Cuánto debería subir la tasa de interés para no perder contra la inflación, tal como exige el acuerdo con el FMI

Al conocerse la inflación 6,7% en marzo, el BCRA ajustó 250 puntos básicos su tasa de Política Monetaria que llegó a 47%. Un plazo fijo minorista a 30 días rendirá un 46 por ciento

El BCRA utiliza el instrumento d ela tasa de interés para combatir la inflación.

El dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo sorprendió muy negativamente. El costo de vida se encareció 6,7% mensual y 55,1% anual, superando con creces las expectativas del mercado. Los actuales niveles de nominalidad, que equivalen a 117% anualizado, son comparables con momentos de la historia reciente en los que hubo devaluaciones bruscas del peso.

Un informe de GMA Capital apuntó que al salto de precios de 2022 “se le suman los adversos efectos del ‘Plan Platita’, el inicio del descongelamiento de los precios regulados y la persistencia de altos niveles en el componente estructural y estacional del IPC”.

El BCRA sube la tasa de interés para ponerle un dique de contención a los precios en alza en la economía

En este marco, lograr que el premio de los pesos le gane al nivel de precios no es una tarea fácil para el Banco Central, porque la entidad monetaria debería convalidar una fuerte alza de la tasa de Política Monetaria, que es la que fija el nivel de rendimientos en pesos para todo el sistema financiero.

Tras conocerse el IPC de marzo, el BCRA elevó en 250 puntos básicos la tasa de interés de referencia de 44,5% a 47%, lo que representa una tasa efectiva anual de 58,7%. Con esta suba, los plazos fijos para personas físicas de hasta $10 millones comenzarán a pagar una tasa del 46% (57,1% de tasa efectiva anual). Para el resto de los depósitos, la tasa mínima garantizada quedó en 44% (tasa efectiva anual de 54,1%).

Siempre al considerar el presente nivel de inercia inflacionaria -es decir que la inflación no baje, pero que tampoco se acelere- el BCRA debería añadir más de 30 puntos porcentuales a su tasa de referencia, la de las Letras de Liquidez (Leliq), ante al objetivo de calibrar un tipo de interés más alineado con los niveles de inflación.

Es decir, debería ajustar al alza de la tasa de Política Monetaria a un 80% nominal anual, que se traduce en un 116,93% de tasa efectiva anual (el interés compuesto en un año al renovar vencimientos mes a mes) para las Leliq, para empalmar con dicho horizonte de inflación.

En una medida mensual, una tasa nominal del 80% anual significa una tasa efectiva mensual del 6,667%, casi idéntica a la del IPC del INDEC.

Hay que entender que una tasa de Política Monetaria en estos niveles se aproximaría a los niveles máximos de septiembre de 2019, en el 86%, el rendimiento más elevado desde la crisis de 2002. Hace dos años y medio, la inflación mensual marcó un 5,9% mensual, una tasa inferior a la presente.

Garantizar tasas reales positivas es una de las exigencias del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la reciente aceleración inflacionaria.

Una suba de tasas de referencia del Banco Central impactará en todos los rendimientos en pesos del sistema financiero

Con un horizonte más moderado, por ejemplo un 60% de inflación, alineado con las proyecciones del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la tasa del BCRA debería alcanzar un 48% nominal anual, que implica una tasa efectiva mensual del 4%, ahora bastante debajo de lo que marca el IPC.

En sus Objetivos y Planes para 2022, el BCRA informó que comenzaba a “dejar atrás el periodo de políticas excepcionales generado por la pandemia y retomaba los lineamentos enunciados en enero de 2020″. En ese sentido, se produjeron las subas de tasas en enero, febrero y marzo, y ahora se ajusta dicha estrategia con el objeto de “establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria”, según sostuvo la autoridad monetaria en un comunicado.

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