Como muchos otros proyectos que el hombre ha encarado a lo largo de la historia y luego ha olvidado, en el universo de la aviación también existen edificios que sufrieron este destino.
En el mundo hay muchos aeropuertos que fueron abandonados por diferentes razones, desde bombardeos hasta malas ideas explican que existan estos edificios que dejaron de recibir aviones -o que nunca lo hicieron- para convertirse en verdaderos elefantes blancos.
En esta ocasión, Infobae relevó las historias de los 4 aeropuertos fantasma más increíbles del mundo:
1. Aeropuerto de Tempelhof, Berlín
El Aeropuerto de Tempelhof, en la ciudad alemana de Berlín, fue inaugurado en 1923 para convertirse en la terminal más grande de Europa sólo 7 años después, con vuelos a más de 70 ciudades, 25 de las cuales se encontraban fuera de Alemania.
Ya con Adolf Hitler al mando de Alemania, el arquitecto Albert Speer se embarcó en la construcción de la terminal central en el año 1934. Este edificio fue, hasta la construcción del Pentágono, en 1943, el mayor edificio del mundo. De hecho, el reconocido arquitecto británico Normar Foster lo describió como “la madre de todos los aeropuertos”.
Una de las ventajas que suponía el Tempelhof en aquellos años era que se encontraba muy cerca del centro berlinés, sin embargo, esto produciría años más tarde su caída. Antes de que estalle la Segunda Guerra Mundial, el aeropuerto recibía hasta 92 vuelos diarios, de los cuales 40 eran internacionales, todas las operaciones en la terminal se tuvieron que suspender debido al conflicto.
En 1945, el ejercito de los Estados Unidos tomó el control de Tempelhof y lo mantuvo durante toda la Guerra Fría hasta la caída del Muro de Berlín, cuando fue retransferido a la autoridad civil de la Alemania reunificada. No obstante, su cierre se comenzó a considerar desde entonces, debido a que ya no era rentable su uso por su ubicación, los aviones modernos necesitaban de pistas más largas, que ya no era posible construir allí. Registraba pérdidas de unos 10 millones de euros por año hasta que fue clausurado en 2008.
En 2010, se inauguró un parque público en sus antiguas instalaciones que se usa hasta el día de hoy, y se ha convertido en uno de los espacios verdes favoritos de los berlineses. El edifico construido por Speer sigue en pie y puede observarse en conmemoración de la terminal aérea que supo ser.
2. Aeropuerto de Ciudad Real, España
En los años ‘90 comenzó a analizarse en España la construcción de un aeropuerto en Ciudad Real, debido a que las instalaciones del Madrid-Barajas no eran suficientes para la cantidad de operaciones aéreas que recibía la capital española.
A partir de esta idea, se construyó el Aeropuerto de Ciudad Real, la primera terminal privada de su clase en España que supuso una inversión total de 1.100 millones de euros, de los cuales 400 fueron aportados por el gobierno de Castilla-La Mancha.
El fracaso se debió en parte a la lejanía que tiene con Madrid, más de 200 kilómetros, y a que el aeropuerto capitalino fue agrandado en los mismo años. Para entender mejor su historia vale con mostrar ciertos números: en 2009 recibió sólo 53.557 pasajeros y en 2010 unos 33.520, números muy bajos para una terminal de estas características.
Sólo 3 años después de su construcción, en 2011, despegó el último vuelo comercial destinado a Barcelona. Luego de operar sólo unos pocos aviones privados, en abril de 2012 la instalación dejó de tener actividad aérea. Por un tiempo se utilizó como locación para rodajes y filmaciones y en 2013 intentó venderse por 100 millones de euros, sin embargo, nadie aceptó la oferta.
Fue así que en 2015 se inicia su subasta hasta que fue adquirido por apenas 10.000 euros por un grupo chino. Desde entonces el aeropuerto sigue inactivo, excepto durante la pandemia que fue utilizado para guardar aeronaves que no podían volar debido a las restricciones.
3. Aeropuerto de Nicosia, Chipre
El aeropuerto de Nicosia, capital de Chipre, fue construido en la década del 30 y se usó tanto como terminal comercial como militar durante la Segunda Guerra Mundial por parte de aviones norteamericanos que lo usaron como base para bombardear los pozos petroleros de Rumania.
Luego de la guerra, la terminal operó comercialmente hasta que volvió a tener operaciones militares francesas y británicas durante la guerra de Suez. Luego de este conflicto quedó en manos chipriotas hasta que fue destruido por bombardeos turcos durante la Operación Atila, cuando Turquía invadió Chipre.
En julio de aquel año, en un lapso de apenas 4 días, el aeropuerto fue objeto de múltiples bombardeos y ataques turcos que dejaron inutilizable tanto la pista principal como las auxiliares y pese a los esfuerzos británicos y de las Naciones Unidas de repararlo, esto no fue posible y hoy la terminal está abandonada y semidestruida.
4. Aeropuerto de Croydon, Inglaterra
La terminal aérea de Croydon supo ser en algún momento el aeropuerto internacional más grande de Inglaterra y tuvo un papel determinante en el desarrollo de la aviación mundial después de la “Gran Guerra”. Finalizado en 1920 contó con grande innovaciones para la época como el primer control de tráfico aéreo del mundo y la primera terminal aeroportuaria.
Durante la Segunda Guerra Mundial el aeropuerto tomó el nombre de RAF Croydon, ya que pasó a ser utilizado como un terminal militar. Luego del conflicto, la base aérea volvió a las manos de la aviación civil pero perdió el protagonismo ante el Aeropuerto de Heathrow, actualmente el principal del país, y uno de los más importantes del mundo.
Sumado a esto, en el año 1958 se concretó la construcción del Aeropuerto de Gatwick, que pasó a ser el segundo de mayor envergadura de Inglaterra, lo que forzó a que Croydon cierre sus operaciones en 1959. Actualmente la terminal es considerada como Patrimonio en Riesgo del país y pasó a ser un monumento histórico de la aviación comercial.
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