A las dificultades que tienen las empresas para operar en la Argentina, por la inflación alta y precios regulados; falta de divisas; brecha cambiaria y déficit fiscal que impulsa la creación de impuestos y suba de alícuotas de Ingresos Brutos, entre muchos otras, este invierno se le sumarán las restricciones de suministro energético. Si bien son habituales los cortes en temporadas de muy bajas temperaturas, este año se agravarían por la escasez de dólares líquidos en las reservas del Banco Central y la incertidumbre en materia de abastecimiento mundial derivada de la invasión de Rusia a Ucrania desatada a fines de febrero.
El precio del gas licuado (GNL) se encareció fuertemente respecto del precio pagado el año pasado -escaló de USD 8 a USD 35 el millón de BTU- y no se sabe a ciencia cierta si el Gobierno podrá hacer frente al pago de todos los barcos que se necesitan para cubrir la demanda prevista para el invierno. Tampoco si se conseguirá el gas requerido.
Algunos sectores industriales, como la petroquímica o la siderúrgica, utilizan el gas como insumo, pero otros también lo requieren para generar energía. Por eso, ya se están preparando para un invierno crudo y comenzaron a diseñar estrategias que eviten el mayor impacto posible en la producción.
No se sabe si el Gobierno podrá hacer frente al pago de todos los barcos que se necesitan para cubrir la demanda de gas prevista para el invierno
De hecho, algunas consultoras económicas y bancos de inversión ya proyectan un fuerte impacto en la actividad. Un informe del JP Morgan plantea que si el aumento del precio de la energía no logra ser compensado por los ingresos del complejo agropecuario, crecen 50% las probabilidades de que la Argentina vuelva a caer en recesión, según publicó Infobae este viernes.
Frente a este escenario, desde la UIA se le pidió formalmente una reunión a la Secretaría de Energía, que conduce Darío Martínez, con copia a los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para crear una mesa de trabajo que tenga como finalidad prepararse ante posibles restricciones en el suministro de gas. El tema fue debatido durante el encuentro que mantuvieron días atrás algunos referentes de la central fabril con la CGT y el presidente Alberto Fernández y también habló del tema Kulfas, durante la conferencia de prensa que dio tras la presentación del plan “Argentina Productiva 2030″.
“No es que el Presidente no puede garantizar el gas, lo que ocurre en el mundo es que hay escasez y se han disparado los precios. La situación es crítica en el mundo. En función del gas disponible y si eventualmente hubiera faltantes, vamos a evaluarlo, veremos cómo lo coordinamos para priorizar el abastecimiento. Fue una buena iniciativa que planteó la Unión Industrial”, dijo Kulfas.
Agregó el ministro que el Gobierno está terminando por estas horas un análisis de las compras que están realizando la Secretaría de Energía y la empresa estatal Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (Ieasa), por lo que a partir de eso tendrán un panorama más claro.
¿Qué proponen los empresarios?
La propuesta que la UIA le hizo al Gobierno fue crear esa mesa de trabajo y evaluar, en función de lo que se pueda garantizar de gas, qué puede aportar cada región y sector. Con este objetivo, la entidad ya comenzó a hacer un relevamiento entre sus asociados. “El Gobierno debería proveer la cantidad de barcos necesarios. En 2021 se necesitaron 56, pero este año la demanda va a incrementarse y es posible que sean 70. Entonces, si esos otros barcos no se consiguen ¿Quién va a hacer el aporte? La industria, lo cual es injusto. La industria es muy constante en la demanda. El residencial multiplica por tres la demanda de gas cuando hace frío. Debería haber una campaña de uso racional por parte del Gobierno”, dijeron fuentes de la UIA.
No es que el Presidente no puede garantizar el gas, lo que ocurre en el mundo es que hay escasez y se han disparado los precios (Kulfas)
Lo primero que quiere saber la entidad que preside Daniel Funes de Rioja es cuánto gas habrá disponible, no sólo por la oferta mundial, sino también por lo que cuesta hoy el GNL y las escasas divisas que tiene el Gobierno. “El responsable de proveer el suministro es el Estado. En función de lo que nos digan, ahí veremos qué hacemos”, dijo la fuente.
Pero las opciones son varias, dependiendo del sector. Pero lo que está claro es que la industria le pedirá al Gobierno que si tiene que haber cortes en el suministro a las plantas fabriles que sean rotativos y programados, de forma tal de permitirle a la fábrica afectada organizar su producción.
Fuentes del sector siderúrgico dijeron a este medio que una alternativa sería adelantar las paradas de mantenimiento que habitualmente se realizan en el verano, así como también vacaciones.
“Tenemos que ver qué posibilidades tiene cada sector. Tal vez a alguno le podés bajar 50% y puede seguir funcionando, otro puede reemplazar el gas, hay que verlo de forma individual para organizar la producción”, dijeron en la UIA. “Veo la situación muy complicada. Son muchos los elementos que no tenés predefinidos, no sabemos el ciclo de temperaturas que vamos a tener, tampoco cuánto dinero se va a poder usar para traer gas, si es que se consigue. Son muchas las variables y las vamos a tener que ir remando una por una”, remarcó el presidente de Aluar, Javier Madanes Quintanilla.
Según el empresario, “es difícil hoy armar un plan de contingencia porque las restricciones potenciales son muchas. Sobre la marcha habrá que ir tomando decisiones. De última, se baja la palanca y a esperar a que pase la sequía”.
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