Los bonos que ajustan por el costo de vida fueron las estrellas del mercado. El presidente Alberto Fernández cometió el error de anunciar con anticipación de 48 horas que mañana comienza “la guerra contra la inflación”. Todos saben que cuando se anuncian medidas antiinflacionarias, las empresas, supermercados, proveedores y comercios quieren llegar a ese punto con los precios más elevados posible para acordar desde un techo y no desde el piso. En estas 48 horas, los alimentos mostraron el efecto negativo con importantes subas de hasta más de 20% en frutas y vegetales.
Por supuesto, como el anuncio se hizo antes de la licitación de bonos, el miércoles a la tarde estaban todos los inversores ofertando por los Bonos CER que acapararon 84% de la demanda y en algunos hubo que prorratear la adjudicación porque los títulos no alcanzaban para todos.
Los Boncer de más corto plazo, como el que vence en 2023, ayer subió 0,70% porque los inversores sacrificaron la tasa porque creen que la inflación que viene los recompensará ampliamente.
Los pequeños y medianos ahorristas no dejaron pasar de largo este tema y por eso los depósitos UVA, donde hay que inmovilizar el dinero por un mínimo de 90 días, crecieron casi 5% en la primera quincena de marzo y más de 23% en lo que va del año. La velocidad con que aumentan estas colocaciones se acelera día a día. Basta ver el crecimiento de los plazos fijos para comprobar esta realidad. En lo que va del año aumentaron 15% y en la primera quincena de marzo, apenas 2%. Esto implica que, en el último tiempo, la velocidad de crecimiento de los plazos fijos UVA duplicó a los tradicionales y son la mejor opción en la disputa contra el dólar. Tal vez la suba de tasas que se espera para hoy disminuya esta brecha de crecimiento.
El dólar, en tanto, abrió muy pedido, 1,5% arriba, pero con el transcurso de la rueda el dólar MEP y el contado con liquidación se pusieron casi iguales y salieron los operadores a arbitrar entre ambos dólares, porque el costo para girar al exterior era el mismo que para mantenerlo en la Argentina.
Ante la ínfima diferencia para canjear ambos dólares -menos de 0,5% cuando hubo épocas que superó 7% y lo normal es que esté entre 3 y 4%- empezaron a aparecer inversores vendiendo cable (la diferencia de precio entre ambos dólares). Esto exacerbó la oferta del MEP y los dólares terminaron con leves alzas.
El MEP aumentó $ 1,80 a 195,73 y el contado con liquidación, 82 centavos a $ 195,74. Poner dinero en cuentas del exterior no tenía costo y hubo demanda del MEP para abaratar esa operación. En la plaza marginal, el “blue” subió a $ 203, pero no pudo mantener ese precio y al cierre bajó $ 1 para quedar en el mismo valor del día anterior.
Los bonos de la deuda tuvieron otra buena rueda porque Rusia consiguió que Morgan Stanley le transfiera a Citigroup los dólares de las cuentas congeladas para pagar a los no residentes los vencimientos no solo de los cupones de los bonos del gobierno sino los de Gazprom y otras empresas privadas. El riesgo país ruso retrocedió 838 unidades (-27,61%) a 2.197 puntos. Las posibilidades de default de Rusia bajaron desde 80% a 47%, es decir que está casi a la par con la Argentina. Antes de la guerra, el riesgo país de Rusia era de 223 puntos básicos.
De todas maneras, el pago de la deuda estatal y privada de los rusos hizo subir a los bonos corporativos. Los de YPF y otras empresas locales aumentaron más de 3%. Los bonos estatales de la deuda tuvieron un mix de alzas y subas que dejó al riesgo país 21 unidades abajo (-2,1%) a 1.766 puntos básicos.
La Bolsa continuó en alza acompañando al mundo. El S&P Merval aumentó 2,50% con negocios por $ 1.184 millones. Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones y ETF’s que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una buena rueda. Con negocios por $ 2.782 millones, un volumen más bajo del habitual, se destacaron Cresud (+6,85%), MercadoLibre (+6,80%) y Tenaris 5,01%.
La suba del petróleo y el gas hizo que los ETF que los representan tuvieran importantes aumentos. El índice USO, que mide las empresas petroleras subió 7,9% y el XLE de energía, 3,5%.
Para hoy se aguarda otro capítulo de una historia que, además de los problemas locales, sumó el de la reaparición del Covid en el mundo y puede afectarlo de manera directa porque puede seguir la suba de combustibles y alimentos, que afianzan el alza de la inflación local.
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