Tras los aumentos de precios de febrero (4,7%) y de marzo, que el Indec oficializará en los próximos días, el Gobierno volvió a la carga contra las empresas y las culpó, nuevamente, de ser las generadoras de la inflación. Envió listas a los supermercados y a los proveedores con los productos que habían trepado más de 50% interanual y más de 7% el mes pasado y pidió que retrotraigan los valores al 10 de marzo. Las cadenas bajaron algunos precios, pero las empresas enviaron sus justificaciones y aún esperan respuesta de las autoridades. Mientras tanto, avanza la negociación para renovar Precios cuidados hasta julio y la nueva canasta de proximidad. Un combo perfecto que usará el Gobierno para lograr su cometido: que los productos del programa oficial estén lo más contenidos posible.
La renovación de Precios Cuidados está prevista para este jueves, al igual que el lanzamiento de la nueva canasta de 60 productos (de proximidad) destinada a comercializarse en los pequeños comercios, tanto almacenes como autoservicios de todo el país. Pero la discusión todavía no está saldada en ninguno de los dos casos. De todas maneras, son las mismas empresas las que participan en ambos programas, por lo que el cierre de las discusiones se está dando en simultáneo. Para el viernes, ambos deberían estar en funcionamiento, pero el nuevo “Súper cerca” está lejos de estar operativo ni siquiera la semana próxima, plantean los comerciantes.
Feletti planteó a los empresarios que podrán tener una rentabilidad promedio del 30% en los 60 productos de la canasta y disponer de una lista con los precios a los que deberían vender y otra a los que deberían comprar
La reunión de ayer entre representantes del Gobierno, sindicalistas de la CGT y directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) apenas reconfirmó la creación de esa canasta básica, sin brindar mayores precisiones. “De manera complementaria a las canastas de Precios Cuidados, los representantes gubernamentales informan que se está próximo a establecer una canasta de primera necesidad, integrada por entre 50 y 60 productos, que tengan un precio claro en los diferentes formatos de comercialización, el cual tendrá una amplia difusión. (...) La mencionada lista y su formato de implementación se encontrará finalizado dentro de las próximas 72 horas”, señaló el comunicado posterior al encuentro en el ministerio de Economía.
“Se supone que el 8 se lanza la nueva canasta, pero luego tenemos que tener el tiempo de ir a los mayoristas y encontrar los productos para poder venderlos. Y posteriormente ver si funciona. El programa no es obligatorio. El comerciante que lo adopta va a tener la cartelería y la rentabilidad que nos ofrecieron no es mala, por lo que a todos nos puede servir”, manifestó el presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, Fernando Savore. Según explicó el dirigente, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, les planteó -en la reunión que mantuvieron este lunes- que la idea era que puedan tener una rentabilidad promedio del 30% en los 60 productos de la canasta y que puedan disponer de una lista con los precios a los que deberían vender y otra a los que deberían comprar.
“El programa está destinado al fracaso”, se sinceró una fuente de una alimenticia líder que participa con dos productos. Y siguió: “¿Cómo hará el Gobierno para controlar que los almaceneros vendan al precio fijado, cuando hay una gran cantidad de comercios en todo el país?”. Por otra parte, algunos de los productos del listado, que el Gobierno distribuyó solo en los medios, no tienen un gran consumo. Es el caso de la mermelada de naranja, por ejemplo.
En el caso de Precios Cuidados, el equipo de Feletti pidió a las empresas la incorporación de más productos, pero hay resistencia por parte del sector privado en función de la fuerte suba de los costos y poca posibilidad de trasladar a los precios del plan. Para esta renovación, las autorizaciones máximas llegan al 3% mensual -9% trimestral-, aunque en algunos casos bajan a 2%, cuando la inflación de los últimos dos meses, y la que también se proyecta para abril, no baja de 5 por ciento.
“El programa está destinado al fracaso”, se sinceró una fuente de una alimenticia líder que participa con dos productos. Y siguió: “¿Cómo hará el Gobierno para controlar que los almaceneros vendan al precio fijado, cuando hay una gran cantidad de comercios en todo el país?”
Como todas las negociaciones se están dando en simultáneo, el Gobierno usa, en algunos casos, los fuertes aumentos de marzo y los pedidos para retrotraerlos como argumento para presionar por un mejor acuerdo de Precios Cuidados. Fuentes de una firma contaron que habían subido 11% el mes pasado y que desde la secretaría los presionaron para que sumen más productos al programa oficial, si no querían verse obligados a retrotraer todos los aumentos. “Cada vez que se viene una renegociación de Precios Cuidados, se vienen con algo porque es la forma que tienen de plantarse”, analizaban ayer en una empresa.
En cuanto a los pedidos para retrotraer precios a marzo, hasta ahora sólo avanzaron con algunos productos las cadenas de supermercados. En el caso de los proveedores, que también recibieron sus respectivas listas con los productos que habían tenido subas “desmedidas”, según el Gobierno, enviaron sus argumentos y justificaciones y están a la espera de una devolución oficial. Sin embargo, como el Gobierno ya negoció con el canal comercial dar marcha atrás con algunos incrementos, lo que sucederá a partir de ahora es una dura negociación entre las cadenas y los proveedores para discutir cómo se reparte ese costo. Fuentes del supermercadismo dijeron a este medio que algunas empresas ya suavizaron los aumentos, por ejemplo, prorrateando en algunos meses las subas que habían enviado para ser aplicadas de una sola vez, en marzo.
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