Nadie baja la guardia, pero cualquier noticia buena, por pequeña que sea, cambia el humor de los mercados del mundo. Con el alza de la tasa del Bono del Tesoro de Estados Unidos, el título de referencia del planeta que ayer subió 0,05 puntos a 2,65%, hay que ser cauteloso con el riesgo porque el título le pone un piso alto a la renta que se debe obtener.
Las voces de algunos miembros de la Reserva Federal que no están de acuerdo con una política monetaria más dura, con elevar la tasa de interés de a 0,50 puntos por vez por temor a caer en la recesión, alentaron a los compradores de acciones de primera línea y subieron levemente todos los índices bursátiles de Estados Unidos.
El humor se contagió a la Argentina, donde pese a la caída del ETF’s de países emergentes -el EEM (índice de referencia) perdió 0,5%- tuvo un pequeño rebote en sus bonos bajo ley extranjera y el riesgo país bajó 12 unidades a 1.727 puntos básicos. Los títulos más destacados fueron el GD41 (+1,10%) y el GD35 (+1,21%).
Por otra parte, la aceleración del ritmo de devaluación que hizo subir al dólar mayorista 15 centavos a $ 111,99, provocó un nuevo aumento de los bonos dollar linked de 0,17% para el TV22 y de 0,53% para el TV23. Los inversores están renuentes a deshacerse de estos títulos porque son cobertura ante la devaluación. La escasa oferta alentó la suba. La inminente alza de la tasa de interés de referencia refuerza esta hipótesis.
En los mercados de futuro, pese a las ventas del Banco Central, subieron todos los fines de mes. Fin de abril quedó sin cambios, pero mayo aumentó 0,14% a $ 121,04, mientras junio creció 0,24%. La suba más importante fue la de noviembre de 0,52% a $ 154,50.
En estas circunstancias, los exportadores bajaron el ritmo de liquidación de exportaciones y el Banco Central apenas pudo comprar USD 1 millón, cifra que contrasta con los USD 55 millones comprados a lo largo de abril. Las reservas subieron USD 56 millones a USD 43.227 millones por la caída del dólar frente a las principales monedas del mundo y por el alza del oro de 0,70%.
Los dólares financieros comenzaron a reacomodarse y el contado con liquidación salió de su inusual posición de cotizar por debajo del dólar MEP o Bolsa y quedaron igualados en $ 191 gracias a una suba inferior al 1%. La caída de los bonos AL30 de 0,56% y la suba del GD30 de 1,02% fueron fundamentales para el cambio de escenario.
El “blue”, en tanto, se mantuvo en $196, después de subir a $197 durante buena parte de la rueda. Pero al vendedor le siguen pagando $193, es decir está por debajo del dólar solidario o tarjeta que cotizó a $193,46; por ahora continúa como el dólar más caro del mercado.
La Bolsa también reaccionó, pero con un monto moderado de negocios en comparación a los días de euforia. Se operaron $1.272 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, creció 0,64%. El sector de energía fue fundamental por el alza de tarifas que se avecina al igual que el de la construcción por el crecimiento de los últimos indicadores. De esta manera, Loma Negra subió 4%; Transportadora Gas del Sur, 3,19% y Transener, 3,16 por ciento.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron un escaso monto de $ 1.879 millones. En este sector lo mejor pasó por Corporación América (+3,4%), IRSA (+3,1%) y Transportadora Gas del Sur (+2,8%).
Los movimientos seguirán con este ritmo cauto porque los inversores esperan dos datos clave: el resultado de la inspección del FMI sobre las cuentas públicas y la inflación oficial de marzo.
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