Martín Guzmán tardó seis semanas en concretar la advertencia que lanzó en público cuando volvieron los rumores de su salida del gabinete de Alberto Fernández. “Seguiremos con aquellos que estén alineados con el plan económico”, había disparado el 11 de abril pasado, una declaración que precedió a una salva de metralla desde el kirchnerismo en los días siguientes. Este lunes dio un primer paso en esa dirección y tras quedarse con el control de la Secretaría de Comercio Interior, consiguió poner en ese sillón a un alfil propio en lugar del renunciante Roberto Feletti.
La relación entre el ministro de Economía y el ahora ex secretario siempre fue tildado en los dos lados como cordial más allá de una serie de diferencias de visión de política económica. Feletti eligió hacer pública esa cuña, algo que le valió hasta horas antes de su salida del gabinete, broncas manifiestas por parte de funcionarios de más alto rango, que le reclamaban su “falta de incumbencia” al hablar de un tema como las retenciones.
Los derechos de exportación son un tema con una sensibilidad política especial. Cada movimiento de retenciones fue tomada por el Gobierno con el termómetro en la mano para medir la magnitud del impacto en la relación con un sector como el agroexportador. Y también fue una cuestión que dividió aguas en el Frente de Todos. Feletti fue el vocero del sector de la coalición que promovió un incremento impositivo para trigo, girasol y maíz.
“Seguiremos con aquellos que estén alineados con el plan económico”, había disparado Guzmán el 11 de abril pasado, una declaración que precedió a una salva de metralla desde el kirchnerismo en los días siguientes
Guzmán y su par de Agricultura, Julián Domínguez, plantearon su negativa, en principio escudados bajo la palabra presidencial. Pero el propio Alberto Fernández, ahora, volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de reajustar retenciones para desacoplar precios internos y externos.
Las diferencias entre Guzmán y Feletti sobre este tema fueran las más ruidosas, aunque cerca de Guzmán aseguran que con el correr de las semanas el ahora ex secretario de Comercio Interior aceptó que quedó en offside al opinar de un tema fuera de su área y prometió no generar más ruido al respecto. Los dos funcionarios engarzaron distintas reuniones en las últimas semanas, algunas sin alto perfil y bajo el radar. Guzmán le dio la derecha a Feletti en la idea de mantener programas de controles de precios que funcionen como ancla en las góndolas, e incluso defendió esa idea ante el FMI.
Pero algunas cuestiones del funcionamiento de este tipo de esquemas, principalmente una brecha cada vez más alta entre los precios incluidos en esa canasta y los que están afuera preocupaba al ministro, porque en el equipo económico consideran que de esa forma los programas de este tipo pierden eficacia y no terminan funcionando como referencia.
“Yo nunca tuve problemas con Feletti cuando habla de políticas de precios, yo tengo problemas cuando se pone a hablar de cosas que están por fuera de su área”, le recriminaba hace algunos días en una reunión privada un alto funcionario del equipo económico que tenía relación permanente con el ahora ex secretario de Comercio Interior.
Hasta la semana pasada, en que habían tenido un encuentro cara a cara antes del feriado por el censo nacional, Feletti tenía todo para seguir en su puesto: el aval de Guzmán, su propia voluntad de continuar y el respaldo presidencial. La presentación de su renuncia este lunes sorprendió a la plana mayor del equipo económico y cerca del ministro creen que Feletti se vio forzado a pedir su salida por una decisión política desde una esfera más alta. En concreto, de una orden de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Cerca de Feletti no confirman esa versión, pero creen que el saliente funcionario consideraba que las ideas que planteaba en la mesa económica no eran tenidas en cuenta. Su carta fue con palabras menos duras de lo que se podría esperar para un funcionario con fuertes diferencias con la política económica. De hecho, Feletti dijo en su mensaje de renuncia que “urge implementar una mayor coordinación del gabinete económico”. Ya completada la salida, un punto de contacto entre los dos: ambos consideran que el objetivo más importante de todos los que tiene el acuerdo con el FMI es acumular reservas, que es la única forma, aseguran, de desactivar expectativas de aceleración inflacionaria y de devaluación.
