El Gobierno oficializó la flexibilización del cepo cambiario para las empresas que inviertan en petróleo y gas

La medida fue publicada en el Boletín Oficial y permitirá que compañías que aumenten su producción cuenten con divisas de libre disponibilidad. De ese modo busca incrementar la producción y captar inversiones

Se publicó el decreto que flexibiliza el cepo cambiario para empresas hidrocarburíferas

Este sábado se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 277/2022 donde el Gobierno Nacional confirmó la flexibilización del cepo al dólar para las empresas productoras de petróleo y gas. El mismo entrará en vigencia en 30 días y el incentivo busca incrementar tanto las inversiones como la producción en el país.

El pasado martes, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán adelantaron la decisión de impulsar el Régimen de Acceso a Divisas para Producción Incremental de Hidrocarburos frente a empresarios del sector. Ahora, se formalizó la medida que establece un nuevo esquema de controles cambiarios para empresas del sector energético.

La flexibilización del cepo garantiza a las empresas la libre disponibilidad de dólares si logran aumentar la producción de petróleo en un 20% o un incremento del 30% en proyectos vinculados al gas natural en todas las cuencas de Argentina y en comparación con los valores correspondientes al 2021.

De esa manera, quienes logren dichos objetivos podrán contar con libre disponibilidad de divisas para girar al exterior o pagar deudas. Este viernes, la medida quedó oficializada por medio del decreto 277/2022 publicada en el Boletín Oficial, donde se determinó la creación de un Régimen Acceso a Divisas para la Producción incremental de Petróleo (RADPIP), un Régimen Acceso a Divisas para la Producción incremental de Gas Natural (RADPIGN) y un un Régimen de Promoción del Empleo, el Trabajo y del Desarrollo de Proveedores Regionales y Nacionales de la Industria Hidrocarburífera (RPEPNIH).

La medida busca incentivar las inversiones e incrementar la producción

En cuanto a los incentivos, el decreto aclara en su Capítulo 2 artículo 6 que “se define como Volumen de Producción Incremental Beneficiado (VPIB) al 20% de la producción incremental trimestral” de crudo. A su vez, en el artículo 15 detalla que el Volumen de Inyección Incremental Beneficiado (VIIB) será del 30% de la producción de gas natural.

Para ambos casos, se detalla que habrá porcentajes adicionales “para aquellos beneficiarios que, en el año anterior, hayan podido contrarrestar el declino técnico”. El adicional también será aplicado por la cobertura del mercado interno, incremento en la producción en pozos de baja productividad, y contratación de empresas locales de servicios especiales.

El Gobierno especificó la importancia de flexibilizar el cepo para empresas que invierten en gas y petróleo dado que “el desarrollo del sector hidrocarburífero argentino resulta de crucial importancia para el desarrollo macroeconómico del país, estableciendo las bases de un crecimiento sostenible e inclusivo, de carácter federal, que garantice una expansión secular del empleo, la producción y las exportaciones”, indica en los considerandos del decreto.

Al respecto, se planteó que la Argentina presenta “un déficit persistente en la balanza comercial energética, donde las importaciones de gas y de gasoil explican mayormente la canasta importadora de nuestro sector energético”. Por tal motivo, en el Boletín Oficial se consideró necesario “ocuparse activamente de esta problemática en nuestra matriz energética” la cual también se ve impactada por el contexto económico global.

Frente a dicho contexto, el gobierno destacó la necesidad de “desarrollar activa y aceleradamente las capacidades productivas del sector hidrocarburífero se vuelve aún más relevante, a los efectos de minimizar el impacto del contexto internacional sobre los precios de los hidrocarburos y, con ello, sobre la balanza comercial y las finanzas públicas de la República Argentina”.

Por tal motivo, se planteó que es “fundamental la creación de diversos instrumentos que posibiliten enfrentar la crisis energética global, explotando las oportunidades de desarrollo que se derivan de contar con la segunda mayor reserva de shale-gas y la cuarta de shale-oil del mundo”. En base a dicho contexto, el Gobierno estima que tanto el desarrollo del sector hidrocarburífero en todas las cuencas del país como así también la cadena de valor involucrada en el proceso “deben desarrollarse bajo las premisas de garantías en la explotación y la utilización racional de los recursos, para lograr tanto el autoabastecimiento del mercado interno como la progresiva sustitución de importaciones de gas natural y combustibles, conjugándolo con la generación de saldos exportables”.

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