó durante la pandemia. Es aceptar una característica idiosincrática del sector, según adelantaron fuentes del organismo a Ámbito Financiero.

El esquema buscará dar libre movimiento a personas físicas que mueven montos pequeños. La idea es poner un tope a lo que se puede cobrar dentro de este set de normas diferencial, y podría estar en unos USD 1.000 mensuales. Un monto pequeño si se tiene en cuenta que, de acuerdo al tipo de servicio que preste cada uno. Los profesionales de sistemas, por caso, pueden facturar mucho más que eso cada mes.

La ventaja de poder cobrar directamente en dólares es que, a la hora de necesitar afrontar gastos, podrían retirarlos físicamente o pasarlos a pesos a través de tipos de cambio paralelos en blanco como el dólar MEP que se opera en la Bolsa y que hoy pagaba más de $208 por billete verde. Claro que, a diferencia del freelancer informal, sus ingresos terminarían pagando impuestos.

Miguel Pesce, presidente del Banco
Miguel Pesce, presidente del Banco Central

El esquema no es un proyecto nuevo del banco, pero generaba resistencias en la industria de la economía del conocimiento dado que esa forma de trabajo a distancia informal compite con el sector en la búsqueda de empleados.

Beneficios para empresas del sector

Por lo tanto, así como busca blanquear a una práctica que no puede frenar, la autoridad monetaria también quiere tener en cuenta a las empresas radicadas en el país que operan en forma regular y que se llevan la peor parte de las trabas cambiarias. Al exportar, una empresa de la economía del conocimiento también se ve forzada a liquidar las divisas que cobra al exterior al tipo de cambio oficial.

En este caso, los beneficios serían la posibilidad de acceder al mercado de cambios formal para comprar montos de dólares limitados. El límite sería una porción de las exportaciones incrementales que generen, por encima de lo que vendieron al exterior en períodos anteriores. Es, en ese sentido, algo similar a lo que se les concedió a las petroleras y productoras de gas que podrán acceder al mercado de cambios por hasta el 20% o el 30% de las exportaciones extra que concreten. La intención es que eso funcione como un incentivo a exportar más, pudiendo aprovechar parte de ese plus. Y que el acceso a divisas, por ejemplo, les permita tentar a los profesionales locales que hoy prefieren trabajar por su cuenta y de manera informal para el exterior.

Los cambios, aseguran en el Banco Central, están prácticamente terminados. Este jueves el directorio del organismo tendrá su reunión semanal y la normativa necesaria podría ser publicada tan pronto como ese día. Aunque algunos detalles de la redacción podrían postergar la reglamentación para el jueves de la semana siguiente.

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