En un contexto de incertidumbre política que proviene desde la propia coalición de gobierno, el círculo rojo se reunió este lunes en la cena anual de la Fundación Libertad y manifestó su preocupación por el impacto de la disputa en el Frente de Todos en la actividad económica y en las expectativas a futuro. En general, sobrevuela una sensación de que no hay un debate de fondo sobre dos modelos en el oficialismo sino de prioridades de gestión, y que tampoco la oposición podría implementar un modelo distinto sin un acuerdo político amplio.
Hombres y mujeres de negocios, académicos, personalidades de la sociedad civil y dirigentes políticos, en su totalidad integrantes del amplio abanico de variantes de la oposición, se hicieron presentes este lunes por la tarde noche en un centro de convenciones porteño para el evento principal de Fundación Libertad, que contó con la presencia del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y del ex presidente Mauricio Macri, entre otros.
La reunión sirvió, como cada vez que se junta el empresariado en algún evento social como este, para una suerte de catarsis colectiva y, para los ejecutivos de algunos sectores, hasta algo más parecido a un grupo de autoayuda. No todos la pasan mal, pero hay una neblina de incertidumbre que los hace dudar sobre el futuro. “Acabo de hablar con amigos de sectores que están muy bien en este contexto de actividad económica, y aún así los vi pesimistas”, mencionaba ante Infobae el presidente de una de las cámaras empresarias que forma parte del G6.
Entre los presentes se vio a Cristino Rattazzi, Alejandro Roemmers –cuya nueva novela fue presentada ayer en la Feria del Libro por Vargas Llosa–, Federico Braun (Galicia y La Anónima), Alberto Grimoldi (Grimoldi), Pierpaolo Barbieri (Ualá), Alejandro Simón (Grupo Sancor Seguros), Guillermo Dietrich (Grupo Dietrich), Enrique Cristofani (Santander), Gabriel Martino (Clave), Eduardo Escasany (Galicia), Marcelo Girotti (BGH) y el emprendedor Mateo Salvatto, entre otros.
Por fuera del mundo empresario se destacó la presencia de Mirtha Legrand y Carolina “Pampita” Ardohain –quien acompañó a su marido, el legislador Roberto García Moritán– y también del ex bailarín Maximiliano Guerra. Dos que recibieron muchos saludos y pedidos de fotos: el escritor Federico Andahazi y el ex ministro de Hacienda de Cambiemos, Nicolás Dujovne, quien reapareció en este tipo de eventos.
“Acabo de hablar con amigos de sectores que están muy bien en este contexto de actividad económica, y aún así los vi pesimistas”
En el tope de la lista de las preocupaciones de los empresarios apareció, incluso más arriba que un tema urgente como la inflación, la pelea interna en el Frente de Todos, que tiene de un lado a los dirigentes que responden al presidente Alberto Fernández –entre ellos, los dos principales de política económica como Martín Guzmán y Matías Kulfas– y el sector que tiene terminal política a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Es, para los ejecutivos consultados por este medio, una fuente de incertidumbre que pone en pausa la planificación de negocios para el futuro. Eso sucede, aseguran, por que comienza a flotar una pregunta recurrente: ¿va a continuar este Gobierno por este rumbo económico o lo va a cambiar?
“Acá están todos sonriendo, pero si ‘rascás’ un poco hay mucho desánimo. Por eso, los que se sienten más cercanos a Cambiemos, muchos están hoy acá, tiene un poco más de esperanza”, destacó un conocido hombre de negocios minutos antes de que Horacio Rodríguez Larreta inaugurará el evento. “Hay que negociado para hacer, lo digo sin pruritos”, resumió el jefe de Gobierno porteño, hablando del armado para 2023, y se fue sin cenar al cumpleaños de su madre.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, mencionó ante Infobae que “el clima es de pesimismo frente al futuro y en gran medida está influenciado por las peleas políticas. En vez de dedicarse a pensar en la gente y en el desarrollo económico y social, piensan en peleas de poder y esto afecta seriamente a la economía”, dijo.
Weiss no cree que sea una discusión de modelos. “Es un debate principalmente de poder. Se habla de quién lo tiene, más allá de los modelos de uno y otro puedan o no ser parecidos. Creo que es una lucha por ver quién tiene el poder para hacer lo que quiera”, consideró.
