Guzmán en Brasil: acuerdo por la energía, la promesa de un cepo “light” para Vaca Muerta y un duro pronóstico para la inflación de marzo

En medio de nuevos rumores, el ministro de Economía estuvo todo el viernes en el país vecino. Se reunió con su colega Paulo Guedes, con el ministro de Energía y con la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp)

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Martín Guzmán y Paulo Guedes
Martín Guzmán y Paulo Guedes

Desde San Pablo, Brasil - Martín Guzmán se llevó de su breve gira por Brasil dos gigavatios de energía eléctrica en la valija para los meses de mayor demanda durante el invierno, una reunión de alto perfil con su par Paulo Guedes –el hombre fuerte de la economía de Jair Bolsonaro– y un ida y vuelta con los empresarios industriales paulistas, un sector con un peso decisivo en la mayor economía de la región, que incluyó cuestionamientos a los controles de cambio y a la posición argentina por el Mercosur. Además, el funcionario dejó una fuerte advertencia por la inflación del mes pasado que, asegura, tuvo los peores números a nivel mundial en décadas y que eso “pega con fuerza” a la Argentina.

Ayer por la noche se reunión en Brasilia por primera vez con su par brasilero. Según fuentes locales, ambos hablaron de las “grandes oportunidades” en el sector energético y alimenticio que tienen ambas naciones. Guzmán pidió “ir hacia la integración entre la Argentina y Brasil” e hizo hincapié en que la “industria presenta más oportunidades si trabajamos juntos”. En ese contexto, mencionó dos conceptos: “seguridad alimentaria” y “seguridad energética”. “Argentina y Brasil juntos son más fuertes”, destacó y mencionó el potencial de los sectores de las industrias automotriz, alimenticia, energética y de fertilizantes.

También participaron el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, quien acompañó al ministro a lo largo del día; el secretario de Política Económica, Fernando Morra, el Jefe de la sección económica y comercial de la embajada, Rodrigo Bardoneschi y la asesora de la embajada, Camila Cabral. En representación de Brasil, estuvieron presentes el secretario Especial de Asuntos Internacionales, Roberto Fendt, su par de Comercio Exterior, Lucas Ferraz, y João Rossi, secretario especial adjunto de Comercio exterior y asuntos internacionales.

Un día en Brasil

El ministro de Economía llegó ayer por la mañana a San Pablo, el centro financiero y económico de Brasil, con la meta de conseguir un nuevo acuerdo bilateral que asegure una cuota mayor de abastecimiento en los meses más fríos que se avecinan. La agenda energética pasó a ser prioridad del jefe del Palacio de Hacienda una vez superado el capítulo de la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional.

Esa noticia llegó por un lado que no estaba en la agenda previa: un envío mayor de energía eléctrica entre mayo y septiembre por parte de las usinas hidroeléctricas brasileñas, que generan dos tercios de la energía total de ese país. Un flujo mayor de energía eléctrica, estiman, implicará poder utilizar de otra forma el gas y abastecer de otra forma la actividad industrial y la calefacción de los hogares. Mientras Guzmán estaba fuera del país, volvieron los rumores, nuevamente desmentidos, de su alejamiento del gabinete.

El embajador Scioli actuó como sherpa del jefe del Palacio de Hacienda. El presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp) fue muy elogioso del diplomático y hasta le dedicó: “La Fiesp es un segundo consulado argentino en Brasil”. La platea fabril paulista, muy poderosa en el entramado productivo brasileño, intentaron llevarse algunas respuestas concretas de Guzmán sobre un aspecto decisivo, por ejemplo, para la toma de decisiones de inversión: los controles cambiarios.

El ministro con los directivos de la Fiesp
El ministro con los directivos de la Fiesp

Junto con la posición de la Argentina ante la apertura comercial del Mercosur hacia otros bloques, las restricciones al giro de divisas desde territorio nacional hacia las casas matrices brasileñas fueron los dos reclamos más reiterados entre los hombres y mujeres de negocios que se acercaron al Fiesp, en un foro al que asistieron unos 200 empresarios. Los elogios, apretones de manos y sonrisas que se vieron en la previa y post seminario se interrumpieron durante la sesión de preguntas y respuestas de los industriales.

Algunos fueron más diplomáticos que otros, más directos y con ansias de ciertas definiciones de política económica hacia adelante. Hubo espacio para pedidos mucho más específicos, como un ejecutivo que se identificó como Eduardo Daher, desde el fondo del auditorio, y que pidió que la Argentina pueda ser abastecedor de cloruro de potasio de Río Colorado, Neuquén, a las empresas brasileñas. La Patagonia es, mencionaba ese empresario, una fuente de ese insumo más cercana para el sur de Brasil en comparación con las cuencas en la Amazonia.

Otro ejecutivo, que dijo tener una empresa de cosméticos y perfumería, se atajó diciendo que “para muchos puede ser un sector banal”, pero desafió a la audiencia: “Puedo afirmar categóricamente que en esta sala todos usaron por lo menos 10 productos de mis productos desde que amaneció hasta que llegó a su trabajo”, lo que despertó algunas risas en el auditorio del decimoquinto piso del Fiesp. “Y eso no es diferente en la Argentina, que consume mucha higiene personal”, comentó. Pero luego llegó el cuestionamiento: “Empresas de mis sector están dejando de operar en la Argentina por las barreras que existen”.

El ministro de Economía llegó ayer por la mañana a San Pablo, el centro financiero y económico de Brasil, con la meta de conseguir un nuevo acuerdo bilateral que asegure una cuota mayor de abastecimiento en los meses más fríos que se avecinan

Guzmán tomó nota de todos los planteos y respondió en un tranquilo portugués que casi no requirió asistencia local y que, mencionó al principio, adquirió durante su paso por dos meses por el Instituto de Matemática Pura y Aplicada (IMPA), en Río de Janeiro, en su etapa académica. El presidente de Fiesp, Josué Gomes da Silva, lo notó de inmediato y le reconoció “un acento carioca”, distinto de la entonación paulista.

El ministro de Economía repitió varias veces dos palabras a la hora de contestar los planteos sobre controles cambiarios: horizonte y camino. Lo hizo para explicar por qué, en su opinión, regulaciones como el cepo cambiario no podrían levantarse de un momento a otro. Aseguró el funcionario, en ese sentido, que implicaría volver a una situación de presión en la balanza de pagos. “Son transitorias, son medidas que durante un tiempo porque toma tiempo resolver las inconsistencias”, argumentó.

Martín Guzmán, Bento Albuquerque y Daniel Scioli
Martín Guzmán, Bento Albuquerque y Daniel Scioli

Luego del intenso ida y vuelta de preguntas y respuestas, el ministro y el embajador Scioli se quedaron para una “sobremesa” con saludos, intercambios de tarjetas y presentaciones públicas. Guzmán, incluso, le mencionó a un ejecutivo que volvería “más seguido” a Brasil a partir de esta visita. Un aviso de Scioli en voz alta interrumpió la despedida: “Ministro, nos está esperando Bento Albuquerque”.

En una mesa llena, sin asientos libres, el ministro de Energía y Minas brasileño y la misión argentina llegaron a un acuerdo para que Brasil le exporte a la Argentina una cuota de energía eléctrica que ese país genera por la vía hidroeléctrica -la principal fuente de energía local- entre mayo y septiembre, que son los meses en que mayor demanda de gas habrá. La lógica es que un suplemento de energía eléctrica transitando el tendido eléctrico nacional permitirá priorizar el gas para abastecer a la industria y a la calefacción de los hogares.

“Marzo ha sido el peor mes en todo el mundo en décadas” (Guzmán)

Guzmán llevó a San Pablo a Santiago López Osornio, subsecretario de Planeamiento Energético y un funcionario de su confianza en un reducto difícil para el ministro como la Secretaría de Energía, que comanda Darío Martínez y, debajo de él, funcionarios que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como Federico Basualdo y Federico Bernal.

La energía atravesó la misión paulista de Guzmán no solo por el acuerdo por la provisión de energía eléctrica sino también por Vaca Muerta. Uno de los puntos centrales de la presentación del ministro ante la Fiesp fueron las oportunidades que implica esa formación de hidrocarburos para los capitales externos. Incluso precisó que aún el 73% del área de esa cuenca todavía no está concesionada.

Guzmán, Guedes y sus equipos en Brasilia
Guzmán, Guedes y sus equipos en Brasilia

Para motorizar inversiones de este tipo las regulaciones cambiarias representan un freno, y en ese sentido Guzmán prometió ante la platea fabril que el Gobierno piensa en flexibilizaciones a los controles de capital para que empresas extranjeras inviertan en el sector y tengan una disponibilidad mayor de divisas.

Por último, un tema que no captó especial atención entre los empresarios que llegaron hasta la majestuosa sede del Fiesp en la avenida Paulista, fue la inflación. Hubo espacio para que el ministro de Economía explicara su visión multicausal. Y en ese sentido, defendió el recorte de la monetización del déficit fiscal –mencionó que al primer trimestre solo representó el 0,15% del PBI– y aseguró que deber seguir el camino de reducción del rojo fiscal.

Pero su análisis de la inflación vino con una fuerte advertencia a nivel global, pero que tendrá su correlato en la suba de precios local. La televisión brasileña mostraba este viernes por la noche como una de sus noticias principales que la inflación llegó en ese país a su nivel más alto desde 1994.

Guzmán prometió ante la platea fabril que el Gobierno piensa en flexibilizaciones a los controles de capital para que empresas extranjeras inviertan en el sector

“Es una situación que no tiene precedente en décadas”, dijo el ministro en declaraciones a Infobae. Y mencionó que el impacto particular de la guerra en Ucrania impacta en alimentos, metales y energía. “Marzo ha sido el peor mes en todo el mundo en décadas”, definió.

“Vemos cosas anómalas, la inflación mensual de Holanda fue 4,6%, y prácticamente no tenía inflación. En Alemania fue 2,5% en marzo y tampoco tenía inflación. Brasil también tiene tasas de dos dígitos. En la Argentina esta situación pega con fuerza, pero trabajamos para mantener el poder adquisitivo de los salarios y permitir que la economía argentina se siga recuperando”, concluyó.

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