La cercanía de los meses fríos encendió las alarmas en el tablero de la política económica del Gobierno, que teme que pueda haber un escenario de escasez de energía durante el invierno y que eso fuerce a poner en marcha algún mecanismo de racionamiento del gas en la industria.
Así lo aseguraron en las últimas horas altas fuentes oficiales, que miran con preocupación cómo el cambio de escenario de precios internacionales que se disparó como consecuencia de la guerra en Ucrania tiró por la ventana los papeles con los cálculos iniciales del gasto en energía que debería hacer el Poder Ejecutivo en 2022. Una parte relevante del consumo durante los meses de mayor demanda es cubierto con importaciones.
El riesgo latente, en un contexto de reservas escasas más allá de que comenzaron los desembolsos desde el FMI y que habrá un refuerzo neto al Banco Central, es que el salto en el costo para abastecer el consumo de energía en los próximos meses sea tal que el gas convierta en un insumo escaso. En un escenario de esa naturaleza, el Gobierno ya empieza a prever algún tipo de racionamiento para los grandes consumidores de energía, como son las industrias.
El Gobierno teme que pueda haber un escenario de escasez de energía durante el invierno y que eso fuerce a poner en marcha algún mecanismo de racionamiento. La industria recogió el guante y espera negociar una solución acordada
“El panorama es complicado. Hay una parte positiva de esta situación y es que es que el Plan Gas salió muy bien (en el marco de los precios altos) pero el mayor gasto para importación es un problema”, reconoció una fuente oficial. Según estimaciones privadas, el gobierno deberá importar unos 70 barcos de GNL a un precio a definir pero que estará seguramente por encima de los USD 30. De esa manera, tendrá un precio al menos cuatro veces mayor al que pagó por las 56 embarcaciones de 2021.
La preocupación en el sector empresario también se acentuó en las últimas semanas. La Unión Industrial Argentina anunció este martes que conformó una mesa de trabajo “para abordar la agenda vinculada al abastecimiento y al uso eficiente de la energía, con el objetivo de reducir el impacto negativo del escenario global en la producción y el consumo local durante el período invernal”, mencionó la entidad que conduce Daniel Funes de Rioja. Según anticiparon, se presentaron “la agenda de trabajo y las propuestas para articular esfuerzos desde la demanda y la oferta de energía”.
Funes de Rioja aseguró este martes, al finalizar el Consejo Económico y Social en el Centro Cultural Kirchner, que “al Presidente le expresamos que nosotros estamos intentando proponer que, si llega a haber problemas de suministro de gas, (poner en marcha) una forma de autoadministración. Si existen problemas, también estamos dispuestos a buscar caminos de administración de los recursos que tenemos”, concedió. Se refería a un primer encuentro que hubo entre la cúpula de la UIA, la CGT, Alberto Fernández y algunos de sus principales ministros. Ese cónclave podría tener nuevos capítulos en las próximas horas.
En el Poder Ejecutivo aseguran que ya están en conversaciones con el sector industrial para llegar a algún tipo de acuerdo cuando el gas empiece a faltar. “Estamos trabajando con la industria para encontrar algún esquema de ‘autorregulación’, para que si llegara a escasear el, que no sea un vale todo, sino que estemos preparados”, mencionaron desde un despacho oficial.
La lógica de ese plan, aseguran en Gobierno, es dilucidar “qué industria puede parar y cuál no”. “Es una posibilidad importante que haya escasez, estamos preparados para un posible escenario así”, admitieron en las últimas horas desde el Poder Ejecutivo.
En el Poder Ejecutivo aseguran que ya están en conversaciones con el sector industrial para llegar a algún tipo de acuerdo cuando el gas empiece a faltar. La lógica de ese plan, aseguran en Gobierno, es dilucidar “qué industria puede parar y cuál no”
El escenario de precios internacionales es cambiante e incluso el propio diagnóstico del Gobierno se mueve a ese ritmo. Sin ir más lejos, a principios de mes el Banco Central estimaba que el impacto que tendría la guerra en Ucrania y el salto de commodities para la balanza comercial argentina iba a ser neutra. Es decir: el impacto negativo por la mayor necesidad de gasto en dólares para importar energía se vería compensado por los ingresos extra que supondría un incremento de los valores de los alimentos. La cuenta cambió, según aseguró en las últimas horas un funcionario del equipo económico: “El salto neto ahora nos da levemente negativo”, reconoció.
En conferencia de prensa este miércoles por la tarde, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas mencionó que “se han disparado los precios del gas en todo el mundo”. “Gracias al Plan Gas logramos un aumento significativo, pero sabemos que necesitamos abastecernos de gas de Bolivia y con GNL. Ese gas se encareció. Sin el Plan Gas el perjuicio hubiera sido más grave”, dijo el funcionario.
En ese sentido, reconoció que buscarán un “mecanismo de coordinación”. “Es decir, que podamos en función de cuánto gas vamos a tener disponible, y si eventualmente hubiera faltantes, ver cómo coordinamos y cómo priorizar el abastecimiento de gas. Fue una buena iniciativa de la UIA”, mencionó.
De acuerdo a estimaciones realizadas por el ex secretario de Energía Daniel Montamat, en materia de gas el déficit comercial de la Argentina sobrepasaría los USD 6.400 millones en un escenario “pesimista” de guerra prolongada en Ucrania, fríos intensos y persistentes congestiones en el transporte internacional. Pero aún en un escenario optimista, en el que el país importe el GNL a un precio promedio de USD 30, el déficit superaría los USD 4.800 millones.
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