El Banco Central cortó su racha de fuertes compras. Ayer sólo pudo comprar USD 5 millones, ante la presión de los importadores que venían rezagados en las últimas jornadas. Será una constante en las próximas semanas: la disputa entre el BCRA y las empresas para conseguir las divisas que liquida el complejo cerealero en plena temporada alta para la venta de soja.
Se trata de un momento del año clave, porque a partir de julio baja drásticamente el ingreso de divisas y no levanta prácticamente hasta fines de noviembre, cuando empiezan a ingresar los dólares de la cosecha fina.
Para el equipo económico, que incluye también al Banco Central, se trata de un fuerte desafío y a la vez un dilema: cumplir con la exigencia del FMI respecto a la acumulación de reservas, pero al mismo tiempo aceitar el acceso de las empresas a los dólares necesarios para importar y afectar lo menos posible el proceso productivo.
En este bimestre (mayo-junio), el BCRA debería incorporar reservas netas por alrededor de USD 2.300 millones. En lo que va de mayo la cifra llega a USD 639 millones, por lo que el objetivo estaría medianamente encaminado, aunque aún queda un camino largo por delante. Para cumplir con lo exigido por el Fondo, aún resta comprar alrededor de USD 1.650 millones.
Si bien la cifra no parece imposible de cumplir ni mucho menos, el problema surge a partir de la demanda de dólares que existe en el mercado. Las empresas son las que más presionan para reducir lo mínimo las fricciones para su proceso productivo. Las quejas vinieron creciendo en los últimos meses, a pesar de que el volumen de importaciones subió a un récord superior a los USD 7.000 millones en marzo y la cifra se habría repetido en abril.
Sin embargo, los fuertes aumentos de costos de las materias primas y en la logística provocan que se requieran mayor cantidad de dólares para ingresar el mismo volumen que el año pasado. Esto choca con las reglas impuestas por el BCRA para controlar la demanda de divisas. Según dispuso el titular de la entidad, Miguel Pesce, las empresas sólo pueden demandar por el mercado oficial un 5% más de dólares que en el 2021, lo que resulta insuficiente para la mayoría ante la suba de costos internacionales.
Pero los importadores son sólo uno de los actores que presionan sobre el mercado cambiario oficial. En las próximas semanas se multiplicará la demanda de barcos para traer Gas Natural Licuado y asegurar energía para la industria.
Sin embargo, ante la proximidad del invierno, la estimación es que sólo se terminará comprando una fracción de lo que requiere la industria. Al menos hasta ahora el clima ayuda, teniendo en cuenta que en mayo el clima viene templado y reduce la demanda de gas al menos en los hogares.
Los precios de importar gas se multiplicaron por 4 o por 5 en medio de la invasión de Rusia a Ucrania. El impacto se da tanto en el frente fiscal como en el volumen de reservas, restando la capacidad de compras del propio BCRA y poniendo en riesgo la exigencia del FMI.
En plena temporada alta del ingreso de divisas por parte del complejo cereales, crecen las tensiones por asegurarse los dólares antes de mitad de año. Además de las exigencias del FMI para que el Central acumule, están las empresas, el turismo omisivo y asegurar el gas importado para la industria en invierno
Un informe elaborado por Equilibra estimó qué impacto tendría renegociar con el FMI la meta de acumulación de reservas para el 2022. Según lo acordado, el Banco Central debería acumular USD 5.800 millones de reservas netas a lo largo del año. Aunque no parece una cifra tan grande, al menos en los últimos años no fue posible lograrla.
Según las proyecciones de la consultora, si disminuyera en USD 2.000 millones esta exigencia, la economía podría crecer 1% adicional, ya que le permitiría mayor fluidez a la producción. Es posible, sin embargo, que esta negociación no se dé en la actual revisión, sino en la segunda mitad del año.
Pero además de las presiones de empresas, importadores y el gas, también aparece la demanda del turismo argentino que viaja al exterior y que gasta dólares vía tarjeta pero también compra de pasajes, alquiler de hoteles y paquetes. La balanza turística arrojó un rojo de USD 1.300 millones en el primer trimestre y agregaría un fuerte déficit anual, que por motivos de la pandemia no estuvo presente en los últimos dos años.
Mientras tanto, los dólares financieros se mantienen sin mayores cambios y se mantienen en los niveles de principios de 2022. Ayer el dólar libre subió levemente a $ 202, mientras que el dólar MEP y el contado con liquidación se mantuvo por debajo de los $ 210.
SEGUIR LEYENDO: