En línea con el cuadro heterogéneo que muestra la actividad económica en su conjunto, con sectores muy dinámicos, sobre la base de niveles muy por debajo del potencial tras la depresión de 2020 por las medidas preventivas contra el COVID-19, y otros que no terminan de alcanzar los índices previos a la irrupción de la crisis sanitaria, el mercado de trabajo registrado también acusa un comportamiento dispar.
Según el Informe Mensual del Ministerio de Trabajo, los datos aún preliminares correspondiente a enero 2022 dieron cuenta de que por sexto mes consecutivo la franja del Monotributo Social aumentó en términos relativos más que todo el resto de la franja de empleados registrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), a un ritmo de dos dígitos altos en comparación con un año antes (22,6%) y anotó un récord de 440.000 personas anotadas.
Semejante tasa de crecimiento real de esa franja del mercado no solo volvió a marcar una notable brecha de más de tres veces con el segundo segmento más expansivo, el de los monotributistas únicos -aquellos que perciben el ingreso principal, según la clasificación de la cartera laboral-, con 6,9%; y de seis veces con la observada entre los asalariados en el sector privado y también en la administración pública, sino que contrasta con un escenario de recuperación de la economía que debería permitir absorber ese tipo empleos.
La tasa de crecimiento de los monotributistas social volvió a marcar en enero una notable brecha de más de tres veces con el segundo segmento más expansivo, el de los monotributistas
Según la definición del Ministerio de Trabajo, a tono con lo regulado por la AFIP, el Monotributo Social “Es un régimen tributario, que promueve la inserción de emprendedoras y emprendedores en situación de vulnerabilidad, que realizan una única actividad económica por cuenta propia y se encuentran fuera del mercado formal laboral o trabajando en relación de dependencia con ingresos brutos inferiores al haber previsional mínimo”.
Está dirigido a mayores de 18 años, trabajadores y trabajadoras que tienen una única actividad económica productiva, comercial o de servicios, proyectos productivos o de servicios de 2 a 20 integrantes y cooperativas de trabajo con un mínimo de 6 asociados o asociadas.
En la página del Ministerio de Trabajo se destaca además que “Se trata de uno de los principales instrumentos de reconocimiento de derechos laborales para los trabajadores y trabajadoras de la economía popular. Más de 300 mil chicos y chicas acceden a cobertura médica a través del Monotributo Social”.
Se trata de uno de los principales instrumentos de reconocimiento de derechos laborales para los trabajadores y trabajadoras de la economía popular
Según los datos del Ministerio que encabeza Claudio Moroni, en enero 2022 el segmento del Monotributo Social mantuvo sendos récords de participación en el mercado de trabajo registrado que alcanzó un mes antes, con 3,54% del total de 12,43 millones de trabajadores; y 7,25% de los 6,06 millones de empleados formales en relación de dependencia en el sector privado, agravando el cuadro de precariedad laboral que caracteriza a gran parte de la economía nacional y que se ha constituido en una de las principales causas de la denominada “pobreza estructural”.
En comparación con enero 2021, la cartera laboral dio cuenta de 508.200 nuevos puestos de trabajos registrados netos, los cuales se desagregaron en 214.000 asalariados privados; 113.100 monotributistas; 107.100 ocupados en el conjunto de la administración pública; 80.900 monotributista social; virtual estancamiento de los independientes autónomos; y disminución en 7.300 personas de los asalariados de casas particulares.
Respecto del máximo histórico los aumentos de empleo en el Estado, en Monotributo Social y Monotributistas únicos compensaron las bajas de asalariados en el ámbito privado
Mientras que respecto de los máximos históricos para el primer mes del año -se anotó en enero de 2018, previo al inicio de un nuevo ciclo recesivo- se observaron incrementos de 166.300 trabajadores en condición de monotribustista único; 149.900 personas en el Estado consolidado; y 20.600 como monotributista social, quienes, en valores agregados, absorbieron las bajas en 244.800 puestos en la franja de ocupados en relación de dependencia en el ámbito privado; en 26.600 personas que revistaban como independientes autónomos; y 9.800 en la franja de asalariados en casas particulares.
El resultado neto del cuatrienio fue de un aumento en 55.700 empleos registrados por el SIPA, muy lejos de lo esperable en función del crecimiento vegetativo de la población: unos 500.000 trabajadores, sólo en el segmento con descuentos y aportes para el Sistema de la Seguridad Social.
El resultado neto del cuatrienio fue de un aumento en 55.700 empleos registrados por el SIPA, muy lejos de lo esperable en función del crecimiento vegetativo de la población: unos 500.000 trabajadores
Inscripción
Semejante brecha entre la realidad y el mercado laboral potencial explica que el Monotributo Social se consolide como la principal franja en expansión. Su ingreso es a través de un trámite gratuito que tarda diez días y que permite afiliar a las personas a la economía formal. Una vez inscriptas, pueden facturar productos y/o servicios a la vez que acceden a una obra social con cobertura familiar e ingresan al sistema jubilatorio. Está dirigido a quienes realizan una única actividad económica independiente o a aquellos que forman parte de una cooperativa de trabajo con un mínimo de 6 asociados.
Según el informe estadístico del Registro Nacional de Efectores de la Dirección Nacional de Economía Social y Desarrollo Local, casi 720 mil (718.804) personas son monotributistas sociales activos. De este número se desprende que 344.143 son trabajadores y trabajadoras titulares y 374.661 sus familiares, la gran mayoría chicos y chicas que adhieren a la obra social de sus padres.
En términos de género, el 70 % del total de los inscriptos son mujeres (según figura en el DNI). De acuerdo con las franjas etarias, la mayoría del total (58,92 %) tiene entre 30 y 49 años; seguido por un 25,01% de personas entre 50 y 65; mientras que los jóvenes entre 18 y 29 años alcanzan al 14,92 por ciento.
En tanto, en términos geográficos la Provincia de Buenos Aires encabeza la tabla con casi 200 mil personas inscriptas (58,92%), seguida por Tucumán (7%), Misiones (4,67%), Santa Fe (3,05%) y CABA (3,01 por ciento).
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