Un informe de Moody’s Investors Service analizó los alcances del nuevo acuerdo rubricado por el Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El 25 de marzo, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un Acuerdo de Facilidades Extendidas (Extended Fund Facility-EFF por sus siglas en inglés) por USD 44.000 millones para Argentina. Bajo el nuevo programa EFF, que el Congreso de Argentina aprobó la semana anterior, el FMI hará informes trimestrales sobre los desembolsos al Gobierno, que el Gobierno utilizará principalmente para pagar la deuda adeuda al FMI del programa de 2018. El nuevo programa plurianual ayudará a Argentina a eliminar el riesgo a corto plazo de incumplimiento de sus obligaciones con el FMI y aumentar las reservas internacionales oficiales”, puntualizó el informe cuyo autor principal es Gabriel Torres, vicepresidente y analista senior de Moody’s para la Argentina.
No obstante, el informe de Moody’s advierte que “para reducir los grandes desequilibrios macroeconómicos, prevemos importantes riesgos de implementación y esperamos renegociaciones de los principales objetivos macroeconómicos. Como resultado, no esperamos que el programa vaya a mejorar significativamente la solvencia general de Argentina”.
Moody’s detalló que “el programa apunta principalmente a reducir el déficit primario del Gobierno, eliminar el financiamiento del Banco Central para 2024 y alcanzar un saldo primario para 2025. El año pasado el déficit primario fue del 2,2% del PIB, pero se redujo en parte gracias a ingresos extraordinarios, como el Impuesto sobre el Patrimonio, con ingresos equivalentes al 0,5% del PIB. Para 2022, el objetivo de déficit primario con el FMI es del 2,5% del PIB, pero esperamos un mayor déficit primario, particularmente a medida que aumentan los precios mundiales del petróleo y el gas, que conducirán a un aumento de los subsidios a la energía”.
Además, consideró que “reducir el financiamiento monetario por parte del Banco Central será supeditado a la continua reducción del déficit primario, ya que Argentina carece de un mercado de capitales local profundo para reemplazar el apoyo del Banco Central”.
“Varios miembros de la coalición gobernante, incluida la vicepresidenta Cristina Kirchner y altos miembros del Congreso, han rechazado abiertamente el acuerdo”, subrayó Moody’s
“Esperamos que las demandas sociales y las diferencias políticas dentro de la coalición gobernante conduzcan a déficits primarios más altos que los apuntados actualmente. Una restricción clave para reducir el déficit primario este año será el efecto de los precios más altos del petróleo en las finanzas del Gobierno. Los subsidios a la energía fueron del 2,3% del PIB en 2021 y el acuerdo del FMI exige una caída de los subsidios equivalente al 0,6% del PIB este año. Incluso antes de los recientes aumentos de los precios del petróleo y el gas, la reducción de los subsidios relacionados con la energía habría requerido aumentos significativos en los costos residenciales de las tarifas de energía. El FMI ya ha señalado que espera que las metas del programa requieran revisiones, posiblemente incluso en los próximos meses. También esperamos una presión significativa para aumentar el gasto público en 2023, un año electoral, más allá del gasto compatible con el nuevo programa”, enfatizó el análisis.
Por otra parte, la calificadora de riesgo indicó que “la resistencia de la coalición gobernante a los recortes presupuestarios requeridos también dificultará el cumplimiento de los objetivos del programa. Varios miembros de la coalición, incluida la vicepresidenta Cristina Kirchner y altos miembros del Congreso, han rechazado abiertamente el acuerdo con el FMI Los funcionarios del gobierno cercanos al vicepresidente también se oponen al nuevo programa. Esto es particularmente importante porque en algunos casos esos funcionarios del gobierno serían los encargados de implementar los recortes presupuestarios”.
“La oposición al programa por parte de los miembros de la coalición gobernante refleja las diferencias de política, pero también la expectativa de que el ajuste fiscal política en un año electoral conducirá a una derrota electoral. En noviembre pasado, el Gobierno perdió escaños en ambas cámaras del Congreso en elecciones legislativas intermedias, obligándolo desde entonces a negociar con la oposición para aprobar la legislación necesaria”, señaló Moody’s.
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