Más problemas para el empleo: crecen las vacantes de puestos en blanco en empresas, en particular de profesionales

La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo detectó un apreciable aumento de la tasa de vacancia. Factores que lo explican y otros efectos

Guardar
Después de haber caído las posiciones laborales no cubiertas a niveles mínimos en 2020, desde marzo de 2021 se observa un sostenido crecimiento (EFE)
Después de haber caído las posiciones laborales no cubiertas a niveles mínimos en 2020, desde marzo de 2021 se observa un sostenido crecimiento (EFE)

La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo detectó en el relevamiento de marzo 2022 entre empresas privadas con más de 10 empleados en relación de dependencia que un 12,7% del total registraba puestos vacantes.

Se trata de un nivel usualmente elevado, habida cuenta de que el promedio de la serie oficial que comienza en febrero de 2005 hasta noviembre 2019, previo al cambio de gobierno por el actual, es de 10,3%; apenas una décima de puntos porcentual menos de la que se registró durante los 4 años de presidencia de Mauricio Macri.

En marzo 2022, un 12,7% de las entre empresas privadas con más de 10 empleados en relación de dependencia registraba puestos vacantes

La suba de la tasa de empleos caídos no cubiertos en las empresas registradas en el Sistema Integrado Previsional Argentino contrasta no sólo con la proporción mínima observada en los primeros dos meses del inicio de la crisis sanitaria de Covid-19, cuando había descendido a menos de 3%, sino también con el promedio de 8,1% de la dotación de personal asalariado desde el comienzo de la presidencia de Alberto Fernández.

Semejante recorte de la nómina de personal en el sector privado asalariado registrado se verificó en un período en el que la tasa de búsqueda de trabajadores no fue el factor desequilibrante. Según la EIL, mientras que en el primer trimestre de 2022 la proporción de empresas que presupuestó ampliar la dotación disminuyó de 6,4% del total a 4,3%, la tasa de vacancia se elevó en 2,1% de los empleadores. Esa brecha de 4,2 puntos porcentuales de los casos se amplió a 4,4%, cuando se comparan la variación de esos dos indicadores en un año.

Falta de incentivos para la inversión productiva y el empleo

De lo anterior surge una elevada capacidad ociosa en ese segmento del mercado laboral, tras la baja de la nómina en esa franja formalizada en poco más de 215.000 trabajadores entre el último dato del corriente año y el máximo anotado por el Sistema Integrado Privado Argentino (SIPA) en marzo de 2018, y aumentar en apenas 74.000 en 28 meses (a un ritmo de apenas de 2.650 por mes, cuando sólo por el crecimiento vegetativo interanual de la población que arrojó el Censo 2022 exigiría incorporar una media de 6.100 personas por mes, o 170.000 desde el inicio del Gobierno del Frente de Todos hasta marzo último).

Persiste una brecha negativa de poco más de 215.000 trabajadores privados asalariados en blancos entre el último dato a marzo y el máximo anotado por el SIPA cuatro años antes

Al parecer, el factor determinante de la creciente capacidad ociosa que acusa el mercado de trabajo registrado se explica por la falta de incentivos de la política económica a la inversión productiva y consecuente generación de empleos. Por el contrario, la desalienta con la creciente presión fiscal en los tres órdenes de gobierno: nacional, provincial y municipal; los controles de precios; el cierre de los mercados externos, con cupos a las exportaciones y restricciones al acceso de las empresas al aún denominado por el Banco Central de la República Argentina Mercado Único y Libre de Cambios -pese a que rige desde el inicio de la presidencia del Frente de Todos de un régimen de cambios múltiples- para comprar los dólares que requieren para el pago de importaciones de insumos y bienes de capitales imprescindibles para el proceso productivo; las prohibiciones y limitaciones a las decisiones de despidos sin causa, sin contemplar la norma el posible fracaso de un negocio, o pérdida de mercado por las restricciones impuestas por el poder político.

