Los trabajadores autónomos pueden estar obligados a pagar el Impuesto a las Ganancias aunque estén cerca de la línea de pobreza. De acuerdo a un trabajo de la consultora privada Focus Market, sufren una “inequidad tributaria” frente a los monotributistas y los trabajadores asalariados.
“Tanto diputados, oficialismo y de la oposición, prometieron luego de la aperturas de las sesiones del Congreso de la Nación en marzo de 2021 que actualizarían las escalas del pago de impuesto para los trabajadores autónomos. Nada han realizado y ha pasado un año. Luego insistieron con esa misma promesa en campaña para las elecciones legislativas nacionales. Los autónomos son pobres y a riesgo con esta carga impositiva. En la apertura de las sesiones del Congreso de este año, el Presidente ni siquiera mencionó la situación del límite de pobreza por el que atraviesa este régimen impositivo para el pago de Ganancias”, indicó Damián Di Pace, director de la Consultora Focus Market.
El informe de la consultora muestra cuatro casos:
- Un trabajador autónomo que cobró por honorarios profesionales $74.000 mensuales (diferencia de entre los honorarios y gastos). Este valor es llamado el “Resultado impositivo”, del cual —después de deducciones— se determinará el impuesto anual. En el caso que este profesional sostenga a una familia tipo según el último dato de Indec, la Canasta Básica Total (CBT) es de $83.807. Este trabajador autónomo no cubre las necesidades básicas y está 13% por debajo de ese umbral ($9.807 por debajo de la línea de la pobreza).
- Si se compara la situación de un autónomo y un trabajador en relación de dependencia que ganan $225.000 por mes ($2.640.000 al año) para el mismo ingreso tienen un trato diferencial impositivo. “Ante el mismo nivel de ingresos la persona en relación de dependencia se encuentra en una posición más favorable a la hora de pagar impuestos. En 2021 un autónomo comenzaba a pagar Impuesto a las Ganancias a partir de $64.532 y ese mismo año se legisló para que un trabajador en relación de dependencia comience a pagar a partir de los $225.000 por mes”, destacó el informe.
- Al comparar un monotributista versus un autónomo en sus distintos formatos (director de sociedad, profesional, entre otros) que perciban anualmente ingresos por $3.200.000, un director de sociedad aportará un impuesto fijo mensual de $22.968,62, además de Impuesto a las Ganancias, Ingresos Brutos, IVA. Al mismo nivel de ingreso el monotributista pagará $16.114 y el autónomo director de sociedad $22.968 más 35 % de Impuesto a las Ganancias, 21% de IVA, 3% de Ingresos Brutos más otros impuestos nacionales o provinciales.
- En el caso de un autónomo que gana mensualmente $300.000 por mes ($3.600.000 al año), tributará por la ganancia adicional al año un impuesto por $779.686,42, mientras que una persona física en relación de dependencia con un sueldo anual de $3.600.000 (incluyendo aguinaldo) tributará $315.000. “Este es otro claro ejemplo como el tratamiento impositivo no es solo distorsivo porque no siempre mayores ingresos reflejan ganancias en términos reales, sino que el tratamiento diferenciado para los aportantes incentiva a la informalidad”, destacó el informe.
“El régimen del autónomo es complicado y distorsivo. La retención por categorías de ingreso hace que los contribuyentes tengan que ser más creativos en no caer por un mínimo de aumento nominal en la próxima categoría con una alícuota mucho más alta. Por ejemplo, en el caso de un ingreso anual de $3,2 millones de un monotributista versus un ingreso de $1 millón de un autónomo, este último pagaría un 35% en Impuesto a las Ganancias por el excedente”, destacó Di Pace.
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