En medio de un clima político inestable y a días de que se conozca el valor inflacionario correspondiente al mes de mayo, el cual se estima que superará el 5%, el Gobierno decidió volver a postergar la actualización de los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Así lo decidió a través del Decreto 285/2022 publicado este martes en el Boletín Oficial.
A través de su artículo 1°, la medida establece que los incrementos en los montos de impuesto surtirán efecto recién a partir del 1° de septiembre de 2022, inclusive. De esta manera, se busca evitar aumentos en la nafta, lo cual podría repercutir en la inflación y por consecuencia en el precio del transporte público, un aspecto que pone al oficialismo en la mira de la sociedad y lo deja mal parado de cara a las elecciones de 2023.
En su considerando, la resolución aclara que los montos fijos en pesos se establecen por unidades de medida para determinar el impuesto sobre los combustibles líquidos y la renta sobre el dióxido de carbono, respectivamente. Para hacer este cálculo se aclara que se realiza sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que suministre el Instituto Nacional de estadísticas y Censos (INDEC).
Según indica la resolución, los montos fijos deben actualizarse en el primer, segundo, tercer y cuarto trimestre calendario. Sin embargo, a pesar de esto, desde finales de la administración de Mauricio Macri y en varias oportunidades durante la gestión de Alberto Fernández al frente del Poder Ejecutivo, las subas se fueron trasladando hacia adelante para evitar aumentos en las estaciones de servicio.
La medida, que lleva las firmas del jefe de Gabinete, Juan Luis Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, toma relevancia luego del último incremento que realizó YPF a principios de mayo. En aquella oportunidad, la petrolera había seguido los pasos de las empresas Axion y Raízen, cadenas de estaciones Shell. Las subas eran del 9% en promedio.
Según detallaba la compañía en un comunicado, la justificación para el incremento de los valores, en aquella oportunidad, se debía al sostenido aumento de los precios internacionales de los combustibles.
Por otra parte, en algunas regiones del país la problemática no solo pasa por el precio del combustible, sino también por los faltantes. Conseguir gasoil se volvió una tarea difícil en siete provincias del país que registran suministro “muy bajo o nulo”. Las áreas con números en rojo en las estaciones de servicio son: Jujuy, Salta, Formosa, Tucumán, Misiones, Corrientes, Entre Ríos.
Se trata de un relevamiento realizado por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas. El 31% de los encuestados dijo haber esperado entre 6 y 12 horas para poder cargar combustible.
Es grave el panorama que se vive en el norte del país como consecuencia del faltante de gasoil, en pleno momento de la cosecha de granos gruesos y de algunas economías regionales, como es el caso de los cítricos y la caña de azúcar.
Por otro lado, en Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Mendoza, Buenos Aires y CABA, son zonas que se encuentran en color naranja donde se vende en promedio 20 litros por unidad. La otra parte de la encuesta reflejó que aquellas provincias que se encuentran en amarillo, se cargan entre 21 y 50 litros por unidad, y entre 51 y 100 litros. Las mismas son: Catamarca, La Rioja y San Luis, en el primer subgrupo, y La Pampa, en el segundo. Por último, en las provincias del Sur, que aparecen en verde, no surgieron problemas de faltante.
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