Desde Washington, EEUU - El ministro de Economía, Martín Guzmán, finalizó una semana intensa en Washington, en medio de bilaterales del G20, reuniones con funcionarios de Joe Biden, trabajo técnico con el FMI y una reunión, central, con Kristalina Georgieva, la titular del organismo.
“Muy buena reunión con el Ministro Martin Guzmán. Discutimos la continua recuperación económica de Argentina, el desafío de abordar la inflación frente al impacto de la guerra en Ucrania y el progreso hacia la primera revisión del programa”, dijo la directora gerente del Fondo por Twitter.
“No vamos a cambiar las metas del programa con el FMI”, aseguró Guzmán, aunque aceptó que habrá indefectibles cambios en los que ya trabajan. El equipo técnico que lo acompañó, segundas y terceras líneas de su ministerio, discutió largo y tendido de esos temas con sus pares del Fondo, en extensas jornadas en la Embajada argentina. El embajador Jorge Argüello cedió toda la semana varios de los salones de la casona de Dupont Circle para esos encuentros. Si bien no habrá cambios en las metas, sí se harán recalibraciones, aunque esta palabra esté vedada dentro del equipo económico argentino.
Es el término que usó el Fondo en el comunicado del 25 de marzo, cuando el board aprobó el programa y Georgieva avisó que se adelantaba la primera misión y que había que recalibrar supuestos del acuerdo.
Guzmán prefiere hablar de “repriorización”. No es lo mismo, dicen en Economía, poner la prioridad en otro lado, como pretende hacer con el impuesto a la renta inesperada, que cambiar el calibre de lo ya acordado. ¿Habrán pedido los argentinos que no se use más el término en los comunicados del Fondo aduciendo que creen que no es lo mismo el impacto de la palabra en inglés que en español? No trascendió. Cómo sea, el programa nació viejo y habrá cambios.
“El trabajo conjunto de la región puede hacer una contribución significativa a la seguridad energética y alimentaria” (Guzmán)
“Teníamos una pelota número 5 y ahora tenemos una número 3, pero seguimos jugando al fútbol, no al básquet. Y queremos hacer los tres goles que nos comprometimos a hacer. La cancha está más embarrada, es verdad, pero vamos por los goles que hay que hacer”, graficó, futbolera, una fuente oficial. El mismo especialista confirmó lo que este medio cuenta desde hace días: en las conversaciones técnicas de revisión se mira los datos pasados, pero se pone mucho más foco en lo que vendrá. Revisiones con foco en el futuro. Más juegos de palabras.
Energía
Inflación y energía son los temas de Guzmán por estas horas, aquí y allá, sin perder de vista las “repriorizaciones”.
“El trabajo conjunto de la región puede hacer una contribución significativa a la seguridad energética y alimentaria. Hay recursos críticos en la región, tanto para la energía, la producción agroindustrial, y también minerales críticos y metales”, destacó ayer el ministro en un encuentro de Georgieva con sus colegas del hemisferio occidental.
Cuando finalizó, aseguran en Economía, Paulo Guedes, ministro de Economía de Brasil se le acercó y le dijo: “Excelentes palabras. Estamos juntos”.
Semanas atrás, en medio de nuevos rumores sobre su alejamiento del cargo, el ministro viajó a Brasil. Iba a traer, había trascendido, novedades de gas, pero volvió una promesa de envío mayor de energía eléctrica entre mayo y septiembre por parte de las usinas hidroeléctricas brasileñas. No es menor ya que ese flujo podría aliviar la tensión con el gas en el invierno. En ese viaje también vio a Guedes: seguramente hablaron de la idea de Guzmán de mancomunar la potencia de la energía del sur del continente. Un proyecto a muy largo plazo.
“Queremos establecer condiciones que lleven a escalar la inversión en el sector energético”, prometió ayer el ministro en un desayuno privado con invitados del sector privado, organismos multilaterales y think tanks en el Atlantic Council.
Ayer confirmó que trabaja en un esquema para levantar el cepo al dólar a las energéticas que inviertan en el país: es que ninguna vendría a desembolsar capital si no puede disponer de dólares para girar dividendos.
“Queremos establecer condiciones que lleven a escalar la inversión en el sector energético” (Guzmán)
“Venimos trabajando en esto con empresas locales e internacionales y vamos a actualizar el marco normativo para este sector, para garantizar que el capital internacional que ingrese para estos proyectos pueda moverse. Es algo que haremos próximamente. Esto no es carry trade, como entre 2015 y 2019, es economía real”, afirmó.
También es real la puja por los aumentos de gas y electricidad que se definirán en las próximas semanas y las internas con funcionarios del área energética cercanos a Cristina Kirchner, con casos paradigmáticos como el de Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, que está en el propio organigrama del ministro y a quien echó sin éxito el año pasado.
Guzmán sueña con empezar una planta de GNL, un proyecto que demora, si comienza y hay fondos, unos cinco años y que requiere de gasoductos y mucha infraestructura. Quizás no vea concretada la obra como ministro, quizás tampoco los números de la inflación con los que sueña. De sus metas centrales de estas horas le quedan las repriorizaciones del programa con el Fondo. Parte de eso tiene que ver con el polémico impuesto a la renta inesperada cuyo alcance comenzará a definir el lunes, cuando llegue a Buenos Aires, otra vez lejos del glam ejecutivo de DC.
SEGUIR LEYENDO: