La tranquilidad del dólar no coincide con lo que los inversores le transmitieron al ministro de Economía, Martín Guzmán, en la licitación de bonos de la deuda del Tesoro. Más de 96% de lo colocado fue en bonos que ajustan por la inflación y letras de descuento que vencen en 5 meses por las que pagó tasas de 51,05% anual que equivalen a 65% efectivo anual. Son tasas más elevadas de las que rigen en el mercado y obligarán al Banco Central a aumentar sus tasas de referencia para que continúe la paz cambiaria y la liquidación de dólares de los exportadores.
Los dos mensajes clave que le envió el mercado al ministro son:
-Queremos bonos que ajustan por la inflación para cubrirnos de lo que viene.
-Solo aceptamos bonos a tasa fija si son de muy corto plazo que venzan este año y devenguen tasas más altas que las de referencia.
Si bien el vencimiento cercano de la deuda indexada es de $ 200 mil millones, la Secretaría de Hacienda destacó que solo 63% se refinanció con Bonos CER. Pero este dato no calma la situación porque la diferencia fue cubierta con títulos que vencen en 4 meses y pagan una tasa de 4,25% mensual que satisface a los tenedores mientras el dólar esté tranquilo. Es decir, hicieron un gran “carry trade”, por eso lo mezquino de los plazos. De esta manera, se colocaron $244.764 millones (esperaban recaudar $ 265 mil millones).
Los más solicitados fueron los de la canasta que combinaba dos Boncer. El mix se armó con 30% de Boncer que vencen en agosto de 2023 y 70% con los que vencen en julio 2024. Solo 4% de los inversores -la mayoría manos oficiales- se llevó los títulos restantes a tasa fija.
Por otro lado, consiguió canjear $85.708 millones de un bono atado a la devaluación (linked dollar) que vence el próximo 29 de abril. Los inversores estaban predispuestos al canje por la aceleración que tomó la devaluación en abril. Aceptaron una canasta compuesta por bonos similares que vence 20% el 29 de abril de 2023 y 80% el 30 de abril de 2024. Hoy habrá una licitación menor y limitada porque solo pueden participar entidades anotadas en el Programa Creadores de Mercados a los que se les ofrecerán 3 Letras de Descuento y una a Tasa Variable. En lo que queda de abril hay $386 mil millones a cubrir.
A todo esto, el dólar no tuvo siquiera intenciones de subir. Los bonos de referencia de los dólares financieros, el AL30 y el GD30, estuvieron toda la rueda sin cambio en sus precios.
Por eso el dólar MEP tuvo una leve alza de 59 centavos que lo llevó a $191,95. El contado con liquidación aumentó apenas 17 centavos a $ 190,80.
El “blue” quedó inalterable en $197 y el dólar mayorista subió 18 centavos a $112,77 confirmando que van a devaluar más de 4% este mes. El Banco Central se fue del mercado con las manos vacías porque la demanda de importadores se llevó los dólares que liquidó el agro.
Las reservas crecieron USD 79 millones por la fuerte suba del oro de casi 1% a USD 43.318 millones.
Los bonos de la deuda externa estuvieron casi en equilibrio y el riesgo país subió 9 unidades (+0,5%) a 1.733 puntos básicos.
Las acciones fueron las más afectadas porque se conoció que la inflación en Estados Unidos se proyecta a 8,5% interanual, el nivel más alto desde 1981 el primer año de gobierno de Ronald Reagan donde tuvo que lidiar con la inflación que dejó Jimmy Carter. Reagan recortó gastos eliminando una interminable lista de subsidios y bajó impuestos. No quiso siquiera aportar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Designó a su amigo Peter Ueberroth como presidente del Comité Olímpico que le preguntó con qué contaba para hacer frente a los costos. “Con mi apoyo y el de todo el pueblo de Estados Unidos”, fue la respuesta de Reagan. Ueberroth entendió el mensaje. Acudió a sponsors privados y a trabajadores universitarios que cobrarían su salario si había superávit. Los Ángeles fue la primera Olimpíada en dar ganancias en la historia.
La Argentina rechazo recortar gastos pero bajó el nivel de emisión. Queda por ver cómo afectará a la inflación local la posible recesión en Estados Unidos porque la Reserva Federal está recortando los estímulos a la actividad económica y va a subir las tasas de interés 1 punto en dos tramos en mayo y junio. El temor a la inflación es más grande en el norte que en la Argentina.
En estas circunstancias, con China recuperándose del Covid y aliviando las restricciones de circulación, aumentó la demanda de petróleo. El crudo subió 6% y superó nuevamente el techo de los USD 100 por barril. Los índices que representan al petróleo y la Energía el USO (+6%) y el XLE (+1,7%) sobresalieron entre los ETF’s.
También, para alivio de la Argentina, subieron la soja y el maíz, pero el salto que dio el trigo fue sorprendente. Sus precios superaron los USD 400 por tonelada. En 2003 cuando la soja alcanzó el récord de USD 650 por tonelada, el trigo cotizaba a USD 210. La brecha entre ambos cereales era de 209%. Ahora es de 51%.
Los inversores volvieron a mandar mensajes a través de su comportamiento en el mercado accionario. Con negocios por $1.194 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 0,31% en pesos y 0,2% en dólares.
Las caídas más altas fueron las de Central Puerto (-2,74%) y Telecom (-2,72%). La suba del petróleo logró que Pampa Energía aumente 1,30% e YPF, 0,60%.
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- no tuvieron una buena rueda. Con negocios por $ 2.843 millones, las acciones de Banco Francés cedieron 3,6%; las de Despegar, 2,7% y las de Telecom, 3,3%. Las subas más destacadas estuvieron en Edenor (+4%) y Tenaris (+2,8%). YPF anotó una mejora de 1,8%.
Hoy es la última rueda hábil y el mercado se comportó con cautela a la espera del índice oficial de inflación de marzo, que se sabe que va a ser más de 6% porque el Gobierno estuvo preparando a la opinión pública para la adversidad.
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