El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en marzo una suba de 6,7%, la cifra más alta en los últimos 20 años. De este modo, el aumento de precios acumulado en el primer trimestre del año fue de 16,1% y en los últimos 12 meses alcanzó el 55,1%. Ahora bien, más allá de abril, ¿qué implica para la economía haber llegado casi al 7% de inflación en marzo?
Desde la consultora LCG sostuvieron que “nuevamente, el dato de la inflación mensual sorprendió por lo elevado, aún cuando el ministro (Martín Guzmán) había anticipado la suba: 6,7% m/m en marzo, acelerando 2 pp con respecto a febrero”. Según precisaron, la suba de 8,4% en Regulados (a partir de alzas en gas y electricidad (20%) y combustibles a mitad de mes) aportó 1,5 pp y explicó prácticamente la mitad de la aceleración mensual. “El resto fue efecto del incremento de la inflación núcleo (+6,4% m/m) que aportó 4,5 pp al total (1,3 pp más que en febrero). Por su parte, los productos estacionales desaceleraron 2,2 pp (a 6,2% m/m)”.
“La inflación núcleo de marzo es la más elevada en 29 meses, aceleró 1,9 pp con respecto a febrero (6,4% m/m vs. 4,5% m/m). Interanualmente alcanzó una suba del 57,4% a/a”, detallaron.
Para el director ejecutivo de la mencionada consultora, Guido Lorenzo, el miedo que hay es que esto se contagie y empiece a influir sobre la fijación de precios a futuro. Es decir, que se transmita lo que son las expectativas de inflación y esas expectativas se conviertan en inercia: “Y por lo tanto, este 7% empiece a marcar un nuevo escalón más alto para los próximos meses”.
“La inflación núcleo de marzo es la más elevada en 29 meses, aceleró 1,9 pp con respecto a febrero” (LCG)
“Esperemos que no suceda y me parece que el miedo al ministro (de Economía) pasaba un poco por ahí: por tratar de definir que el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) funcione como ancla para que en el mediano plazo uno encuentre un rumbo y que la inflación tenga un techo”, señaló el economista de LCG en diálogo con Infobae.
“Cuando analizamos los números de marzo, lo que da cuenta es que no hay solamente factores estacionales y puntuales sino que las tres divisiones del IPC -que son los precios estacionales, núcleos y regulados- se encontraron por arriba del 6%”, puntualizó por su parte Claudio Caprarulo, economista y director de la consultora Analytica.
Según sus dichos, eso demuestra claramente que el shock de la guerra entre Rusia y Ucrania impactó en la economía argentina, a lo que se le sumó un mes como es marzo con mucha estacionalidad. “Pero también hay una cuestión estructural de la inflación, que ya está yendo a una nominalidad bastante más alta. Entonces, lo que deja hacia adelante un piso muy alto”, advirtió.
De acuerdo con su perspectiva, es muy difícil que en los próximos meses podamos ver datos de inflación por debajo del 4% mensual -en particular- si no hay un fuerte cambio en las expectativas: “Y eso va a depender en gran medida de lo que pueda hacer el Gobierno”.
“La inflación en Argentina perdió el ancla. Estos son datos de inflación que uno supone posteriores a algún salto cambiario”, aseveró Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, en declaraciones a este medio. Y a su vez, alertó que una carrera entre depreciación del tipo de cambio oficial y tasa de interés hoy puede ser peligrosa.
“Hagamos un racconto: vos tenés un salto cambiario fuerte en 2018, la inercia inflacionaria que pasa de 25 a 50 puntos -recordó-. El gobierno que sucede a la administración anterior ya toma 50 puntos de inflación como dato, no tiene forma de financiarse en el mercado externo y no tiene recursos propios. O sea tiene dos fuentes de financiamiento posible: financiamiento monetario, por un lado, y todo lo que podía ir renovando en pesos todos los meses”. Entonces, “esa dinámica termina haciendo que conforme la inflación avanza -porque si bien vos empezaste a reducir de a poco el financiamiento monetario, eso golpeó fuerte-, la inflación fue avanzando y vos fuiste de alguna manera indexando siempre el gasto. La causa fundamental de la inflación hoy es el gasto indexado”, afirmó.
A su turno, Federico Moll, director de Ecolatina, hizo hincapié en que esta inflación se da con “un pésimo timing”. Y al respecto, amplió: “Estás en las vísperas de una negociación paritaria que, de alguna forma, va a determinar la nominalidad de lo que resta del año. Las paritarias no determinan el salario real, el poder de compra del salario; sino que lo que hacen es ponerle un piso a la inflación del año”.
“La inflación en Argentina perdió el ancla. Estos son datos de inflación que uno supone posteriores a algún salto cambiario” (Camusso)
“Si las paritarias actuales van a internalizar una inflación que está en torno del 6% mensual, vamos a tener aumentos salariales desde lo nominal que son muy fuertes y que le van a poner un piso muy elevado a la inflación futura”, acotó. Según su punto de vista, ahí debería estar puesto el foco del Gobierno: en lograr coordinar expectativas a la baja, de forma tal de controlar “por lo menos, mínimamente el proceso inflacionario de los próximos meses”.
Por último, respecto de sus perspectivas para el escenario económico de cara al 2022 y 2023, dijo que es difícil hacer proyecciones claras; aunque estimó que “mucho va a depender de la política cambiaria que tenga el Gobierno en los próximos meses”. Y concluyó: “Si el Gobierno busca controlar el proceso inflacionario utilizando como herramienta el tipo de cambio, es decir aumentar el tipo de cambio por debajo de la inflación, va a estar acumulando desequilibrios que en el 2023 va a tener que pagar. Si lo que intenta es aumentar el tipo de cambio a la misma velocidad que los precios, entonces probablemente vaya a haber una aceleración un poco más tendencial”.
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