El Banco Central (BCRA) volvió a encender la “maquinita” para imprimir pesos y asistir al Tesoro para cubrir el déficit. Por tercera vez en mayo, la entidad que preside Miguel Pesce le transfirió fondos al Gobierno, esta vez unos $87.615 millones en concepto de Adelantos Transitorios, el pasado viernes 13.
En lo que va de 2022, la asistencia del BCRA al Tesoro suma $376.115 millones, equivalentes a unos USD 3.200 millones al tipo de cambio oficial o un 0,7% del PBI, cuando la meta del segundo trimestre tiene previsto no superar los $438.500 millones, lo que acota el margen que tiene el Gobierno recibir dinero de la entidad emisora por 58.000 millones de pesos.
“Con la emisión del BCRA al Tesoro del viernes pasado -$88.000 millones-, la meta con el FMI queda muy ajustada. Pueden emitir apenas $66.000 millones desde mediados de mayo hasta fines de junio. Las licitaciones de pesos deberán ser muy buenas para no incumplir la meta el segundo trimestre del año”, señaló Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria Consultores.
Mientras se acelera la inflación a la zona del 58% acumulado en doce meses y el Gobierno se prepara para “recalibrar” las metas establecidas en el el acuerdo con el Fondo Monetario, el regreso de la emisión monetaria como estrategia para equilibrar las cuentas públicas vuelve a atentar contra la estabilización de los precios en el futuro.
Dentro de los puntos que considera el entendimiento rubricado por el Directorio del FMI a fines de marzo está el de reducir la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro Nacional, con metas del 1% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2022; 0,6% en 2023 y 0% en 2024.
En ese sentido, el economista Diego Giacomini advirtió que en 2022 los giros de Adelantos Transitorios superaron, en términos nominales, a los efectuados en el mismo período de 2021.
Martín Redrado, director de la Fundación Capital, instó a “ir por las leyes que se necesitan hoy: una ley que marque un sendero para la política monetaria, una nueva ley del Banco Central que limite el monto de Adelantos Transitorios que le da el BCRA a la Tesorería”, así como “una ley de estabilización macroeconómica en materia fiscal que desindexe el gasto público”.
Los expertos de Portfolio Personal Inversiones aportaron que “a pesar de haberse conseguido financiamiento en el mercado doméstico, creemos que no será suficiente para evitar que antes del lunes 23, que es cuando se liquida la licitación de ayer, se confirme una nueva asistencia monetaria del BCRA al Tesoro. Para tener en cuenta, los depósitos del Gobierno en el Banco Central apenas sumaban $14.850 millones -excluyendo la tenencia de DEG del cálculo- al 13 de mayo, lo que es un monto verdaderamente bajo para asistir sus necesidades fiscales”.
“De convalidarse nuestra hipótesis, sería la cuarta vez que el BCRA le gira fondos frescos al fisco en mayo. Cabe recordar que, tras confirmarse un nuevo adelanto transitorio por $87.615 millones el 13/05, el financiamiento monetario bruto al Tesoro asciende a $174.115 millones en lo que va del mes, mientras que la asistencia monetaria neta se ubica en $270.345 millones. En tanto, en lo que va de 2022, el financiamiento bruto ya alcanza $376.115 millones y el neto $397.621 millones”, agregaron desde Portfolio Personal.
Más pesos y más inflación
La emisión monetaria del Central tiene incidencia directa en la aceleración de la inflación. Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital, indicó que “la principal razón del incremento del IPC corresponde a la monetización del déficit fiscal que sigue incrementando la base monetaria amplia. No solo la mayor oferta de dinero presiona, sino también la menor demanda de pesos. La velocidad en circulación aumenta progresivamente en línea con la caída de la demanda dinero. Claramente, los pesos duran poco tiempo en los bolsillos de la gente. La demanda de dinero depende de las expectativas inflacionarias y por lo tanto de las expectativas de emisión futura. El Gobierno no da señales de un plan económico que reduzca el déficit, y la tasa de interés negativa en términos reales complica aún más la situación”.
“La inflación no cede y sigue muy afectada por factores estacionales, la emisión reciente y la mayor velocidad de dinero. Si bien la general retrocedió (esperable), la núcleo tocó máximos lo que anticipa que todavía queda mucha inflación por delante y la incertidumbre se incrementa”, agregó Yatche.
El Banco Central dispuso la semana pasada elevar 200 puntos básicos la tasa de política monetaria, de 47% a 49% nominal anual. La nueva medida de la entidad monetaria a cargo de Miguel Ángel Pesce se dio a conocer luego de que se publicara el índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de abril, el cual fue de 6 por ciento.
La suba de la tasa de política monetaria, con la referencia de la Letras de Liquidez (Leliq) se transmite a todo el sistema financiero, ya sea para que los bancos remuneren mejor a sus depositantes o para todo el espectro del crédito. El objetivo del BCRA es el de premiar con mayores rendimientos a los actores del mercado para que no retiren sus pesos y así contribuir a ponerle un freno a la inflación, impulsada por el excedente de liquidez.
Una consecuencia de la suba de tasas es el del incremento de la masa de pesos que el BCRA debe destinar para pagar los vencimientos de sus propios títulos de deuda. Con un stock de pasivos remunerados por el BCRA que supera los $5,5 billones, la suba de tasas implicará un incremento de dicho stock de $3,4 billones en los próximos doce meses solo por la renovación de vencimientos.
Ese pago de intereses por las Leliq, los Pases pasivos y las Nobac (Notas del BCRA) es un monto comparable al de la Base Monetaria, es decir el dinero con el que funciona la economía, hoy del orden de los $3,7 billones, que está constituida por todo el dinero legal en circulación -billetes y monedas en poder del público- sumado a las reservas de los bancos comerciales en cuentas del BCRA.
De hecho, en lo que va de 2022 se observa que el principal factor de explicación de expansión de la Base Monetaria es la cuenta de intereses de esos instrumentos. Entre el 31 de diciembre y el 9 de mayo se pagaron unos $550.000 millones de intereses, que se absorbieron íntegramente con los mismos instrumentos del BCRA. El resto de los factores prácticamente se cancelaron entre ellos.
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