Por su lado, el mandamás de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, aseguró que “la pelea intra Gobierno es tremendamente negativa, las señales son todas negativas. La economía se mueve por expectativas y tienen que ser positivas. Para eso tiene que haber confianza. Qué confianza puede haber si en el mismo frente que gobierna están en una pelea tremenda, jamás lo vi. Uno puede aceptar diferencias pero no de esta manera tan brutal, es tremendamente destructivo para el país”, apuntó en diálogo con este medio.
“No sé si es un debate de modelo o ideológico, no creo que haya un debate. Hay dos o tres grupos, que cada uno quiere imponer su mirada pero no ven lo que pasa con el resto del país. Todos los días estamos un poco peor. No creo que estén pensando en este momento en un modelo de país”, advirtió.
En tanto, Diana Mondino, economista de UCEMA, afirmó que “toda incertidumbre afecta negativamente a la economía”. “Acá tenemos la incertidumbre de cuál es el rumbo, de quién lo dirige y de cuándo creen que van a decidirlo. Eso afecta mucho la economía. Y en un contexto inflacionario, hay una mala asignación de recursos, no va nada a inversión y ahorro y todo al consumo”, consideró.
Además, dijo que desde ambos bandos “coinciden en que la economía debe ser fuertemente intervencionista, no es un debate de modelos. Sabemos que prefieren estar encerrados al mundo y estar con un sector exportador con serias dificultades”, concluyó.
Por su lado, Marcelo Elizondo, consultor y experto en comercio internacional, dijo a Infobae que “si no hay una consistencia política, programática, si no hay un liderazgo y una organización, las mejores ideas no funcionan. Un buen programa económico requiere liderazgo, apoyo y creatividad. Un buen programa en manos de alguien no creíble no funciona, aunque sea un buen plan”, explicó.
En ese sentido, dijo que “las internas que hay en el gobierno, que no son solo disputas por el poder sino también por la agenda (FMI sí o no, tarifas, instrumentos para atacar la inflación), si no se corrige eso falta lo básico: tener un programa y un equipo”, mencionó.
En tanto, aseguró que “no creo que haya dos modelos, sino que comparten una visión de economía nacionalista, con una altísima intervención del Estado, con una injerencia del sector público como motor, no veo una gran diferencia en términos de concepción, sí en los instrumentos y prioridades”, apuntó Elizondo.
Respecto a la pregunta sobre qué modelo podría sobrevenir ante un eventual cambio de Gobierno, Elizondo dijo que “la Argentina colapsó, es una economía que va a tener 70% de inflación, que hace 10 años que no crece ni crea empleo privado. En primer lugar recuperar vigencia de las instituciones. Segundo, hay que reducir el peso del sector público. Y tercero, recuperar la relación con el resto del mundo”.
Por su lado, Grinman dijo al respecto que “la Argentina no tiene que inventar la rueda, tiene que hacer lo que hicieron los países como Uruguay, Chile, Bolivia, no hay nada que descubrir, hay que copiar los modelos exitosos y aplicarlos en un país que tiene recursos extraordinarios, pero por la clase política ha fracasado de manera estrepitosa en los últimos 90 años”.
“El modelo es el capitalismo, que no es de excelencia pero es el que mejor anduvo en todo el mundo. Y con clima de negocios, la Argentina tiene sesgo anti empresario, el país necesita cada vez más empresas. En el amplio abanico dirigencial tiene que haber alguien decidido a asumir los costos políticos para hacer lo que hay que hacer”, concluyó.
Weiss, en tanto, resumió: “Tenemos que ser un país normal. Tenemos que ver qué ejemplos hay en el mundo. Muy probablemente si preguntamos si queremos ser España, muchos dirían que sí. ¿Por qué no hacemos lo que hicieron ellos o los franceses? Hablo de los europeos porque son los que tienen nuestra idiosincrasia, de donde proviene la mayoría de nuestros antepasados”, consideró.
“Está todo escrito, ahora hay que hacerlo. Puede ser que sea doloroso y cueste trabajo, pero hay que hacerlo porque esto nos lleva a una decadencia profunda”, dijo. “No creo que una sola fuerza pueda sacar adelante el país, tiene que haber un gran acuerdo político, y después empresario, gremial y que la gente apoye el rumbo”, completó el presidente de Camarco.
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