“Si votamos los que estamos en este evento hoy, creo que habría un empate entre Macri y Milei”. El que habla es un joven CEO que debutó este año en el Foro Llao Llao, la reunión anual de buena parte del “círculo rojo” que se hace todos los años en Bariloche y que tiene a Eduardo Elsztain, el dueño de IRSA y Banco Hipotecario, como anfitrión.
El evento reúne a los dueños de importantes empresas vinculadas al mundo emprendedor, muchos de ellos con lazos con la red Endeavor, pero también con integrantes de la poderosa AEA, la Asociación Empresaria Argentina, como el propio Elsztain, Carlos Migues (Grupo Miguens Bemberg), Sebastián Bagó (Bagó) y los dueños de los dos mayores unicornios de internet locales, Marcos Galperin (Mercado Libre) y Martín Migoya (Globant).
Todos ellos, un auditorio de unos 90 hombres y mujeres de negocios, escucharon atentos a tres referentes de la oposición al kirchnerismo, invitados estrellas de la primera jornada del Foro: el ex presidente Mauricio Macri, el diputado Javier Milei y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien recibió muchas preguntas sobre sus ideas. Hoy será el turno del único oficialista invitado: el ministro de Economía Martín Guzmán.
Los tres políticos que hablaron con los empresarios en la fría Bariloche son los protagonistas de la puja política de la semana. El miércoles la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio aprobó su “manual de buenas prácticas”, donde se afirmó que “para la ampliación de JxC deberá haber unanimidad de los partidos que conforman la alianza”. Fue una forma de cerrarle las puertas a un acuerdo con Milei, a quien criticaron duramente: “Hay actores de la vida política que buscan el quiebre de Juntos por el Cambio, entre ellos Javier Milei, que no forma parte de JxC e intenta quebrar nuestra unidad siendo funcional al oficialismo”. Patricia Bullrich, presidente del PRO y presidenciable, sumó más tensión ayer cuando aseguró que “las decisiones tienen que ser más abiertas y más democráticas, no impulsivas”.
Ayer, sin embargo, se cuidaron bastante de mencionarse y no hubo chicanas. “Todos bajaron sus mensajes, había expectativa por Milei. Vimos a alguien tranquilo, bastante distinto al de la tele”, dijo otro de los presentes.
Milei, tranquilo para explicar sus ideas; Macri, con el concepto de “aprendimos” casi como un mantra; y Larreta, con la idea del plan, la “obsesión por crecer”.
El ex presidente “insistió mucho en hablar de los errores cometido y en dejar claro que ahora están más preparados para hacer ‘las cosas que hicieron bien, mejor; y las que hicieron mal, bien’. Ese fue su principal mensaje. Y no nombró a nadie, creo que a propósito”, destacó una de las fuentes consultadas por Infobae.
Como viene haciendo en sus últimas presentaciones públicas, el ex mandatario pivotea en los ejes de su libro “Primer tiempo” y remarca las idea de que su espacio –nunca habla de su persona– merece una segunda oportunidad. “Aprendimos” dijo ayer varias veces frente a los empresarios. Al igual que en una charla que mantuvo con Infobae en Washington, la semana pasada, aseguró que “sólo quiero consolidar la unidad y clarificar para qué queremos volver al poder”. En el sur insistió varias veces con la idea del “para qué”.
Milei es una incógnita para el círculo rojo: aman su discursos, pero no tanto sus modos. El diputado libertario llegó a Bariloche con un discurso concreto y, como se destacó, un tono calmo. “Javier caza en el zoo acá”, resumió entre risas un empresario. “Habla y todos sonreímos: reducción de impuestos y de gastos, consolidación de los mercados. Esa fue su agenda”, destacó.
“Súper tranquilo, nada de gritos. Me pareció un tipo muy pensante. Muy enfocado en la idea de achicar el Estado y de cómo mediante la reducción de impuesto y aniquilando el gasto van a bajar también los precios”, dijo uno de los hombres de negocios que llegaron desde Uruguay.
Larreta cerró el día presentado por Elsztain y con la idea de “plan, plan, plan” como eje de su presentación. El jefe de gobierno, que llegó a Bariloche acompañado por el Asesor General de Gobierno, Juanjo Méndez, y del Secretario General y de Relaciones Internacionales, Fernando Straface, se puso el traje de candidato y dio detalles de una agenda para el crecimiento y el progreso centrada en educación, pero prefirió no mencionar medidas concretas.
Eso sí, cada vez que pudo mencionó la idea de generar un “shock de confianza”. De ese tema, de los caminos para lograrlo, habló largo y tendido en una presentación de más de dos horas que se extendió más que las anteriores.
“Argentina necesita un plan que le permita al país crecer durante 30.años y que trascienda a uno, dos tres o 5 gobiernos. Tengo dos obsesiones: el crecimiento y la educación”, dijo el alcalde porteño. Habló de estabilización macro y competitividad en un contexto federal en que se revaloricen los vínculos entre la educación y el trabajo. Larreta enarbola dos banderas que sonaron a música en el Foro: los modelos de concertación de la Alemania con Merkel y las coaliciones de gobierno chilenas.
“Argentina tiene que corregir el rumbo con un consenso grande, más allá de un gobierno y un signo político”, piensa el jefe de Gobierno. Evitó centrarse en cuestiones de coyuntura, pero insistió con “terminar con la grieta anti consensos. Coincide con Macri en el “para qué”, en que Juntos por el Cambio debe hablarle a la sociedad con un plan concreto.
Antes del llegar al Llao Llao se reunió con dirigentes locales y caminó por la avenida principal de Bariloche. “Le fue muy bien con la gente”, destacaron en su entorno. Hasta tuvo tiempo de tomarse un café en Rapanuí.
“Esto está muy bien, siempre es un gran evento. Se discuten cosas interesantes. Es un espacio de confianza donde lo más relevante, creo, es que podemos escucharnos entre nosotros. El resto de los temas importan, y mucho, pero esa es la clave de estos encuentros. Está el ejemplo de Endeavor: acá hay tres presidentes consecutivos de la red: Elsztain, Freire y Englebienne, todos construyeron sobre lo que hizo el otro. Eso hay que hacer en el país, y dejar que la gente labure. Argentina tiene que ser un país predecible que genere trabajo, no hay mucho más secreto. Claro, eso nos cuesta muchísimo”, destacó uno de los CEO.
“A los políticos venimos a escucharlos, sobre todo a Guzmán, que es el único que tiene responsabilidad. Los otros son candidatos, ya más o menos sabíamos que iban a decir”, agregó.
Mañana cerrará Guzmán. Hablará seguramente del impuesto a la “renta inesperada”, una idea que no cae nada bien en este auditorio. Quizás el contexto no sea tan relajado como el de ayer.
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