Argentina está a un paso de convertirse en miembro de la Agencia Internacional de Energía (IEA, en inglés), una oficina internacional que fue creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) luego de la crisis del petróleo de 1973.
El anuncio sería mañana en París, donde el ministro Martín Guzmán está de viaje en el marco de la renegociación con el Club de París y donde, además, lleva adelante una agenda energética con reuniones con empresas y entidades. En ese contexto, el ministro participó hoy en el encuentro anual de la IEA.
“La IEA tiene un rol trascendental por su desempeño en la cooperación internacional para la energía y ha efectuado a lo largo de los últimos años un fructífero trabajo con Argentina. Si bien, Argentina tradicionalmente intercambia con la AIE datos y estadísticas energéticas, nuestro país no se encuentra hoy asociada a la agencia”, destacaron desde Economía.
“El encuentro ministerial de la AIE reúne a las máximas autoridades en la materia de los países líderes para discutir acciones en el contexto de la crisis energética mundial”, dijeron. Desde mañana, trascendió, el país sería una nación “adherida” al organismo, cuyos miembros son los 30 integrantes de la OCDE. También son “invitados” Brasil, China, India y Sudáfrica, entre otros. Su objetivo es “coordinar las políticas energéticas de sus estados miembros de la OCDE, con la finalidad de asegurar energía confiable, adquirible y limpia a sus respectivos habitantes”.
“Nos adhieren porque ven que podemos contribuir a la transición energética global y tenemos una reserva estratégica en la Argentina. También por el trabajo que viene haciendo Guzmán en los organismos internacionales y los debates globales que está impulsando, posicionando a la Argentina en los fotos internacionales más importantes”, explicaron fuentes oficiales.
Guzmán también se reunió hoy con el Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann.
La energía, en el centro
“Estamos poniendo la cuestión energética como objetivo central en la gestión de gobierno”, dijo Guzmán esta semana en Argentina Oil & Gas Expo. “El mundo está viviendo una crisis energética global, con el impacto que tiene la situación geopolítica tanto en los commodities como en la energía. Para la Argentina, esto implica un shock multidimensional; desde el punto de vista de la balanza de pagos, a los precios de hoy, nosotros vemos que el efecto es neutral”, dijo.
Días atrás estuvo presente en CERA WEEK 2022, en Houston, EEUU, el evento energético más importante del mundo. Allí se reunió con Jennifer Granholm, secretaria de Energía de EEUU –con quien se reuniría también mañana en París– y con ejecutivos de empresas petroleras como Total, Chevron, Shell y Equinor.
Efectivamente, la energía es uno de los temas centrales para el Gobierno, junto con la inflación. El acuerdo con el FMI incluye una fuerte baja del déficit fiscal y eso es igual a suba de tarifas y quita de subsidios. Ambas cuestiones se discutieron hasta último momento, algo que incluso demoró el cierre de la renegociación.
Tal es la tensión que la semana pasada Infobae publicó en exclusiva una carta de Darío Martínez, secretario de Energía, a su jefe, Martín Guzmán, en la que le decía que los fondos que le había enviado para marzo eran solo el 20% de lo que necesita para importar gas y garantizar el suministro. Horas después, Martínez aseguró que estaba todo solucionado... para marzo.
El hecho es solo una muestra de la puja en el rubro entre los funcionarios más cercanos a Alberto Fernández, como Guzmán, y los que responden a Cristina Kirchner, como Martínez y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, cercano a La Cámpora y a quien el ministro quiso echar sin éxito el año pasado.
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