En las próximas horas el Gobierno dejará formalizado el comienzo de regulaciones cambiarias más flexibles para las empresas de energía que consigan incrementar entre 20 y 30 por ciento su nivel de producción y les ofrecerá como “zanahoria”, poder contar con la libre disponibilidad para el uso de una parte de los dólares que eso implique.
El “cepo light” del que podrán hacer uso las compañías del sector exigirá, como primer paso, que inviertan capital para poder aumentar la capacidad productiva de sus proyectos en marcha o de proyectos nuevos. En caso de que eso suceda, según se trata de explotaciones de petróleo o de gas natural, las firmas tendrán derecho a un monto a determinar de divisas si lograran mejorar entre 20 o 30 por ciento la generación, de acuerdo a cada proyecto.
La lógica que persigue la medida oficial es conseguir un incremento de la producción de energía tal que permita abastecer la demanda interna y poder utilizar la nueva capacidad de transporte que dará al sistema el gasoducto Néstor Kirchner que el Gobierno planifica tener en operación a mediados de 2023, lo que también implicaría además un ahorro de divisas por la sustitución de importaciones de energía.
De todas formas, la disponibilidad de divisas no será total: habrá una parte que quedará para el Banco Central con el objetivo de acumular reservas, que leen en el Poder Ejecutivo, es una de las condiciones centrales para eliminar “climas devaluatorios” o expectativas de inflación al alza. Es, además, aunque un poco más cerca en el tiempo, una de las metas exigibles del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El “cepo light” del que podrán hacer uso las compañías del sector exigirá, como primer paso, que inviertan capital para poder aumentar la capacidad productiva de sus proyectos en marcha o de proyectos nuevos
Según explicaron fuentes oficiales, en términos generales, considerando el régimen especial para petróleo y el de gas natural que creará el decreto que se conocerá en las próximas horas, dos tercios de los dólares de exportaciones incrementales quedarán para reforzar el colchón de divisas del BCRA y el tercio restante será para las compañías.
No será necesario que las empresas efectivamente exporten ese incremental de producción para tener derecho a las divisas de libre disponibilidad: solo con conseguir superar los umbrales establecidos en la norma, podrán ir al BCRA a pedir los dólares a precio de exportación, con el descuento de retenciones correspondiente.
Las empresas que sí exporten, de todas formas, deberán liquidar esos dólares antes de contar con la libre disponibilidad, que principalmente les servirá para pagar deudas o girar utilidades al exterior. No estarán incluidos los pagos de importaciones, para lo cual la entidad monetaria considera que tiene su propio esquema, separado del marco normativo nuevo para el sector energético.
La norma establecerá una línea de producción base y lo que exceda a esa línea pasará a formar parte de la producción incremental. En el decreto se definirá como producción (inyección en el caso del gas) incremental de petróleo o gas natural a la diferencia entre la producción efectiva de los últimos 12 meses y la Línea Base definida como el volumen obtenido por cada empresa en 2021.
Luego, se establece como Volumen de Producción Incremental Beneficiado (VPIB) y Volumen de Inyección Incremental Beneficiado (VIIB) al 20% de la producción incremental de crudo y al 30% de la producción de gas natural que haya obtenido cada beneficiario.
El esquema cambiario para el sector premiará con porcentajes adicionales de disponibilidad de divisas para las empresas en caso de que inviertan en proyectos de hidrocarburos convencionales, cuyo aumento de productividad es por definición más caro, o en cuentas en zonas marginales para evitar una concentración geográfica de los nuevos proyectos potenciales que nazcan o que se fortalezcan con una inyección de capital..
Según explicaron fuentes oficiales, dos tercios de los dólares de exportaciones incrementales quedarán para reforzar el colchón de divisas del BCRA y el tercio restante será para las compañías
El acceso a divisas podrá ser destinado al pago de capital e intereses de pasivos comerciales o financieros con el exterior, incluyendo pasivos con empresas vinculadas no residentes, utilidades y dividendos o prepatriación de inversiones directas de no residentes.
Las primeras estimaciones que hace el Gobierno incluyen un potencial de inversiones en el sector energético que llegaría a los USD 40.000 millones en los próximos cinco años. Según estimaciones de fuentes oficiales, esa dinamización de las inversiones para Vaca Muerta y otras cuencas hidrocarburíferas comenzaría este mismo año, con un saldo que calculan cercano a los USD 5.000 millones, de los que la mayor parte corresponde a YPF y el resto a compañías enteramente privadas.
La secuencia que esperan en el Poder Ejecutivo es de un crecimiento paulatino de las inversiones anuales, para que en 2026 alcancen los USD 9.000 millones por año. Es una proyección que calza con otra de las estimaciones que hacen en los despachos oficiales: que en los próximos cinco años las exportaciones incrementales de hidrocarburos orillarán los USD 18.000 millones.
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