“Las empresas se están agotando los stocks. Si esto sigue así, en no más de 30 días podría pararse la producción”, aseguraron desde la industria automotriz, en alusión a los problemas que están teniendo las firmas, tanto autopartistas como terminales, para acceder a los dólares y pagar sus importaciones. No es el único sector afectado. Las limitaciones que impuso el Banco Central (BCRA) a comienzos de marzo, a través de la Comunicación 7466, generaron una batería de reclamos por parte del sector privado, ya que dispuso que las compañías sólo pueden acceder a los dólares oficiales para los pagos al exterior hasta un valor que no supere las importaciones del 2021 más 5% o las de 2020 más 70%, el más bajo de ambos. Superado ese cupo, deben buscar financiamiento a 180 días, dice la norma.
La estrategia del Banco Central es siempre la misma. Primero sacan una norma restrictiva general y luego van trabajando las flexibilizaciones. De hecho, ya salió una días atrás que excluyó de esa fórmula las importaciones de las materias primas, ya que en muchos casos sucedía que no tenían cupo porque el precio de ese producto había subido mucho a nivel internacional y eso incrementaba fuertemente el valor, sin necesariamente haber aumentado el volumen importado. Esta decisión alivió la situación que tenían, por ejemplo, productores de café o de cacao, pero dejó a muchos otros sectores aún con problemas.
Por eso, en el BCRA trabajan en dos nuevos caminos de alivio de estas restricciones. Por un lado, evalúan sacar una norma que beneficie la importación de insumos, especialmente para aquellas empresas que tuvieron un dificultoso 2020; y por otro, trabajar de forma particular con la industria automotriz con el objetivo de evitar que quede fuera del acceso a los dólares por una cuestión de “lógica productiva”. “Puede ser que alguna autopartista se haya desfasado por una decisión productiva, localización de una pieza, por ejemplo. En esas situaciones, se analizará caso por caso y se haría la excepción por empresa”, dijeron fuentes oficiales.
La estrategia del Banco Central es siempre la misma. Primero sacan una norma restrictiva general y luego van trabajando las flexibilizaciones
Directivos del BCRA están analizando diariamente esta situación, de forma tal de afectar lo menos posible la producción. En el caso de la industria automotriz, las autoridades están en permanente contacto con los referentes de la Asociación de Autopartistas (AFAC), las terminales (Adefa) y el gremio Smata.
Ayer, las dos cámaras empresarias y el sindicato enviaron una carta conjunta al BCRA con una dura advertencia. “Confirmamos que varias empresas autopartistas nos han informado que a partir de los primeros días del mes de mayo no podrán continuar abasteciendo a las empresas terminales al no haber sido aceptado por parte de sus proveedores del exterior los cambios en las condiciones comerciales que tenían previamente a la comunicación A 7466″, señaló la nota.
La solución, dicen cerca de Miguel Pesce, será más individual. “Nos estamos juntando con todos y tratamos de resolver el traje a medida. Lo estamos haciendo junto con el Ministerio de Desarrollo Productivo. Tenemos que encontrarle en conjunto la diagonal justa que permita destinar los dólares a la producción pero al mismo tiempo llegar a buen puerto. El año próximo van a estar operativas varias inversiones, como ejemplo mineras, que generarán divisas”, dijeron las fuentes consultadas.
Si bien reconocen las limitaciones actuales, al mismo tiempo destacan el nivel “récord” de importaciones FOB alcanzado en marzo. De acuerdo con los datos del Intercambio Comercial (ICA) que difundió días atrás el Indec, las compras al exterior en marzo ascendieron a USD 7.073 millones, un valor que se ubica incluso por encima de agosto de 2011, un muy buen año para la economía argentina. El número implicó un crecimiento del 33% respecto del mismo mes del 2021, del cual una parte fue explicada por el factor precio (13,7%) y la otra, por una suba en las cantidades (16,1%).
Desde el sector productivo comprenden este escenario, pero aún así reclaman más divisas para que no se frene la producción, más aún los que generan dólares con sus exportaciones, como es el rubro automotor. Porque -dicen en la industria- “es inviable la posibilidad de conseguir financiamiento a 180 días” y, en el caso de lograrlo, ello implicaría una fuerte presión sobre los precios. Por un lado, porque el empresario se cubriría frente al hecho de no saber qué valor tendrá el dólar en seis meses; y por otro, porque si quisiera sacar un seguro de cambio, ese costo sería trasladado al producto. En cualquier caso, sería más inflación. “La terminal no va a asumir el riesgo crediticio de los proveedores, ni el cambiario”, dijeron en el sector.
Los industriales reclaman más divisas para que no se frene la producción, más aún los que generan dólares con sus exportaciones, como es el rubro automotor porque, explican, “es inviable la posibilidad de conseguir financiamiento a 180 días”
Un relevamiento que habían realizado Afac y Adefa a comienzos de abril indicaba que ya para ese momento había unas 25 autopartistas que durante este mes empezarían a tener problemas para producir. Todavía eso no ocurrió, pero lo que sí ya es un hecho es que varias ya tienen su cupo consumido y no pueden pagar nuevas importaciones, por lo que están consumiendo sus stocks. Un dato a favor es que a pesar de que es un sector que trabaja “just in time”, en el último tiempo muchas empresas aumentaron sus stocks, aprovechando el “dólar oficial barato”.
“Todos los sectores están muy afectados. Algunos empresarios siguen con cupo para pagar sus importaciones, pero hay tal grado de incertidumbre que todos buscan cubrirse, venden menos y aumentan los precios. Buscan mantener sus stocks porque no saben el costo de reposición”, dijo, por su parte, una fuente del sector de comercio exterior.
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