Desde Washington, EEUU - El Fondo Monetario Internacional volvió a mejorar la proyección de crecimiento para la economía argentina para este año. Lo hizo en el World Economic Outlook (WEO), el informe de expectativas mundiales que se presentó hoy en esta capital.
El organismo prevé que la economía local crecerá un 4% en 2022, en un contexto global muy complicado por la invasión de Rusia a Ucrania y con las particularidades macro que atraviesan a país. Ambos factores, dijo el Fondo días atrás, obligarán a recalibrar variables del acuerdo firmado con el país semanas atrás. La mejora es un punto porcentual más alta que la última proyección, informada en enero, y 1,5 superior a la que se hizo pública en octubre de 2021.
Así, en seis meses, el multilateral de crédito que comanda la búlgara Kristalina Georgieva mejoró en un punto y medio la perspectiva de crecimiento de la alicaída economía local.
Con respecto a la inflación, se espera un 48% para el 2022. Se trata de la cifra más alta del rango que se incluyó en el acuerdo. Como sea, es un número mucho más bajó que la pronostican las consultoras privadas, algunas de las cuales hablan de una opresión sobre los precios de más de 60 por ciento. El REM, el consenso que publica el Banco Central, destacó este mes que espera que los precios salten 55 por ciento para el calculo anual. Para 2023, el FMI pronostica una inflación de 43,5 por ciento.
El balance de cuenta corriente, como porcentaje del PBI, en tanto, da 0,5%, 0,4% y 0,7%, respectivamente para 2022, 2023 y 2027.
Retroceso global
“La guerra hace retroceder la recuperación global”, es el titulo del informe del Fondo que describe el freno que la invasión le puso a los pronósticos favorables luego de la variante Omicron, ampliado en una conferencia de prensa en la que se mencionaron los riesgos de menor crecimiento y mayor inflación a nivel global, sin referirse específicamente a la Argentina.
“Además de la guerra, frecuentes y amplios cierres en China, incluso en centros de fabricación clave, también han desacelerado la actividad y podrían causar nuevos cuellos de botella en las cadenas de suministro globales”, destacó el texto firmado por Pierre-Olivier Gourinchas, consejero y director de investigación del FMI. La proyección global indica que el mundo tendrá un crecimiento de 3,6% en 2022 y 2023: 0,8 y 0,2 puntos porcentuales menos que en el pronóstico de enero.
“Los aumentos de los precios de los alimentos y los combustibles perjudicarán hogares de bajos ingresos en todo el mundo, incluso en América y Asia”, detalló el informe, que se explaya sobre el impacto global de la inflación: 5,7% en promedio en economías avanzadas este año y 8,7% en emergentes y en desarrollo (1,8 y 2,8 puntos). Argentina, claro, está fuera de rango.
El WEO no tiene párrafos puntuales sobre el país, pero destaca que la región también se verá golpeada por la inflación. “Brasil ha respondido al aumento de la inflación subiendo los intereses 975 puntos básicos en el último año, lo que pesará sobre la demanda interna. En un grado menor, este es también el caso en México. También pesan las previsiones las previsiones de Estados Unidos y China sobre las perspectivas de sus socios comerciales de la región. Se espera que el crecimiento general de la región se modere al 2,5 por ciento durante 2022–23. La fluida situación internacional hace que las previsiones cuantitativas sean aún más inciertas de lo habitual”.
El fondo de Guzmán
Ayer el FMI se manifestó de acuerdo con la creación de un aumento de los impuestos sobre el exceso de las ganancias de las empresas, como el que anunció el Gobierno por iniciativa del ministro Martín Guzmán, que llegará hoy a esta capital.
“Para disminuir la carga para las finanzas públicas, se podría prever un aumento temporal de los impuestos sobre el exceso de beneficios. Esto ayudaría a recuperar parte de las transferencias a las empresas que no las necesitan”, indicó el organismo multilateral. Lo hizo por medio de un medio de un capítulo analítico del World Economic Outlook (WEO), difundido antes del inicio formal de la asamblea seminanual del FMI y el Banco Mundial en Washington.
“En los casos en los que la fijación de objetivos es difícil y el espacio fiscal es limitado, los países pueden tener que considerar medidas de aumento de los ingresos para financiar diversas prioridades”, indicó.
“Aumentar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y otras reformas para modernizar de la fiscalidad de las empresas son posibles vías; estas últimas podrían incluir aumentos temporales del impuesto de sociedades de la renta de las empresas para captar los beneficios excesivos relacionados con la pandemia”, precisó el Fondo, en sintonía con la idea de Guzmán.
“Debemos garantizar que el impacto de la inflación no recaiga sobre el bolsillo de los más vulnerables”, señaló el Fernández en la conferencia de prensa en Casa Rosada. “¿Dónde sentimos que está fallando nuestro proyecto? En la distribución. Porque la inflación se come gran parte de los aumentos salariales y de los ingresos para los sectores más vulnerables”, agregó.
Guzmán explicó que este impuesto alcanzará a empresas con “ganancias superiores a los 1.000 millones de pesos en el año
Con respecto al nuevo impuesto a la renta inesperada, Guzmán aseguró: “Vamos a convocar en las próximas semanas a las fuerzas laborales y productivas para construir un mecanismo que nos permita capturar parte de la renta inesperada producto del shock que implica la guerra. Se busca capturar parte de esas renta para que el Estado pueda tener un rol de desarrollo equitativo”.
El costo fiscal del refuerzo de los ingresos anunciado por el Presidente y el ministro Guzmán alcanzará los 240.000 millones de pesos
Guzmán explicó que este impuesto alcanzará a empresas con “ganancias superiores a los 1.000 millones de pesos en el año”. Estimó que es “una fracción pequeña” del empresariado argentino, superior al 3% de las compañías. Habrá otros criterios para incluir a esas empresas, como que “la ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en el año 2022 respecto a 2021″.
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