En los próximos días comenzará un ida y vuelta entre el Gobierno nacional y la industria para definir algún plan de contingencia para el invierno: a pesar del optimismo oficial, en el sector privado trabajan con la idea de que podría haber faltantes de energía para asegurar la demanda de energía de las fábricas.
Según pudo saber Infobae en base a fuentes del sector privado y en despachos oficiales, la semana que viene podría haber un primer contacto, a semanas del comienzo del invierno, para conformar una mesa técnica entre la Unión Industrial Argentina y la Secretaría de Energía. Sería el primer encuentro entre las partes a poco más de un mes después de que el Poder Ejecutivo intentara llevar tranquilidad a los industriales sobre la disponibilidad de gas en los meses más fríos.
Se trataría, así, del inicio de las conversaciones formales, las cuales continuarían en las semanas siguientes, según se había acordado en una primera instancia. Los dirigentes fabriles consultados por este medio reclamaban acelerar los tiempos para poder empezar a delinear un plan precautorio en caso de faltantes.
Los dirigentes fabriles reclamaban acelerar los tiempos para poder empezar a delinear un plan precautorio en caso de faltantes
“Ellos son muy optimistas, pero nosotros trabajamos con un horizonte de faltantes”, se sinceró ante Infobae un directivo industrial. Es una hipótesis que ya figuraba en los planes de la Unión Industrial desde hace meses, cuando el conflicto bélico en Europa del Este encareció el abastecimiento de gas importado y puso en tensión la capacidad del Estado de poder cumplir con esa demanda en los meses más fríos.
“Lo único que esperamos es poder tener un programa para evaluar dónde se puede frenar la producción, en qué sectores, dónde es más viable”, explicó una fuente del sector privado. En el Poder Ejecutivo, por su parte, cambiaron de diagnóstico en las últimas semanas. Hasta hace poco tiempo, en algunos despachos oficiales de política económica admitían una situación difícil de abastecimiento para el invierno, con eventuales faltantes.
Esa visión mutó tras una serie de gestiones bilaterales para conseguir un suministro mayor, que requirió un acuerdo particular con Bolivia para contar con más gas producido en ese país y otro con Brasil para proveer a la Argentina con un abastecimiento mayor de energía hidroeléctrica al tendido nacional, lo que permitiría liberar el uso de gas para priorizarlo a la producción y la calefacción de hogares.
En una primera reunión con la UIA, el secretario de Energía Darío Martínez les manifestó a los líderes de la central fabril en un encuentro del que también participaron ejecutivos del sector energético, el optimismo que predomina en el Gobierno por el nivel de abastecimiento que conseguirá el Poder Ejecutivo en los meses de mayor demanda.
La reunión estuvo encabezada por el secretario de Energía y por el presidente de la entidad fabril Daniel Funes de Rioja. “La complejidad del escenario internacional para el abastecimiento del sector productivo, la conformación de una mesa de trabajo público-privada y los desafíos de la matriz energética argentina fueron algunos de los temas abordados esta mañana”, explicó la Unión Industrial en un comunicado.
Hasta hace poco tiempo, en algunos despachos oficiales de política económica admitían una situación difícil de abastecimiento para el invierno, con eventuales faltantes, eso ahora cambió
“Durante el encuentro se establecieron los principales lineamientos de una mesa de trabajo conjunta para el seguimiento de la agenda de los próximos meses”, explicaron. Fuentes fabriles afirmaron a Infobae que los funcionarios del área “expresaron optimismo e intentaron traer tranquilidad” sobre la posibilidad de escasez de energía para los meses de invierno.
“La mesa de trabajo público-privada tendrá entre sus objetivos morigerar el impacto del contexto internacional -incertidumbre por el conflicto bélico en Ucrania e incremento de los precios internacionales de la energía- y las expectativas de bajas temperaturas previstas para este invierno. De la reunión participaron también representantes de las empresas productoras de gas y energía que junto al secretario enumeraron los avances en inversiones en obras para la provisión de gas a corto y mediano plazo”, explicaron oficialmente desde la UIA.
“Finalmente, se realizó un relevamiento del estado de la oferta y demanda industrial y las partes se comprometieron a continuar el diálogo y compartir información a fin de garantizar la continuidad del ciclo productivo ante contingencias energéticas, contemplando la situación de los distintos sectores y regiones”, concluyeron en ese momento.
El punto de partida sería, entonces, en los próximos días. La dificultad que tendrá el Gobierno para conseguir el abastecimiento se puede poner en números, que son mucho más altos que los del año pasado en comparación. “Estamos tranquilos pero salió caro”, se sinceraba en las últimas horas un funcionario del equipo económico en las últimas horas.
Según un informe de Ieral, de la Fundación Mediterránea, en el primer cuatrimestre del año, en base a datos oficiales, para el rubro energía y combustibles las importaciones subieron 195% interanual. “Con el dato de abril, la balanza comercial energética acumula un déficit de USD 453 millones en el primer cuatrimestre, explicado por importaciones en combustibles de USD 3.040 millones y exportaciones por USD 2.587 millones. En el primer cuatrimestre de 2021, el sector energético había registrado superávit de USD 156 millones”, explicó ese centro de estudios.
Las importaciones de energía aumentaron 195% y la balanza comercial energética acumula un déficit de USD 453 millones en el primer cuatrimestre, explicado por importaciones en combustibles de USD 3.040 millones
El Gobierno lleva comprados más de 30 cargamentos de GNL para el invierno en distintas licitaciones que llevó adelante en las últimas semanas, con un costo considerablemente mayor al de 2021, cuando pudo conseguir 57 barcos a unos USD 1.100 millones como costo total, a razón en promedio de USD 8 por millón de BTU. En compras anteriores el Poder Ejecutivo tuvo que convalidar precios de hasta 40 dólares, aunque en operaciones más recientes lo hizo en un rango de entre 20 y 25 dólares.
Hay razones para pensar, de todas formas, que ese tendencia de caída de los precios internacionales podría revertirse. Según un informe del estudio Montamat y Asociados, “desde fines de abril el precio internacional del GNL se vuelve a disparar en más de un 20% tras el corte de suministro por parte de Gazprom a Polonia y Bulgaria, países muy dependientes de este suministro desde Rusia, ante la negativa de esos países de realizar los pagos con Rublos, la moneda de Rusia. En consecuencia, la búsqueda de alternativas de suministro está haciendo subir los futuros, lo que afectará las compras que deba realizar la Argentina”.
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