La salida del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, no generó demasiado entusiasmo entre los economistas más allá del tajante fracaso de la política de control de precios del área que conducía el funcionario kirchnerista.
“Se guzmaniza la gestión, pero no era mala la relación con Feletti”, señalaron desde el Palacio de Hacienda.
Los expertos consultados por Infobae coincidieron en señalar que la inflación seguirá acelerándose, más allá de quien ocupe este cargo, por el complejo escenario local y las derivaciones del profundo conflicto bélico en Europa.
De este modo, más allá de sus posiciones ideológicas, los economistas entienden que la falta de coherencia en el gobierno en materia de lucha contra la inflación solo puede derivar en un escenario de elevado conflicto social, con una inflación que no bajará del 70% este año.
Más allá del espectro ideológico que ocupan, los analistas afirmaron que no ven voluntad política para pagar los costos, políticos y económicos, de utilizar herramientas más profundas, ya sea una suba de las retenciones desde la heterodoxia o un aumento profundo de las tasas de interés desde la ortodoxia.
“Al menos Roberto tuvo la coherencia de irse por no estar de acuerdo con el rumbo”, señaló un importante referente económico del oficialismo que no comulga con las ideas económicas de Feletti y que prevé que la inflación será del 67% este año.
Sebastian Menescaldi, director Eco Go, señaló que “la salida de Feletti responde a la necesidad de un cambio en la óptica de la regulación y acompañamiento de los precios, que desde marzo pasado vienen desalineados”.
“El actual marco, con canastas de precios cuidados y fideicomisos no mostraron ser efectivos y desde octubre los precios de los alimentos acumularon una suba de 46,3% versus una suba de 38% de los precios promedio de la economía”, indicó.
Dado el ingreso de un economista cercano a Guzmán, como Guillermo Hang, Menescaldi dijo que “la consecuencia va a ser que a partir de ahora gran parte de la política de precios va a estar coordinada por el ministro, siendo a partir de ahora el responsable, para bien o para mal, de los precios de la economía (junto al Banco Central que está completamente corrido)”.
“La ventaja sería una centralización en la coordinación de los precios de la economía, que hoy dependía de diversas autoridades y se podían descoordinar. Ello también implica una unificación en la mirada de la explicación de la suba de los precios, que puede mejorar los mecanismos de transmisión”, señaló Menescaldi.
“Habrá que ver si lo pueden llevar a la práctica y con qué herramientas, anclas y credibilidad cuentan para poder lograrlo”, concluyó, antes de estimar que la inflación rondará el 70,4% este año.
El economista jefe de Econviews, Andrés Borenstein, señaló que “lo que me preocupa es que se crea que hace falta un secretario que se ocupe de los precios; si necesitamos a alguien que se ocupe los precios regulados, para eso están Enargas y el ENRE y la Secretaría de Transporte de la Ciudad, pero no de un secretario que se ocupe de precios”.
En tanto, Gabriel Caamaño de Ecoledesma señaló que “parece ser un capítulo más en la interna con el kirchnerismo despegándose de algo que ve como un fracaso de gestión y que pasará factura electoral”.
“Desde el punto de vista de la gestión, lo más relevante podría ser no profundizar ciertas cuestiones desde el Ejecutivo como las retenciones. Pero no mucho más: no hay credibilidad y no se ve ningún cambio de enfoque”, aclaró Caamaño.
“Observo una inflación dejando atrás el pico y buscando velocidad crucero entre 5% y 4% mensual. Que tan cerca de 4% y rápido dependerá de lo que haga el gobierno, al que en verdad no le veo mucha de capacidad de hacer demasiado. Esto significa un IPC arriba del 70%, porque para que sea menor debería converger rápido al 4% mensual”, precisó.
“Con dos meses de 5% (mayo y junio) y un segundo semestre de 4% promedio, estás arriba de 70%; la discusión es ya que hacemos para que sea 70% o algo menos y no más”, aclaró Caamaño.
Por su parte, Luis Secco consideró que “es increíble que el mismo día que renuncia el secretario de Comercio el presidente haya pedido lo mismo que pedía Feletti: el aumento de las retenciones”.
“Cambiar nombres sin tener en claro el rumbo no abre mejores expectativas ni da para pensar que el presidente ahora sí va a hacer lo que hay que hacer o que puede ser más austero, que es la clave de todo este problema: el aumento del gasto”, señaló.
“No hay más razones ahora que antes para ser optimistas; el rol de un secretario de comercio interior en un proceso de aceleración inflacionaria es menor mientras no se controlen en forma adecuada la cuestión monetaria y fiscal”, advirtió Secco.
En tanto, Federico Furiase afirmó: “Más allá de que Guzmán tenga más control, esta renuncia no cambia los problemas fundamentales en términos de inercia inflacionaria, anclas monetarias débiles y las dudas del cumplimiento con el FMI: todo eso sigue igual”.
La posición del kirchnerismo duro
Desde otra perspectiva, la economista Fernanda Vallejos expresó: “Como argentina, no quiero dejar de saludar al compañero @RobertoFeletti, quien desempeñó con honestidad y coherencia el cargo de Secretario de Comercio que, ahora, está dejando. Lamentablemente, nunca estuvieron en sus manos las herramientas que Argentina necesita con urgencia”.
“La escalada de precios internacionales de los alimentos e insumos críticos, que comenzó a fines de 2020, en la salida de la pandemia, y se ha agudizado fuertemente a partir del conflicto geopolítico entre la OTAN y la Federación de Rusia, en Ucrania, trae hambre a nuestro pueblo”, indicó Vallejos.
“El riesgo alimentario recorre el mundo. Los alimentos, en un escenario que asimilable al contexto de la 2da. Guerra Mundial, son una variable de disputa. Los países, según la idiosincrasia de sus gobiernos, adoptan medidas para asegurar el abastecimiento y los precios internos”, precisó.
“Lamento, también, que la dirigencia (gobierno, oposición, grandes empresarios) no tenga la capacidad de asegurar la paz social a nuestro pueblo y aprovechar, al mismo tiempo, las circunstancias, con mirada estratégica, como la tuvo -le pese a quien le pese- el Gral. Perón”, afirmó Vallejos.
“Alarma que los que tienen la panza llena no tengan la sensibilidad de ver la angustia de nuestro pueblo en un contexto donde es probable, además, que las condiciones sigan empeorando. La masa de salarios ya perdió 9 puntos sobre el ingreso nacional 2021/2016. ¿Cuánto más quieren?”, indicó.
“El mundo está en guerra. Necesitamos peronismo en serio. El de Perón, Néstor, Cristina. Proyecto de Nación, soberanía, independencia. Más que nunca, Tercera Posición. Nadie tiene el derecho de someter al pueblo argentino a la voluntad del capital de un imperio en decadencia”, concluyó Vallejos, dejando en claro que, más allá de la salida de Feletti, las disputas internas continuarán.
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