La Isla de Man, una dependencia de la Corona Británica que es elegida como paraíso fiscal por magnates de todo el mundo, le quitó la licencia a al menos 18 aeronaves registradas en ese país. Entre ellas, a un helicóptero ligado al superyate del millonario ruso Roman Abramovich, dueño del club inglés Chelsea. La medida implica que todos esos aparatos no podrán ser volados legalmente en el Reino Unido o la Unión Europea, ya que requieren estar registrados para hacerlo.
Situada en el Mar de Irlanda, entre Gran Bretaña e Irlanda, la isla cuenta con un registro de aeronaves que incluye jets privados y corporativos de alta gama, así como helicópteros. El registro de la isla puede permitir a los millonarios eludir los impuestos que se pagan por esos vehículos en otros países. La Isla de Man es conocida como una economía de bajos impuestos o paraíso fiscal.
Según reportó The Guardian, un vocero del Gobierno de la isla dijo que la conexión entre aeronaves registradas en ese país y oligarcas rusos está siendo “revisada como un tema de la más alta prioridad”. El mismo portavoz aseguró que el registro de aeronaves de la Isla de Man había actuado “de forma proactiva y sólida” desde la imposición de las sanciones, trabajando en cooperación con el Departamento de Transporte del Reino Unido.
El registro, conocido como Iomar, está “obligado a actuar adecuadamente de acuerdo con tales medidas, y en estas circunstancias una aeronave sería cancelada siguiendo los procesos legales y regulatorios requeridos”, agregó.
Hasta ahora, Iomar canceló la matrícula de 18 aeronaves y ha declarado que es probable que se produzcan más cancelaciones en una “situación que evoluciona rápidamente”.
Las medidas de la Isla de Man refuerzan la prohibición del Reino Unido y de la Unión Europea de que todos los aviones rusos vuelen en su espacio aéreo como parte de las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin.
Un helicóptero Airbus, que anteriormente operó en conjunto con en el superyate My Solaris de Roman Abramovich fue retirado del registro de la isla esta semana, según informó el periódico inglés. Un jet privado propiedad del oligarca ruso Dmitry Mazepin, un Gulfstream G650, también se encuentra entre las 18 aeronaves retiradas del registro. También una aeronave de Oleg Tinkov, un oligarca ruso hasta ahora no afectado por sanciones.
El escape del superyate
El superyate de Abramovich protagoniza en estos días un largo viaje a toda velocidad con el que su dueño busca evitar ser decomisado. La embarcación salió de Barcelona el 8 de marzo. Las aplicaciones públicas de seguimiento de tráfico marítimo mostraron que la embarcación de USD 600 millones ancló el fin de semana pasado en Tivat, república de Montenegro. El país todavía no es parte de la Unión Europea y no está obligado a acatar las sanciones contra oligarcas rusos.
El domingo pasado el yate de 140 metros de eslora abandonó también ese puerto y ahora navega a través del Mar Egeo, frente a las costas de Grecia. Y algunos reportes de medios europeos señalan que se dirige a Estambul, Turquía.
El megayate, que tiene motores eléctricos, cuenta con 48 camarotes, una piscina, jacuzzi, spa y un helipuerto. Su tripulación estimada es de alrededor de 60 personas. Y el helicóptero Airbus retirado de los registros de la Isla de Man operó recientemente en conjunto con esta embarcación.
Abramovich, clasificado como el octavo hombre más rico de Rusia, tiene una riqueza superior a los USD 13.000 millones. Tiene participaciones en la empresa siderúrgica rusa Evraz (28,64%, según SkyNews) y Norilsk Nickel. El lunes fue fotografiado en el aeropuerto de Estambul y, tres días atrás, su avión privado aterrizó en Tel Aviv.
El oligarca ruso también es poseedor de una flota de automóviles de lujo. La lista de autos de Abramovich cuenta con dos limusinas Mercedes-Maybach 62 valuadas en 1,3 millones de dólares cada una, y un Rolls-Royce Corniche, que tiene un costo aproximado a los 800.000 dólares. Abramovich es, además, propietario de una lujosa residencia de 15 habitaciones en el elegante barrio londinense de Kensington.
My Solaris no es el único activo de Abramovich que hoy trata de escapar de las sanciones. Otro superbote de su propiedad, Eclipse, navega en estas horas el Mar Mediterráneo sin que se conozca cuál será su puerto de destino.
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