Tarifa de agua: en la audiencia la empresa pidió una suba de 32%, pero anticipó que requerirá más aumentos

La presidenta de Aysa, Malena Galmarini, comparó con las subas que se otorgaron a las empresas de energía que fueron superiores. La tarifa está congelada desde hace tres años

Malena Galmarini, presidenta de Aysa

En la audiencia pública por las aumentos en las tarifas del servicio de agua, la empresa Aysa solicitó un aumento de 20% a partir de julio y de 10% a partir de octubre —un 32% acumulado— pero remarcó que estos incrementos generarán apenas un incremento del 9% en los ingresos. Las tarifas permanecen congeladas desde hace tres años. En su presentación, la presidenta de la empresa estatal, Malena Galmarini, reclamó que las empresas de energía obtuvieron aumentos más altos (del 42,7% anual).

“Me animo a decir que el aumento del 32% es casi simbólico. Sobre todo tomando en cuenta los nuevos aumentos tarifarios de la energía, de la semana pasada. Parece que el valor de la energía es mucho más que el valor del agua. Quiero ser sincera, el 32% no alcanza. Durante los últimos tres años no habíamos tenido la posibilidad de audiencia pública, a pesar de las reiteradas oportunidades en que hicimos esta solicitud y entendiendo que los años de pandemia no eran los mejores”, dijo Malena Galmarini, durante la audiencia que se realizó de forma virtual.

Como ejemplo, la presidenta de la empresa, destacó que hoy la factura promedio de los usuarios de Aysa es de $485,15 mensual, lo que equivale a unos 24.000 litros de agua. Con ese mismo dinero, se pueden comprar apenas un 1,6 bidones de agua envasada (de 6 litros); o menos de tres botellas de gaseosa de primera marca, de 1,75 litros.

Me animo a decir que el aumento del 32% es casi simbólico. Sobre todo tomando en cuenta los nuevos aumentos tarifarios de la energía, de la semana pasada (Galmarini)

Según estimaciones de Aysa, si se aplica el aumento propuesto, la factura promedio para usuarios residenciales no medidos con los dos servicios (agua potable y cloacas) sería de $744,10 desde julio (sin impuestos incluidos) y de $818,60 desde octubre.

“Con este incremento solo estamos reduciendo la velocidad a la que se amplía la brecha entre lo que necesitamos para cubrir al menos la operación de la empresa y los recursos que ingresan por facturación. Con este aumento, el Estado Nacinonal no va a poner destinar los recursos que se destinan a la operación de Aysa hacia otras necesidades que tiene la Argentina”, agregó Galmarini. Y detalló que el aumento tarifario solo les va a permitir recaudar $3.300 millones más.

Sin incrementos en las tarifas, la empresa requiere más subsidios del Estado

La presidenta de la empresa, además, adelantó que una vez finalizada la audiencia, van a solicitar a las autoridades adherir a la segmentación propuesta por las autoridades del área de Energía —donde 10% de los usuarios de más ingresos pasarán a pagar la tarifa plena— o, en su defecto, confeccionar desde Aysa y las operadoras una segmentación particular.

En su presentación, que excedió largamente los 30 minutos previstos, Galmarini hizo un detallado repasado por todas las obras de infraestructura que realizó la empresa desde 2020 y los proyectos para los próximos años. Además, recordó que recibieron la compañía “casi quebrada”.

Uno de los costos que tuvo más incremento este año fue el gasto en energía, que se va a duplicar en comparación con el año pasado

“Encontramos la empresa quebrada, con tecnología obsoleta. Una situación muy difícil, faltaban herramientas, materiales, las deudas impagas eran de $97 millones en provincia de Buenos Aires; $285 millones en el gobierno de la Ciudad y $304 millones con el Gobierno nacional. Más de 100 obras de envergadura estaban paralizadas afectando a más de 700.000 habitantes”, repasó.

Y recordó que durante la gestión de Mauricio Macri se incorporaron a la empresa 9 municipios con un déficit en el servicio, un traspaso que se realizó sin los recursos.

Galmarini presentó una comparación entre los valores del agua de Aysa y las bebidas envasadas

Uno de los costos que tuvo más incremento este año fue el gasto en energía, que se va a duplicar en comparación con el año pasado (de $5.500 millones a $10.000 millones). Por eso, fuentes cercanas a la empresa aseguraron que ya evalúan pedir, más adelante, un nuevo aumento que se aplique luego de octubre.

También se contempla un aumento del presupuesto de la empresa destinado a la tarifa social que pasará de unos $792 millones a $1.052 millones, lo que permite subsidiar el acceso al servicio de unos 250.000 beneficiarios sobre un total de 3,2 millones.

En la agenda de temas de la empresa también está brindar facilidades a los usuarios para que puedan conectarse a la red, un servicio que hoy tiene un costo que va desde los $100.000 para la conexión de agua a los $200.000 para la conexión de cloacas. En los próximos días Aysa lanzará un programa junto a la Secretaría de Comercio para incorporar al programa de financiación en cuotas con tarjetas, Ahora 12, un kit básico de insumos para realizar la conexión al servicio y también mantener su precio durante tres meses.

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