La presentación de su renuncia este lunes sorprendió a la plana mayor del equipo económico y cerca del ministro creen que Feletti se vio forzado a pedir su salida por una decisión política de Cristina Kirchner
Otra lectura que se abre es que el kirchnerismo, que tenía en Comercio Interior un área de interés (primero con Paula Español entre diciembre de 2019 y octubre pasado y luego con Feletti), decidió dar un paso al costado y dejarle a Guzmán la responsabilidad total de la cuestión de los precios. Tanto la política fiscal, como la monetaria y la de coordinación de precios quedó completamente en el continente del Ministerio de Economía. Solo las tasas de interés y la acumulación de reservas quedaron en el BCRA.
Con la llegada de Guillermo Hang desde el directorio del Banco Central, la secretaría de Comercio Interior no solo cambia de perfil sino que además el ministro Guzmán solidifica un núcleo de funcionarios alrededor suyo, en un contexto en que los apoyos políticos fuertes a lo largo de la coalición no soy precisamente muy numerosos, especialmente desde el kirchnerismo y el massismo.
Hang, al igual que Fernando Morra -secretario de Política Económica y viceministro de Economía- tiene como punto de contacto con Guzmán el alma mater: los tres son egresados de la Universidad de La Plata. También tenían ese origen académico Diego Bastourre y Rafael Brigo, de los tres secretarios de Finanzas que pasaron por el gabinete del Palacio de Hacienda y el subsecretario de Financiamiento y hombre de Guzmán ante el mercado local, Ramiro Tosi.
El plantel “guzmanista” se completa con Santiago López Osornio, como subsecretario de Planeamiento Estratégico en un reducto difícil para el ministro como es la Secretaría de Energía y Demián Tupac Panigo, en YPF. Panigo también forma parte del scrum de funcionarios egresados de la universidad platense, como el secretario de Política Tributaria Roberto Arias y la secretaria de Legal y Técnica Rita Tanuz. Sin formar parte del gabinete del Palacio de Hacienda, Sergio Chodos fue la mano derecha de Guzmán en los dos años de renegociación de la deuda y en las últimas semanas un dirigente que lo cobijó durante el viaje del ministro a Brasil y luego en otras apariciones públicas fue el embajador argentino en Brasilia Daniel Scioli.
La Secretaría de Energía es, precisamente, el área bajo conducción de Guzmán en que aún hay díscolos. Principalmente el subsecretario de Energía Federico Basualdo, un funcionario al que el ministro ya trató de desplazar hace poco más de un año, cuestionó recientemente el plan de aumento de tarifas que el Gobierno acordó con el FMI y que empezó a levantar el perfil público en las últimas semanas, con actos incluso con el secretario Darío Martínez y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Con la llegada de Guillermo Hang, Guzmán solidifica un núcleo de funcionarios alrededor suyo, en un contexto en que los apoyos políticos fuertes a lo largo de la coalición no soy precisamente muy numerosos, especialmente desde el kirchnerismo y el massismo
El traspaso de Comercio Interior a la órbita de Guzmán fue bien recibida, en una primera aproximación, por algunos empresarios que tenían contacto permanente con Feletti en esa secretaría. Uno de ellos, del sector de consumo masivo, consideró “razonable” que el ministro acapare las terminales de decisión de política económica, entre ellas las de controles de precios.
“Es un cambio razonable que esté en Economía para conectar la macro con la micro”, afirmaron desde una alimenticia. Aún faltan varias semanas para que comience la discusión sobre la próxima etapa de Precios Cuidados, el programa decano de valores regulados en las góndolas. La actualización debería tener lugar el 7 de julio próximo, aunque algunos ejecutivos ya anticipan que podría haber reuniones más cerca en el tiempo para tratar de cerrar la brecha entre los bienes incluidos en esa canasta y los que están afuera.
El fideicomiso estabilizador del trigo también aparece en la agenda del nuevo secretario Hang. La iniciativa, que se financia con el aumento de retenciones para aceite y harina de soja, y que tiene como función retrotraer precios de la harina para la fabricación de algunos alimentos, tuvo un comienzo muy lento y solamente un puñado de molinos aceptaron ingresar en ese subsidio.
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