La ex vicepresidente de Costa Rica nueva responsable de la ONU frente a la crisis global en alimentos, energía y finanzas, Rebeca Grynspan, advirtió que la crisis generada por la invasión rusa a Ucrania no tiene precedentes y puede provocar un default masivo y severos problemas de abastecimiento.
Así lo expresó en un encuentro virtual organizado por la red de empresarios latinoamericanos ENNOVA-LEAD, que dirige Fernando Fragueiro desde el IAE, que Grynspan compartió con Susana Malcorra, ex jefa de gabinete del Secretario General de la ONU y ex Canciller, ante decenas de empresarios argentinos y de la región.
“Lo que está pasando en Ucrania, en el corazón de Europa, genera un desbalance muy importante, y creo que esta crisis puede durar más tiempo de lo esperado”, afirmó Malcorra. Lo más preocupante, según la ex Canciller argentina, es que la discusión desde la geopolítica es entre dos visiones acerca de la gobernanza, las libertades y la geopolítica.
“Se trata de un momento de quiebre en todo el mundo, ya que todo esto tiene un enorme impacto en la economía mundial: la realidad internacional ya no es globalizada, sino interdependiente. Al igual que lo ocurrido en una ciudad china impactó en la salud mundial, lo que ocurre en Ucrania tiene también implicancias en todo el mundo”, advirtió la funcionaria del gobierno de Mauricio Macri.
Por su parte la Secretaria General de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo destacó que, como no ocurría desde la Segunda Guerra Mundial, en la actualidad la geopolítica es la que marca el rumbo de la actividad económica y social en el mundo. “Tenemos un mundo endeudado, exhausto por la pandemia, con menos capacidad fiscal en la mayoría de los países, un mundo que estaba preparado para la recuperación pero no para este nuevo shock global”, afirmó. “La producción de Rusia y de Ucrania representa más del 50% del aceite de girasol a nivel mundial, producen el 30% del trigo en el mundo, el 20% del comercio mundial de maíz, y más del 18% del comercio mundial de fertilizantes”, precisó.
“Hay 69 países en el mundo que tienen una exposición severa a las tres variables que va a transmitir la crisis de Ucrania al mundo: energía, alimentos y condiciones restrictivas de financiamiento, y estos tres grandes riesgos se presentan en forma simultánea”, señaló Grynspan a los empresarios. “Hay 107 países con exposición severa al menos a una de estas variables”, aclaró.
“La crisis en Ucrania es una crisis global sin precedentes: hay que evitar que esos 107 países caigan en default, que no se dé un dominó en cesación de pagos de deuda, que no haya inestabilidad social, porque hay una correlación entre inestabilidad social y alza de precios de los alimentos. Hoy estamos en un récord en el precio de los alimentos según la FAO”, indicó.
La crisis en Ucrania es una crisis global sin precedentes: hay que evitar que esos 107 países caigan en default (Rebecca Grynspan)
Según la responsable de Naciones Unidas, este panorama ha generado un gran deterioro de la confianza a nivel global, va a llevar a los países a un repliegue y a una re-globalización con una reorganización más enfocada por regiones, y según los intereses en común de los países.
Acerca de la región, Grynspan expuso que con sólo el 8% de la población mundial, América Latina sigue teniendo el 30% de las muertes por coronavirus. “Sigue muy afectada por la pandemia, y es la región donde más crece la pobreza. A esto se ha sumado en 2022 la guerra con Ucrania”.
Sin embargo, para Grynspan, los altos precios de los alimentos en el mundo continuarán mientras dure el conflicto en Ucrania. “Este contexto internacional harán subir mucho el precio de los commodities, donde no se ve un techo claro, por el desequilibrio que supone que dos grandes productores de alimentos dejen de producir. Es el momento para países como Argentina y Brasil”, expresó.
Para América Latina, en este proceso de re-globalización, Grynspan afirmó que cada región debería generar una mayor interacción y flujo comercial con combinación de cadenas de suministro, para coordinar regionalmente el comercio y producción, e interactuar como región con EEUU y Europa. “Hasta ahora América Latina no ha demostrado esa capacidad de actuar como bloque regional, pero la oportunidad es ahora y los empresarios deben ser protagonistas de este cambio, indicó.
“Nos acercamos a un futuro de comercio más regional, cadenas de valor más cortas y más diversificadas”, afirmó la funcionaria de Naciones Unidas. Por su parte, Malcorra explicó que esas cadenas de valor se verán en formatos de nearshoring, en referencia a la estrategia por la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante. En este sentido, la ex canciller enfatizó la necesidad de los países de funcionar como bloques regionales para aprovechar las oportunidades de friendshoring, que es la inversión extranjera en países “amigos”, en contraposición del offshoring, la inversión en un país extranjero, amigo o no, que prioriza la reducción de costos.
Entre los asistentes “hubo coincidencia acerca de que la región latinoamericana hoy está lejos de una integración cuando más lo necesita. Los empresarios insistieron también el valor de la red Ennova-lead, que ofrece la posibilidad de aprender entre pares, algo que destacaron como “una gran fórmula”.
Esta red de empresarios es una iniciativa de la cátedra de Liderazgo Empresarial que conduce Fernando Fragueiro en el IAE, la Escuela de Negocios de la Universidad Austral. “Celebramos que la actividad académica tenga impacto real en la sociedad y relevancia para las empresas”, destacó Fragueiro. La red hoy cuenta con más de 100 presidentes y CEOs de empresas de la región.
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