Los funcionarios principales del gabinete de Alberto Fernández salieron a contestar las críticas cada vez más marcadas del kirchnerismo sobre la dirección de la política económica. Martín Guzmán y Matías Kulfas rompieron el silencio en las últimas horas, defendieron su gestión e incluso deslizaron críticas a la última parte del mandato presidencial de la actual vicepresidenta Cristina Kirchner.
Las réplicas más recientes fueron las que exteriorizaron Guzmán y Kulfas tras el discurso de la ex mandataria en un acto en Chaco, en que volvió a martillar sobre decisiones de política económica del Gobierno del Frente de Todos y apuntó, específicamente, contra el jefe de la cartera productiva. Pero no es la primera vez que hay cruces de este tipo, muchas veces disimulados y de idas y vueltas no tan abiertas como ya sucede en la actualidad.
Los primeros cuestionamientos desde el kirchnerismo hacia la política económica comenzaron tras las elecciones parlamentarias que representaron un duro golpe al oficialismo. En ese momento, Cristina Kirchner responsabilizó de la derrota a Guzmán al hablar de un ajuste sobre la economía.
Ajuste fiscal
“A agosto de este año, a cuatro meses de terminar el año y faltando apenas unos días para las elecciones, el déficit acumulado ejecutado en este año era del 2,1% del PBI. Faltan ejecutar, según la previsión presupuestaria, 2,4% del PBI… más del doble de lo ejecutado y restando sólo cuatro meses para terminar el año… con pandemia y delicadísima situación social”, cuestionó Cristina.
La presidenta del Senado enfatizó en la misiva que antes de las elecciones primarias había advertido a Fernández respecto a que “se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada”, que además “estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales”.
Guzmán, pocos días después, se defendió. “La vicepresidenta dice que hay un ajuste fiscal, yo digo que no hubo, hubo una reducción del déficit”, explicó el funcionario. “Algunas medidas hoy nos damos cuenta que sí se podrían haber tomado antes. Eso es lo que tenemos que corregir”, admitió de todas formas el ministro.
Economía bimonetaria
Algunos meses antes, Cristina había hablado de “funcionarios que no funcionan” en referencia a algunos miembros del gabinete nacional, aunque no dio nombres. Se dio por descontado que, entre ellos, se ubicaban los integrantes del equipo económico de Alberto Fernández.
“La Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina”, señaló. La cuestión del bimonetarismo también fue repetido este viernes en Chaco y Guzmán salió a confrontarlo.
“Cuando un país lleva mucho tiempo con inflación de dos dígitos, eso tiende a generar una desconfianza en la moneda. No es consistente pensar que el Estado puede vivir de vivir prestado o emitir una moneda que la gente quiere menos (...) Si decimos que hay bimonetarismo, al mismo tiempo tenemos que ser cuidadosos con la emisión. Y si no abunda el crédito hay que tener cuidado con lo fiscal y elegir dónde se utilizan los recursos”, concluyó.
FMI
El debate sobre el resultado de las negociaciones con el FMI fue, para muchos, un punto de quiebre en la relación entre el kirchnerismo y el ala “albertista” del Frente de Todos. Sin ir más lejos, provocó la renuncia del en ese entonces jefe de la bancada oficialista en Diputados Máximo Kirchner. La votación del acuerdo con el Fondo Monetario también mereció fuertes críticas de la vicepresidenta.
“Otra vez… inmensa pena”, reflexionó la vicepresidente, tras señalar que el Fondo Monetario Internacional “siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino”, publicó en un mensaje junto al video de la agresión a su despacho en el Senado, el día del debate.
“Hubo un apoyo político muy amplio para la aprobación de este programa y desde el Gobierno seguiremos dando pasos hacia adelante. Se logró un acuerdo con el FMI que le permite al Estado seguir teniendo un rol de apuntalar la recuperación económica en curso”, respondió Guzmán días después.
Tarifas y subsidios
Las tarifas son otro tema que habitualmente divide aguas en el oficialismo. Cristina Kirchner habló en reiteradas ocasiones de la necesidad de “alinear” las subas de precios, salarios, jubilaciones, y en ese contexto, incluir a las tarifas de servicios públicos. Guzmán, por su lado, pidió hace poco más de un año autocrítica sobre este aspecto y cuestionó, este lunes, la política tarifaria y de déficit del kirchnerismo cuando fue gobierno.
“Se gasta una parte importante de nuestro Presupuesto (en subsidios de tarifas). Debemos ser autocríticos al respecto. “Estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y gas en una parte de la población que hoy no es prioritario que reciba esos subsidios, que tienen que ser utilizados para quienes más lo necesitan hoy”, dijo. Estas palabras tuvieron lugar días después del intento de salida de Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica.
Un año después, ya con una interna mucho más descarnada, Guzmán fue más duro: “¿En qué país funcionan subsidios energéticos de 4 puntos del PBI?”, preguntó en una entrevista concedida a la periodista María O’Donnell, grabada anoche y publicada este lunes. Y continuó: ¿En qué país del mundo funciona un déficit financiado con una moneda que la gente deja de querer?”, se preguntó.
La Cámpora y Kicillof
También hubo un abanico de cuestionamientos de Cristina que llegaron a oídos públicos por canales alternativos, como Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Andrés “Cuervo” Larroque. Uno de ellos, pronunciado por el hijo de la vicepresidenta, tiene que ver con la cuestión de la discusión de poder, y cuál es la postura que toma el Estado para arbitrar en la puja distributiva.
“¿Cómo que nuestro ministro de Economía Martín Guzmán dice que él hace su trabajo y que no se involucra en las disputas de poder? ¿Y entonces qué vamos a hacer?”, disparó Kirchner.
Guzmán, en un dardo dirigido a La Cámpora y al gobernador bonaerense en particular, respondió. “¿Cuáles son las disputas de poder que realmente importan para la Argentina? Son aquellas que logran obtener un resultado de los conflictos que nos fortalecen como Nación, que fortalecen también a las trabajadoras y trabajadores y jubilados”, comenzó.
“Un ejemplo de eso fue la reestructuración de la deuda externa del sector público. Fue un tema medular en nuestra gestión de gobierno. Esa es una disputa de poder. Ahí no tenía a nadie a mi izquierda. En esa situación el poder juega fuerte y en serio: hay intereses creados. Empujamos a las provincias para que sean más fuertes. Un caso era el de Buenos Aires”, mencionó, sin nombrar al gobernador.
El libro de Kulfas
Kulfas fue otro de los apuntados por Cristina Kirchner y por el sector político que la tiene como referente. “Cuando Cristina habla de funcionarios que no funcionan no me siento para nada aludido”, había salido a responder, meses después de la declaración original de la vicepresidenta.
El jefe de la cartera productiva también salió en defensa del acuerdo con el FMI cuando los sectores kirchneristas presionaban por el resultado de las negociaciones. “Estoy convencido de que es mucho mejor para la Argentina hacer un acuerdo que nos permita seguir creciendo a, como escucho por ahí, no hacer un acuerdo”, dijo.
Una de las cuñas que existe desde hace tiempo entre el kirchnerismo y Kulfas está relacionado a un libro que escribió el actual ministro en 2015 que lleva como nombre “Los tres kirchnerismos”, en que analiza críticamente los tres mandatos (uno de Néstor Kirchner y dos de Cristina) desde el punto de vista de la sostenibilidad macroeconómica, cuáles fueron sus fortalezas y sus debilidades.
Kulfas, en esa publicación, es muy crítico del último período presidencial, cuando algunas de las variables macro más importantes tuvieron un serio deterioro, se vació el Banco Central de reservas, creció la inflación y se paralizaron la economía y la producción.
“En noviembre de 2019 yo ya sabía quién iba a ser el ministro de Desarrollo Productivo. Había escrito un libro contra nosotros. Imagináte. Mirá si voy a andar enojándome por tal o cual cosa. Había escrito un libro contra nosotros, pero bueno, el Presidente confiaba en él. Vaya”, dijo Cristina el viernes en Chaco.
“No es un libro en conta de nadie. Lo escribí en 2015 y se publicó en 2016. Es un libro que buscó hacer un balance de los tres gobiernos kirchneristas saliendo de la polarización. Analiza ese período histórico no en clave de impugnación o como una visión apologética. Es un libro que hace un balance positivo y señala limitaciones o críticas pero de ninguna manera es en contra de alguien”, replicó Kulfas esta mañana.
Comercio Interior
Cristina, por otra parte, mencionó una reunión con el actual director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, a quien había propuesto como secretario de Comercio Interior. “Es un joven economista muy bueno y con mucho expertise y trabajo sobre regulaciones y monopolios. Cuando fue a verlo, el ministro (por Kulfas) dijo: ‘No, no vamos a hacer lo que hicieron ustedes. Esto va a ser diálogo y consenso. Ustedes tenían un criterio muy intervencionista’”, relató la vicepresidenta.
Y añadió: “Pusieron a otra persona. Un poco más tarde me di cuenta que algunos pensaban que tenían que hacer todo lo contrario de lo que habíamos hecho nosotros porque se tragaron el amague de que los problemas que teníamos era por los modales. Porque no dialogábamos. Uno tiene que saber debatir y saber los intereses que tiene en frente”.
La respuesta de Kulfas sobre esa reunión con Letcher llegó este lunes. “Me dijo que tenia un plan pero ya teníamos definido que la secretaria de Comercio iba a ser Paula Español; le propuse sumarse al equipo de Paula, pero él no aceptó. La frase no existió. Yo nunca dije que no íbamos a confrontar y que queríamos solamente dialogar. No hablamos de cómo iba a ser la gestión desde Comercio Interior desde el momento en que teníamos otros planes en curso”, recordó Kulfas.
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