El grupo financiero Goldman Sachs Inc. permitirá a su personal ejecutivo tomar un número ilimitado de días de vacaciones.
Se trata de la última medida de un banco de Wall Street para retener el talento en un mercado de trabajo caldeado, indicaron Bloomberg y Telegraph.
Los socios y directores generales del banco de inversión neoyorquino podrán tomarse tiempo libre cuando lo necesiten “sin un derecho fijo a días de vacaciones”, según una nota de la empresa vista por Bloomberg.
“Los empleados subalternos siguen teniendo un límite de vacaciones, pero se les concederán al menos dos días extra al año en virtud de la nueva política que se introdujo a principios de mes”, se indicó.
En este sentido, todos los empleados de Goldman deberán tomarse tres semanas de vacaciones al año a partir de 2023, según la nota. “Eso incluye al menos una semana de vacaciones consecutivas”.
“La nueva política de vacaciones llega más de un año después de que los analistas junior del banco se quejaran de las semanas de trabajo de 100 horas y del deterioro de la salud física y mental en condiciones “inhumanas”.
Esta situación, se indicó, “repercutió en todo Wall Street y las empresas se comprometieron a hacer más para mejorar el equilibrio entre la vida laboral y la personal”.
Al respecto, se indicó que “los banqueros de Goldman piden trabajar sólo 80 horas semanales en un golpe de efecto”.
En este sentido, “la política de vacaciones ilimitadas puede tener un impacto limitado en la práctica. Un estudio realizado en 2017 por la plataforma de RRHH Namely descubrió que los empleados de las firmas con vacaciones ilimitadas suelen acabar cogiendo menos días libres al año que con los sistemas tradicionales”.
Aun así, “es un movimiento llamativo en un momento en el que la competencia por retener a los empleados y atraer nuevos talentos se ha intensificado”.
“Las empresas, desde Wall Street hasta Silicon Valley, están lidiando con el renovado interés por la conciliación de la vida laboral y familiar, a la vez que tratan de revertir las políticas laborales aplicadas durante la pandemia de Covid-19″, precisó.
Cabe recordar que, el mes pasado, “Goldman puso fin a los desayunos y almuerzos gratuitos en la oficina, una ventaja para atraer al personal al trabajo”.
El banco ha sido uno de los más agresivos entre las firmas financieras a la hora de impulsar la vuelta a la oficina luego de dos años de pandemia que afectaron la rutina en las empresas en todo el mundo.
Cabe recordar que tiempo atrás Goldman suprimió los almuerzos gratuitos y puso fin a la pandemia en la oficina.
Adiós a la oficina
En este contexto, días atrás, el CEO de Airbnb, Brian Chesky, afirmó que trabajar en la oficina ya es una reliquia del pasado.
En una entrevista para The Leadership Brief, Chesky, de 40 años, dijo que cree que la oficina es “una forma anacrónica” que corresponde a “una era pre-digital”.
Sus comentarios se produjeron después de que Airbnb anunciara a principios de este mes que dejará que los empleados trabajen a distancia para siempre sin un recorte salarial, citando la capacidad de ampliar su reserva de talento y señalando que la compañía tuvo su período de dos años más productivo mientras trabajaba a distancia.
“Creo que la oficina, tal y como la conocemos, se ha acabado”, dijo el ejecutivo a Time. “No podemos intentar aferrarnos a 2019 más que a 1950. Tenemos que avanzar”.
En este sentido, agregó: “Si la oficina no existiera, me gusta preguntar, ¿la inventaríamos? Y si lo inventáramos, ¿para qué se inventaría? Evidentemente, la gente va a seguir yendo a los hospitales a trabajar, va a seguir yendo a las cafeterías a trabajar, esos espacios tienen todo el sentido. Pero creo que para alguien cuyo trabajo es en un portátil, la pregunta es, bueno, ¿qué se supone que hace una oficina?”
Poco tiempo después de anunciar que Airbnb será totalmente remota, Chesky dijo que la página de contrataciones de la empresa recibió más de 800.000 visitas, según precisó Business Insider.
En enero, Chesky dijo que estaba “viviendo en Airbnb”, trabajando desde varias ciudades de Estados Unidos. En su entrevista con Time, reconoció que todavía habrá cierta necesidad de algunas oficinas, pero concluyó que “la oficina tiene que hacer algo que una casa no puede hacer”.
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