El Gobierno sobrecumplió por poco menos de $30.000 millones la primera meta fiscal trimestral que había acordado con el Fondo Monetario Internacional. El gasto público tuvo en los primeros tres meses del año fuertes incrementos en un rubro decisivo para el programa económico consensuado con el organismo como la partida presupuestaria de subsidios, pero también contó con un ingreso extra que le permitió ajustarse al objetivo fiscal.
Se trata del rubro “rentas de la propiedad” por el cual el Estado tuvo en marzo un ingreso de $157.800 millones, lo que implica un salto superior al 1.000% en comparación con ese mismo mes del año anterior, cuando solo se habían recolectado $13.800 millones por ese concepto. La proporción de ese salto llamó la atención entre economistas y analistas de las cuentas del sector público.
En términos generales, el item “rentas de la propiedad” incluye ingresos que obtiene el Estado que no están relacionados a la recaudación tributaria sino a entradas por ganancias o intereses que obtuvo el fisco por inversiones financieras, plazos fijos y otro tipo de activos. En este rubro se listan, por ejemplo, los retornos que obtiene el sector público por las inversiones que hace el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Anses.
El rubro “rentas de la propiedad”, por el cual el Estado tuvo en marzo un ingreso de $157.800 millones, registró un salto superior al 1.000% en comparación con ese mismo mes del año anterior
Según explicaron fuentes de la Secretaría de Hacienda ante una consulta de Infobae, “los ingresos asociados a rentas de la propiedad en el primer trimestre ascendieron a alrededor de $229.000 millones”. “De dichas rentas, $122.000 millones corresponden a ingresos recibidos por el Tesoro Nacional, $53.000 millones al FGS y $54.000 millones al Resto de Organismos del Sector Público Nacional”, detallaron.
Sobre qué tipo de inversiones explicaron un avance tan importante de la cuenta de rentas de la propiedad, desde Hacienda explicaron: “Las rentas asociadas al FGS derivan de los rendimientos que generan los activos en cartera de dicho fondo, mientras que las correspondientes al Resto de Organismos del Sector Público responden a inversiones (por ejemplo plazos fijos o Fondos Comunes de Inversión) realizadas por los organismos que componen dicho universo”, mencionaron.
Por último, el componente más numeroso de las rentas de propiedad estuvo relacionado a una diferencia técnica en la colocación de bonos en pesos que hace el Tesoro en el mercado local. “Los ingresos por rentas obtenidos por el Tesoro Nacional, corresponden principalmente a las rentas derivadas por la diferencia entre el valor efectivo y el valor nominal de las colocaciones realizadas en pesos”, comentaron desde Hacienda.
Los números de marzo muestran que el item “resto de las rentas de propiedad”, en la que del universo descrito anteriormente solo están excluidas aquellas ganancias provenientes del FGS de Anses, el incremento fue de 1.742%, un salto desde $6.700 millones a $123.600 millones entre marzo de 2021 y marzo de 2022.
Es un salto muy importante al considerar, por ejemplo, una comparación con el informe que realiza de forma mensual la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), aunque por cuestiones metodológicas no sean equiparables totalmente. Para marzo, la OPC había proyectado que las rentas de la propiedad aumentarían un 137% en manera interanual en marzo.
En términos generales, el item “rentas de la propiedad” incluye ingresos que obtiene el Estado que no están relacionados a la recaudación tributaria sino a entradas por ganancias o intereses que obtuvo el fisco por inversiones financieras, plazos fijos y otro tipo de activos
Algunas consultoras y analistas cuestionaron la contabilidad que hizo el Gobierno de las rentas de la propiedad que le permitió mostrar un sobrecumplimiento de la meta fiscal acordada con el FMI para el primer trimestre del año. En números: el criterio de ejecución establecido en la letra chica del programa económico era un tope de $222.000 millones y terminó siendo de $192.000 millones.
Un experto analista de las cuentas públicas, que pidió no ser identificado en diálogo con Infobae, explicó sobre este último punto cómo funcionaría ese esquema. “Si el Tesoro emite un bono atado a la inflación por un valor efectivo de $10.000 millones y que tiene como valor nominal $5.000 millones en el momento de la colocación, la diferencia de $5.000 millones se cuenta como un ingreso para las cuentas públicas”, ejemplificó. De todas formas, marcó como particularidad que “en caso de que la diferencia entre el valor efectivo y el nominal sea negativo, eso no se consideran en esa línea”, en referencia al item rentas de la propiedad.
Un informe de Ieral, de la Fundación Mediterránea, remarcó que “el límite de déficit del gobierno federal de 222,3 mil millones de pesos para el primer trimestre, ha sido cumplido utilizando ‘contabilidad creativa’. Para cuadrar los números frente a un exceso de gastos en subsidios por 155,8 mil millones, se computaron ganancias por ‘rentas de la propiedad’ que alcanzaron a 144,0 mil millones”.
“Las complicaciones que pueden enfrentarse para el cumplimiento de las metas en trimestres subsiguientes, más allá de la ‘contabilidad creativa’, tienen que ver con conexiones entre las variables macroeconómicas que a menudo se olvidan o minimizan. En el plano contable, la cuenta corriente positiva surge de exportaciones de bienes y servicios que superen a las importaciones”. mencionaron desde ese centro de estudios.
“Pero, en términos económicos, ese superávit depende de que los ahorros totales domésticos se ubiquen por encima de la tasa de inversión. Aunque por ‘contabilidad creativa’ se comunique un déficit fiscal dentro de las metas, si hay exceso de gasto público, menor ahorro y atraso cambiario, las consecuencias macroeconómicas no podrán evitarse”, continuaron.
Algunas consultoras y analistas cuestionaron la contabilidad que hizo el Gobierno de las rentas de la propiedad que le permitió mostrar un sobrecumplimiento de la meta fiscal
El cumplimiento de la meta fiscal con el Fondo Monetario se dio incluso en un contexto de fuerte expansión del gasto en un rubro decisivo en el programa económico: los subsidios. Solo en marzo el incremento en las partidas para las subvenciones energéticas fueron 348% superior a marzo del año pasado en términos nominales ($185.000 millones contra $41.300 millones del mismo mes de 2021).
Al analizarlo en términos acumulados en el primer trimestre, entre enero y marzo de 2021 el gasto en subsidios a la energía había sido de $115.333 millones, mientras que en ese lapso de este año ascendió a $322.984 millones, lo que implicaría un salto de 180% nominal.
Las cifras que acordó el Gobierno para la segunda revisión implican que el déficit primario debería ser cercano a $566.800 millones , los ingresos del Estado acumulados de 4,7 billones de pesos, un gasto social que sea como mínimo de $318.000 millones, las reservas deberían haberse incrementado 4.100 millones de dólares en forma neta y la monetización del déficit no podría superar los $438.000 millones.
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