A medida que la inflación acumula datos mensuales por encima de las previsiones más pesimistas, cada vez más ahorristas eligen tomar cobertura contra el avance de los precios. El stock de plazos fijos UVA crece 20% en un mes, 42% en el año y 112% respecto de un año atrás como resultado de expectativas de inflación que tornarían a 2022 en el peor año desde 1991.
El stock de depósitos UVA crece por dos vías. Cuanto mayor es la inflación, más rápido es el ajuste de capital de los depósitos ya conformados. Pero los datos de crecimiento superan ampliamente a la variación de los precios, lo que muestra que los ahorristas apuestan más al ajuste por inflación como manera de proteger sus ahorros.
El 112% de crecimiento interanual, por caso, compara con una inflación que marcha al 52% interanual con datos a marzo.
La tasa de crecimiento de los depósitos UVA, en tiempos de inflación desbocada, le saca varias cabezas de ventaja al crecimiento de los depósitos a plazo fijo tradicionales. Mientras que en los 30 días previos al 6 de abril, último dato oficial, el stock UVA creció 20%, el de los plazos fijos tradicionales avanzó 6,91%.
En lo que va del año, los UVA crecen 42% y los tradicionales 21%. Mientras que en términos interanuales los plazos fijos tradiconales avanzan 56%.
La distinta velocidad de crecimiento, aunque muestra la preocupación minorista por el ritmo de avance de los precios, no alcanza todavía para sacar a los plazos fijos UVA de su rol marginal en el sistema. Todo el avance del último año llevó al stock de depósitos UVA a representar apenas el 4,75% del stock de depósitos a plazo.
En lo que va del año, los UVA crecen 42% y los tradicionales 21%
Un año atrás, los PF UVA representaban el 3,41% del total.
Así como la preocupación por los precios explica la aceleración en el crecimiento de los depósitos indexados, características propias de los depósitos UVA explican por qué no representan una parte mayor del total.
Por normativa, los bancos están obligados a ofrecer minoristas sus opciones UVA. Pero no así a las personas jurídicas, empresas, y otros grandes inversores atrapados en pesos que no tienen más opción que ir por el plazo fijo tradicional.
Y aún entre los minoristas, el plazo mínimo de 90 días que exige una colocación UVA -hay versiones precancelables, pero quien retira antes de los 90 días percibe una tasa menor que la de un depósito tradicional- está lejos del paladar del ahorrista local.
Un elemento más juega en contra de la adopción de plazos fijos UVA. Y esto es que con la caída de los tipos de cambio paralelos -libre, MEP, contado con liquidación- hasta las apuestas por plazos fijos tradicionales y su magro 43,5% de tasa nominal anual le ganan a los dólares. Esto es, al menos hasta ahora han sido mejor inversión que cualquier billete verde de acceso libre (contra el dólar oficial y su avance del 9% en lo que va del año, perdieron todos).
El MEP cae 3,4% en lo que va del año, el liqui 5,5% y el dólar libre pierde 6%. Quien deposito en plazos fijos UVA tuvo una ganancia aún mayor a la del plazo fijo tradicional, pero los plazos más largos siguen ahuyentndo a la mayor parte de lo ahorristas.
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