El Gobierno utilizará parte del préstamo del FMI como financiamiento en pesos y tendrá ayuda para cumplir con la meta de déficit

Unos USD 4.400 millones del nuevo crédito alimentarán reservas y al mismo tiempo serán usados como “apoyo presupuestario”, por lo que obtendría más de $480.000 millones

Unos USD 4.380 millones del nuevo crédito alimentarán reservas y al mismo tiempo serán usados como “apoyo presupuestario” (Nicolás Stulberg)

El Gobierno podrá contar con una “ayuda” fiscal millonaria para allanar el camino de cumplimiento del objetivo de déficit primario al que se comprometió con el Fondo Monetario Internacional para este año. Una parte del préstamo total que enviará el organismo a la Argentina será utilizado por el Ministerio de Economía como refuerzo de reservas y también como “apoyo presupuestario”. El Ministerio de Economía y el FMI, de todas formas, ya anticiparon que deberán reconsiderar algunas de las variables del acuerdo ya que el organismo cree que existen “riesgos excepcionalmente altos” para los supuestos del programa.

Así lo establece el memorando técnico, uno de los documentos enviados por el Poder Ejecutivo al Congreso para la aprobación del acuerdo. Se trata del paper que establece en general definiciones técnicas pero que también explicita algunos compromisos de política económica y pautas a seguir que no están explicadas en la hoja de ruta de las políticas económicas consensuadas con el Fondo.

Al hacer una definición del ítem reservas internacionales netas (RIN), en el punto 19 del memorando, el Gobierno especifica: “Los pasivos brutos incluyen los desembolsos del FMI, excepto el componente de financiación neta del programa (DEG 3.166 millones), también considerado como apoyo presupuestario, que incrementarían las RIN”, manifiesta el documento.

“Los pasivos brutos incluyen los desembolsos del FMI, excepto el componente de financiación neta del programa (DEG 3.166 millones), también considerado como apoyo presupuestario, que incrementarían las reservas” (Memorando técnico con el FMI)

En esa oración habla entonces de un financiamiento neto (es decir, por fuera de los vencimientos que debe cubrir el Extended Fund Facility del anterior crédito Stand By) de 3.166 DEGs, lo que implica unos USD 4.376 millones al valor de la conversión de este jueves entre las dos unidades de medida. Es una suma muy similar al primer envío de derechos especiales de giro que hizo el FMI en agosto pasado a la Argentina en el marco de su ayuda especial a sus países miembro para afrontar el Covid.

De esta manera, el FMI devuelve así al Tesoro los dólares que utilizó entre septiembre y enero para afrontar los pagos sucesivos al Fondo Monetario mientras se desarrollaba la negociación. Esa porción del préstamo (casi el 10% del total) tendrá entonces una doble función como refuerzo a las arcas del Banco Central y como financiamiento en pesos.

Informes recientes de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), hicieron la misma consideración. “En el memorando se establece que durante este año 2022 unos USD 4.400 millones se usarían como apoyo presupuestario. Se entiende que eso permitiría cubrir parte del déficit fiscal que todavía habrá que seguir financiando este año”, explicó este último centro de estudios, con base en Córdoba.

El Gobierno podría contar con una "ayuda" fiscal por parte del FMI. EFE/Juan Ignacio Roncoroni

El año pasado el Gobierno había también hecho un “doble uso” similar de los DEGs, aunque hay diferencias técnicas entre un caso y otro. En agosto del año pasado, cuando se acreditó el envío de DEGs, mediante un asiento contable la Secretaría de Hacienda hizo que esa inyección de divisas también puedan ser consideradas como un “ingreso extraordinario”. De esta forma, pudo allanar el camino fiscal que tenía el Gobierno a esa altura del año. Hacienda pudo conseguir unos $422.000 millones de financiamiento en esa ocasión y le permitió, de por sí, que el Estado termine el 2021 con un rojo primario más bajo de lo que se preveía en un principio.

En este caso ese esquema contable no podría ser llevado adelante, explicó a Infobae un economista experto en cuentas del sector público que pidió no ser identificado. La diferencia radica en el cáracter que tenía el primer envío de DEGs de agosto y el que tiene como parte del programa nuevo. “En agosto se podía pasar como ingreso por ‘arriba de la línea’, es decir como un ingreso extraordinario al Tesoro, pero en este caso se trata de un financiamiento directo, es un préstamo del FMI. Es como cuando el Tesoro consigue pesos por una licitación de bonos”, graficó.

La operatoria debería ser la siguiente: el FMI envió los Derechos Especiales de Giro a la cuenta que tiene el Tesoro nacional en el Banco Central. El Gobierno puede venderle esos DEG al BCRA y conseguir pesos con los que financiar el déficit. Esto implicaría para Hacienda un financiamiento, con el tipo de cambio mayorista actual, que ascendería a $490.000 millones, lo que representaría a pesos de hoy poco más de 0,7 por ciento del Producto Bruto, estimó Nadin Argañaraz, de Iaraf.

Eso sucedería en caso de decidiera vender todos los DEG al BCRA al mismo tiempo, con la cotización presente. Si esa conversión de los USD 4.400 millones lo hiciera a lo largo del año, por tramos, podría entonces obtener en pesos un financiamiento mayor en términos nominales. No es una cifra menor en un contexto en el que el Gobierno necesitará un doble recorte: en el del déficit primario, desde 3% a 2,5% del PBI y de 3,7% a 1% del PBI en la asistencia monetaria desde el Banco Central.

Si el Gobierno llevara adelante nuevamente ese esuqme, eso representaría para el Estado un ingreso de unos $490.000 millones, lo que representaría a pesos de hoy poco más de 0,7 por ciento del Producto Bruto

Una de las cuestiones que el Gobierno asegura también en la letra chica del acuedo es que cualquier excedente a la recaudación programada será utilizada para cumplir con la meta fiscal. “Nos comprometemos a aprovechar esta oportunidad para reducir debidamente el déficit fiscal según corresponda, o para asegurar que nuestro escenario base de meta fiscal se cumpla en el evento de que ocurra un shock externo adverso, y de esta manera reflejar nuestro compromiso respecto a las políticas de estabilización macroeconómicas”, asegura el memorando.

Las dudas sobre la posibilidad de alcanzar los objetivos fiscales surgieron como consecuencia del shock de precios internacionales que siguió a la invasión rusa en Ucrania, principalmente de energía y alimentos. Ya algunos informes privados sugerían que el Gobierno podría necesitar alguna alternativa para cumplir el objetivo de déficit primario en caso de que no pueda llevar adelante un recorte de subsidios como el que propuso.

Tanto Kristalina Georgieva como el directorio del FMI consideraron que el programa firmado con la Argentina tiene riesgos “excepcionalmente altos”, lo que obligará a una “recalibración” temprana de algunas variables. El shock de precios internacionales pondrá en tensión las proyecciones de inflación previstas -entre 38 y 48% anual- y el camino de recorte de subsidios energéticos.

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