De ahí que cuando se analizan algunos de los segmentos más afectados por el aumento de la tasa de vacancia de puestos laborales en las empresas del sector privado a partir de los datos que aporta la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo, surge un marcado incremento en la franja de los trabajadores calificados como “profesionales”, desde un mínimo del 13,6% en diciembre 2021 a 17,8% en el sondeo de campo de marzo último.

Se trata de una proporción que supera en 4,7 puntos porcentuales a la observada en el promedio de la serie histórica previa al actual gobierno (febrero 2005 a noviembre 2019), en 2,2 pp a la que se midió bajo la presidencia de Mauricio Macri.

Ese fenómeno explicaría el creciente éxodo de jóvenes altamente calificados al exterior, tanto a países limítrofes, como a Europa y los EEUU en busca de las oportunidades laborales que no le ofrece el país.

La proporción de vacancia de puestos profesionales subió en 4,7 puntos porcentuales respecto del promedio histórico, a 17,8% del total

Otro efecto no menor del desaliento a la creación de empleos asalariados privados en el conjunto de empresas productoras de bienes y servicios es el sostenido crecimiento entre la todavía pobre tasa neta de aumento de las incorporaciones de los puestos de trabajo -1,6% del total- la participación de los puestos a plazo fijo -contratados- en detrimento de las clásicas por tiempo indeterminado.

Las altas con duración preacordada entre empleador y trabajador pasaron de representar 14,5% entre agosto de 2001 y noviembre de 2015, a 23,7% del total en marzo último

Según la EIL, las altas con duración preacordada entre empleador y trabajador pasaron de representar 14,5% entre agosto de 2001 y noviembre de 2015, a 21% en el promedio del gobierno de Cambiemos; y 24,9% en el Frente de Todos. Había alcanzado marcas máximas superiores a 30% en el último trimestre de 2021, descendió bruscamente en enero siguiente a 17,6% del total, pero luego volvió a subir violentamente: 20,2% en febrero y 23,7% en marzo último.

Cambios en las causas de desvinculaciones del personal

Asimismo, la persistencia de prohibiciones a los despidos sin causa, como ineficaz política de protección del empleo, porque el resultado neto fue el efecto desaliento a las búsquedas de trabajadores en relación de dependencia en la formalidad y el notable aumento de los puestos no registrados, fue que la cartera laboral que dirige Claudio Moroni detectó una notable baja de las cesantías por parte de los empleados.

Ante la prohibición de despidos, bajaron las cesantías y aumentaron las renuncias de personal

Por el contrario, desde enero 2020 comenzó a moverse a una tasa muy superior a la media histórica las renuncias voluntarias, incompatibles con un mercado de trabajo chato, al menos para las posiciones en relación de dependencia en el ámbito privado.

El cuadro parece que no cambiará en el corto y mediano plazo. Según se desprende de los sondeos mensuales de opinión del Ministerio de Trabajo, como del Indec -en ese caso exclusivamente a empleadores de la industria manufacturera, como de la construcción-, la mayor parte de las empresas mantienen una notable cautela a la hora de responder a la pregunta si prevé incorporaciones netas de personal en el próximo trimestre, pese al optimismo que mantiene el equipo económico en que se sostendrá la actividad agregada en la senda de la reactivación, tras el rebote que acuso en 2021, luego de la violenta depresión que provocó en 2020 las exageradas medidas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio del Covid-19, porque no se advierten cambios claros y generalizados en la política oficial que llevó a un notable crecimiento de las condiciones de contratación laboral.

Para peor, el cuadro se tornó más incierto con la apreciable aceleración de la tasa de inflación desde el inicio del corriente año, porque afectó la capacidad de planificación económico-financiera de las empresas, en particular de las pequeñas y medianas.

Frente a ese cuadro cada vez más jóvenes profesionales toman la decisión de emigrar y de participar en las búsquedas de talentos argentinos por parte de empresas extranjeras y de embajadas.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar