Los empresarios comenzaron a manifestar públicamente su rechazo a la creación del nuevo impuesto a la renta inesperada, una idea que blanqueó este lunes el ministro de Economía Martín Guzmán y con el que buscará gravar a un puñado de compañías que hayan tenido un incremento por fuera de lo esperable en sus ganancias y que responda al salto de precios internacionales por la guerra en Ucrania. El Gobierno anticipó que buscará apoyo en el sector privado y acompañamiento de la oposición.
Representantes sectoriales y regionales de la Unión Industrial Argentina manifestaron este martes su preocupación por la posible creación de una alícuota adicional a las empresas, un tema que el Gobierno nacional anunció ayer que discutirá con sectores empresariales, gremiales y políticos. En la reunión de la Junta Directiva de la entidad, se analizó “cómo afectará a la inversión un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo”.
En los próximos días, el departamento de Política Tributaria y el CEU estudiarán los alcances de la medida y su repercusión en los diferentes sectores productivos, adelantaron desde la UIA. Por otra parte, se informó sobre las gestiones que se realizan ante el Banco Central (BCRA) con el objetivo de dinamizar el acceso a divisas para adquirir insumos clave del proceso productivo, en función de las problemáticas planteadas por los socios de la entidad.
En otro orden, diferentes sectores -papel, cartón y envases de uso general, entre otros- dieron cuenta de las dificultades que se registran en materia de importación de insumos y materiales reciclados, impedimentos impactan de manera negativa sobre la producción y el empleo local. Con relación al Consenso Fiscal, se presentó un informe que da cuenta de las distorsiones y el impacto sobre la producción y las exportaciones producidas por el Impuesto a los Ingresos Brutos y la proliferación de tasas municipales a lo largo ya ancho del país.
Representantes sectoriales y regionales de la Unión Industrial Argentina manifestaron este martes su preocupación por la posible creación de una alícuota adicional a las empresas
Por su parte, el Departamento de Energía de la UIA presentó un análisis sobre la situación de la matriz energética del país y compartió la agenda de trabajo para los próximos meses frente a un escenario internacional de abastecimiento energético muy complejo. En ese sentido, se informó que autoridades de la UIA se reunirán este miércoles con el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, y el equipo de la secretaría para abordar la agenda sectorial.
La UIA no es la primera entidad empresarial que salió a cuestionar la iniciativa oficial. Tras los anuncios, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC) expresaron su preocupación por la nueva medida. Desde su cuenta de Twitter expresaron: “La Argentina no necesita más impuestos. Al contrario, lo que hace falta es sacar el freno de mano a la producción y a la inversión para que haya más trabajo. Estaremos abiertos a trabajar en una propuesta de esta naturaleza, si el Gobierno nos convoca”.
Además, señalaron que si bien la invasión de Rusia a Ucrania derivó en mayores precios internacionales, especialmente en trigo y maíz, por otro lado hubo un aumento de los costos de producción, como el caso de los fertilizantes. “Sumados a la escasez de insumos críticos han neutralizado, o más, los relativos beneficios de los productos del agro”, dijeron.
Marcos Pereda, Vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), dijo que el Gobierno anunció “otra vez un manotazo al sector privado en vez de un sector público responsable que equilibre sus cuentas bajando y eficientizando el gasto. Crear nuevos impuestos siempre es una mala decisión, porque aleja las inversiones, nuevas fuentes de trabajo y la generación de riqueza”, dijo.
Otras entidades aún no manifestaron en público su posición sobre la iniciativa. El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, eligió opinar en términos conceptuales ya que espera la “letra chica” del proyecto y, además, la institución que encabeza aún no expresó una posición en conjunto por el momento.
“Cualquier nuevo impuesto que se genere desalienta inversiones futuras”, dijo en diálogo con Infobae. “La Argentina lo que necesita es bajar la carga tributaria, no poner impuestos por más que sea por única vez o por una cuestión de urgencia, porque son proclives a quedarse”, de forma permanente. “Cada vez que se crean más impuestos se generan menos inversiones. Lo que necesitamos en la Argentina es tener un clima de negocios”, concluyó Grinman.
En los próximos días, el departamento de Política Tributaria y el CEU estudiarán los alcances de la medida y su repercusión en los diferentes sectores productivos, adelantaron desde la UIA
El ministro de Economía Martín Guzmán decidió poner en pausa la implementación inmediata de una medida tributaria de esa naturaleza y buscar algún tipo de consenso entre el sector privado y también con la oposición, considerando que la iniciativa deberá pasar por el Congreso.
Sin mayores detalles, en la Casa Rosada prometieron una convocatoria amplia para discutir la aproximación que tendrá el fisco a los balances de un puñado de empresas que cumplan una serie de requisitos.
En términos generales, se trataría de una alícuota sobre la renta que no se corresponda con incrementos en la inversión sino que tenga como explicación el salto de precios internacional. “Es un un conjunto de empresas que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos”, explicó el ministro Guzmán. Esas ganancias deberían ser superiores a los $1.000 millones en el año.
Según el jefe del Palacio de Hacienda, se trata de una “fracción muy pequeña”, de empresas. Para ejemplificar, mencionó que el año pasado el 3,2% de las compañías lograron tener un balance con un número de esa magnitud.
Además, Guzmán aseguró que “la ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en 2022 en realción con 2021″ y que “el resultado ordinario (el margen de ganancia) también tiene que ser anormalmente elevado en 2022″, para que las empresas sean consideradas dentro del impuesto. Por otra parte, dijo que “se incluirá un criterio en que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión el monto de la contribución será menor”.
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