Martín Guzmán vs. Darío Martínez: final abierto para una pelea cuyo trasfondo es político

Aparecieron los fondos que el secretario de Energía reclamaba al ministro de Economía pero queda latente el problema político. El vínculo entre el gobierno y los sectores cercanos a la Vicepresidenta están rotos. Se teme que los reproches cruzados continúen siendo públicos

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El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el secretario de Energía, Darío Martínez
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el secretario de Energía, Darío Martínez

No va a ser responsable del quebranto del sistema energético porque hay un ministro (por Martín Guzmán) que giró el 20% de los fondos que se necesitan para sostener el sistema energético”, señalan fuentes allegadas al secretario de Energía, Darío Martínez. De esta manera, explican la dura carta dirigida al ministro de Economía, Martin Guzmán, que hizo pública Infobae.

Descartan que la carta - donde el funcionario alertaba que en 15 días el norte del país no tendría luz porque Economía no le giraba los fondos requeridos- sea una extorsión al titular del Palacio de Hacienda. Es más, argumentan que el reclamo de Martínez es para un funcionario de menor jerarquía y no para Guzmán con el cual “se lleva muy bien”.

Estuvieron trabajando juntos “analizando el ampliar las partidas presupuestarias”, agregan para demostrar que no hay “ninguna interna entre ambos funcionarios”.

Allegados al secretario de Energía, en tanto, argumentan: “Lo que hizo Martínez es cumplir con su responsabilidad de funcionario, dar a conocer que alertó al ministro sobre los problemas, que justificó las necesidades presupuestarias y sin embargo se le transfirió el 20% de los montos requeridos”, explican allegados a Martínez.

“No hay ningún conflicto, es una discusión de un secretario defendiendo su gestión, Darío y Martín se llevan muy bien”, comentan en la Casa Rosada

No había pasado mucho tiempo desde la difusión de la carta y la secretaria de Energía informó: “Hemos acordado con la Secretaria de Hacienda los nuevos techos y la planificación financiera para el mes de marzo que garantiza el funcionamiento del sistema energético”. De esta manera, el grueso de los reclamos de Martínez plasmados en la carta fue resuelto.

La justificación oficial es que la cartera de Energía no cuenta con el presupuesto disponible y, que el Palacio de Hacienda le autoriza las trasferencias “a mes vencido”.

Desde el gobierno también intentan poner “paños fríos” y justifican el fuerte tono de la carta de Martínez “porque se estaba peleando con el área de Hacienda reclamando por su presupuesto”.

“No hay ningún conflicto, es una discusión de un secretario defendiendo su gestión, Darío y Martín se llevan muy bien”, comentan en la Casa Rosada.

Final abierto

Desde el punto de visto presupuestario, el tema parece resuelto pero no así el problema político que encierra el reclamo de un funcionario claramente allegado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En este sentido, allegados al presiente interpretan esta carta como un “ataque directo a la autoridad de Guzmán” al tiempo que ratifican el respaldo presidencial al ministro.

“No podemos seguir gobernando tirándonos cartas entre nosotros” se lamentaba un alto funcionario de la Casa Rosada. “Qué casualidad que el reclamo del secretario de Energía surja el mismo día que se vota en el Senado el acuerdo con el FMI”, comentaban allegados a Alberto.

Lo que ya nadie niega es que las relaciones entre el “albertismo” y el kirchnerismo están rotas, lo cual torna muy difícil la gestión del gobierno. Desde la Casa Rosada se siente traicionados por el kirchnerismo, que no brindó el apoyo parlamentario al acuerdo con el FMI. En tanto, desde el Instituto Patria se quejan de la mala gestión en general y, particularmente, cuestionan con severidad el accionar de Guzmán.

En particular, los vínculos con la secretaría de Energía y el Ministerio de Economía ya eran tensos aunque ahora tratan de explicar que “se llevan bien”. Cabe recordar el frustrado intento del ministro Guzmán de desplazar al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo (a mediados del año pasado) por el incremento tarifario.

(Presidencia)
(Presidencia)

En ese momento, Guzmán planteaba que las tarifas se ajusten por inflación. Esta propuesta fue rechazada por un amplio sector del kirchnerismo y se dio marcha atrás con la propuesta de Economía. Luego, y en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, desde Energía presentaron un esquema tarifario con un solo aumento del 20% en el año y la eliminación de subsidios para determinados barrios de mayor poder adquisitivo.

Guzmán rechazó esta iniciativa y propuso al FMI un aumento tarifario para todos los segmentos sociales y la eliminación de los subsidios para el 10% más rico de la población. Este nuevo esquema habría sido confeccionado sin la participación de la Secretaria de Energía, comentan en los pasillos del Palacio de Hacienda.

“Esa misma semana en que se conoció el nuevo esquema de ajuste de tarifas de Guzmán, Darío Martínez daba notas ratificando el aumento del 20%”, se quejaban allegados al Instituto Patria para reafirmar que las relaciones entre el ministro y su secretario de Energía prácticamente son inexistentes.

Los paños fríos que ambos funcionarios salieron a poner a la disputa solamente sirven para ganar tiempo dentro de un conflicto que sigue latente.

Este problema no es menor, entienden los especialistas, porque uno de los aspectos clave del acuerdo con el FMI es una reducción de los subsidios energéticos, política que no será fácil de instrumentar en un contexto signado por marcadas diferencias entre el titular de Economía y el área energética, que pertenece a la misma cartera.

Fuentes cercanas al Gobierno especulaban que en los próximos días debería producirse una definición política para resolver el problema, al tiempo que ratifican que Guzmán cuenta con el respaldo del presidente Fernández. Los paños fríos que ambos funcionarios salieron a poner a la disputa solamente sirven para ganar tiempo dentro de un conflicto que sigue latente.

Asimismo, se teme que las diferencias continúen haciéndose públicas. En el entorno del primer mandatario, afirman que será muy difícil gestionar en un contexto signado por la implementación del acuerdo con el FMI y en medio de una guerra en Ucrania.

Justamente hoy el vocero del Fondo, Gerry Rice, reconoció que las consecuencias de la guerra y aun sin saber cuánto durara el conflicto- traerá menor crecimiento y mayor inflación mundial.

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