En un contexto de precios fuera de control y trabas cambiarias los ahorristas tienen muy pocas alternativas para tratar de proteger el valor de sus ahorros en pesos. Por eso, y a pesar de que todavía no es una herramienta muy extendida, los ahorristas cada vez más recurren al único depósito bancario que blinda contra la inflación. Y que, al menos mientras siga la estabilidad de los dólares paralelos, también resulta en una ganancia medida en dólares.
Se trata de los depósitos indexados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), el índice creado durante la presidencia de Mauricio Macri para impulsar créditos hipotecarios atados a la inflación. Aunque los créditos tuvieron más repercusión, por la masiva colocación antes de la crisis de 2018 y las posteriores quejas de sus tomadores luego de la disparada del nivel general de precios, la otra pata del sistema son los depósitos. Si los bancos iban a dar préstamos atados a la inflación, de la misma forma tenían que poder tomar depósitos indexados por la misma variable.
Los plazos fijos UVA se mantienen como una porción menor de los depósitos del sector privado. Al 19 de mayo, último dato oficial, había $299.248 millones colocados en esa clase de vehículos en los bancos argentinos. Es el 6,4% de los depósitos a plazo del sistema, con el otro 93,6% orientado a los plazos fijos tradicionales, más que nada a 30 días.
La preferencia de los ahorristas y empresas por los depósitos tradicionales a plazo se explica por dos variables. Por un lado, ante el corte en los préstamos UVA los bancos dejaron de estar interesados en impulsar las colocaciones de fondos atados a ese índice dado que el único sentido de tomarlos es tener a quién prestarlos.
Pero además hay una dificultad por el lado de la preferencia de los propios ahorristas. El depósito UVA tiene un plazo mínimo de colocación de 90 días, para un público acostumbrado a los 30 días. Existe, si, una opción precancelable que permite retirar anticipadamente el dinero a partir del día 30, en caso de necesidad. Pero al hacerlo el ahorrista renuncia a la cobertura por inflación y recibe un rendimiento del 43% anual aplicado a la cantidad de días que duró el depósito. Es una opción de emergencia cuyo rendimiento es mucho menor al de esperar los tres meses mínimos y cobrar por el ajuste del índice según el avance de los precios más una tasa que puede llegar al 1%.
Más allá de las dificultades que tiene para generalizarse, el plazo UVA crece a toda velocidad. Aunque, claro, desde niveles bajos. Si se toma la cantidad de dinero medida en pesos corrientes que están depositados hoy con ajuste UVA y se la compara con un año atrás se ve un crecimiento del 129%.
Dadas las expectativas de inflación para los próximos tres meses, quien depositara $100.000 en un plazo fijo UVA hoy retiraría dentro de 90 días $111.912,45, es decir un rendimiento del 11,91 por ciento
Ahora, si se mide el capital colocado en plazos fijos indexados en UVA’s se ve que el crecimiento en un año es de casi el 30% en términos reales. Esto es, el crecimiento teniendo en cuenta la inflación.
Es una verdadera disparada que responde a la aceleración de la inflación de los últimos meses. Un sorpresivo 4,7% en febrero sólo anticipó lo peor. En marzo, el Índice de Precios al Consumidor marcó 6,7% y la desaceleración en abril fue magra: un 6,0% en el mes.
Así, la cobertura contra inflación pasó a ser más demandada. Y los números parecen darle la razón a los que optaron por tomarlas. Ya que si bien no están pagando tanto más que un depósito tradicional a tasa, en caso de un nuevo salto de la inflación sus rendimientos se verían agrandados.
Así, dadas las expectativas de inflación para los próximos tres meses, quien depositara $100.000 en un plazo fijo UVA hoy retiraría dentro de 90 días $111.912,45, es decir un rendimiento del 11,91% durante los 3 meses de plazo. La cifra incluye como supuesto que el banco en el que se deposita ofrece una tasa anual del 1% sobre UVA.
Para comparar con un plazo fijo tradicional, mientras tanto, es necesario tomar un período de tres meses que sea equivalente al tiempo de colocación mínimo que exige el depósito indexado. En ese sentido, un capital inicial debería ser reinvertido dos veces más a los 30 y a los 60 días. Como así también los intereses que se van obteniendo en cada período.
De esa manera, quien depositara hoy $100.000 en un plazo fijo tradicional a la tasa vigente del 46% nominal anual, para renovarlos dos veces hasta cumplir los 90 días, contaría al final de $111.776,70.
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