En una nueva carta al Banco Central firmada por Adefa, la Asociación de Fabricantes de Automotores ; AFAC, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes; y hasta el propio gremio Smata; el sector automotriz reclamó más dólares para importar piezas para fabricar autos de exportación.
La misiva dirigida a Miguel Pesce, titular de la autoridad monetaria, es para “trasmitirle nuestra preocupación por la demora en dar respuesta a nuestro planteo con relación al impacto de la comunicación de la referencia en el abastecimiento necesario para la fabricación de la cadena de la industria automotriz”. Infobae alerto de este contexto a comienzos de este mes.
“Como lo anticipáramos tanto en las reuniones mantenidas como en las dos notas presentadas con fecha 14 de Marzo y 7 de Abril, confirmamos que varias empresas autopartista nos han informado que a partir de los primeros días del mes de mayo no podrán continuar abasteciendo a las empresas terminales al no haber sido aceptado por parte de sus proveedores del exterior los cambios en las condiciones comerciales que tenían previamente a la comunicación A 7466”, detallaron las entidades.
“Varias empresas autopartista nos han informado que a partir de los primeros días del mes de mayo no podrán continuar abasteciendo a las empresas terminales”
“El gremio está preocupado: si no se puede producir los trabajadores tendrán problemas. No reclamamos para importar, lo hacemos por algo mucho más básico. Hasta ahora nos dejaban importar piezas, pero ahora el Central descalabra todo. Es una paradoja: quieren impulsar la producción y exportar, pero frenan todo”, aseguró una fuente del sector.
“Si se para una planta no se arranca la día siguiente, es un tema delicado. Los autopartistas se están quedando si piezas. AFAC mandó el listado y los problemas son ya: no pueden entregar piezas y eso demora toda la producción. Hay stock, pero se termina rápido. No creo que se pueda aguantar más de un mes. Toda la cadena está afectada. El ministerio de Desarrollo Productivo no está a favor de esta medida, pero bueno...”, detalló.
En la carta fechada ayer, 25 de abril, el sector asegura que, como ya alertó en reiteradas ocasiones, “esta situación continuará agravándose en los sucesivos meses ya que alcanzará progresivamente al resto de las empresas autopartistas y terminales, teniendo como resultado paradas de producción, suspensión del personal de toda la cadena productiva (aproximadamente unos 80 mil), como así también un impacto negativo muy significativo en las exportaciones y en el índice de la actividad industrial (IPI)”.
Y detallaron que la industria exporta el 60% de su producción y “fue en el mes de marzo el sector industrial de mayor crecimiento interanual alcanzando un 20%, nivel sustancialmente superior al promedio de crecimiento de la industria (3,1%)”.
La industria también advierte por si no se encuentra una solución rápida, este contexto pondrá “en discusión y riesgo los planes de producción, exportación e inversiones proyectados para el año, tanto de las empresas terminales como autopartistas”.
“El gremio está preocupado: si no se puede producir los trabajadores tendrán problemas. No reclamamos para importar, lo hacemos por algo mucho más básico”
La carta –también dirigida al jefe de Gabinete Juan Manzur y a Matías Kulfas, a cargo de Desarrollo Productivo– está acompañada por una lista de casi 50 empresas autopartistas de las cuales 33 se quedarán sin cupo para importar piezas este mismos mes. Algunas de ellas son: Adient, CGR, Ferrosider, Gestamp, Fremec, Industrias Maro, Conductores RG, Felsim, Pabsa y Griffo. Firmaron el documento Martín Galdeano, de Adefa; Raúl Amil, de AFAC; y Ricardo Pignannelli, de Smata.
La resolución del BCRA establece que en los casos de productos importados bajo Licencia Automática (los que crecieron mucho en el último tiempo y que se aprueban en apenas horas) el acceso a los dólares oficiales tendrá límites: podrá ser hasta el valor FOB de las importaciones del 2021 más 5% o el valor FOB de las compras de 2020 más 70%, el menor de ambos montos. Para todo lo que supere ese número, las empresas deberán conseguir financiamiento por 180 días, con el riesgo que implica eso en la Argentina y la incertidumbre cambiaria.
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