El próximo viernes, según las palabras del presidente Alberto Fernández, se iniciaría “la guerra contra la inflación” y el primer paso sería que hoy el Banco Central decida una notable suba de las tasas de interés para abortar el rebote de los dólares financieros y del “blue”, tras las malas cifras de inflación de febrero y las declaraciones en el senado del ministro de Economía, Martín Guzmán, donde adelantó que no habrá un bono en dólares al tipo de cambio oficial para los fondos del exterior que tienen títulos en pesos. Las carteras de los dos fondos -Pimco y Templeton- son lo suficientemente importantes como para hacer dudar al mercado porque tienen Bonos que ajustan por el CER que no renuevan y los cambian por dólares para girar al exterior.
Las divisas financieras habían comenzado la rueda con una suba de 1% que se fue acentuando a lo largo del día. De esta manera, el dólar MEP avanzó $ 5,87 (+3,1%) a $ 193,93 y el contado con liquidación, $ 6 (+3,2%) a $ 195,22. De esta manera, los dólares financieros volvieron a cotizar por encima del dólar solidario que quedó en $189,55.
El movimiento tuvo eco en la plaza mayorista, donde el dólar aumentó apenas 10 centavos a $ 109,43, pero con la mitad de las operaciones habituales hasta el lunes pasado. Por eso, el Banco Central se fue de la plaza sin poder comprar dólares. El día anterior, se había insinuado la reversión de la tendencia bajista porque pudo adquirir apenas USD 500.000, mientras los dólares financieros subían 1%.
El mercado tuvo su día positivo tras el anuncio de Rusia de que pagó los vencimientos de ayer de su deuda en dólares a los no residentes. El detalle que complica todo es que la parte que les corresponde de los USD 117,2 millones fueron depositados en cuentas congeladas. El problema ahora está en la otra orilla. Si Estados Unidos y Europa no descongelan esas cuentas los acreedores no cobran y se puede declarar el default, aunque hay un plazo de 30 días para que eso ocurra. Rusia tuvo su último default en 1917 cuando triunfó la revolución bolchevique.
La noticia hizo que el riesgo país ruso baje 48% a 3.035 puntos básicos e impulsó el alza de los bonos emergentes, incluidos los de la Argentina. De hecho, el ETF que representa a los países emergentes, el EEM, subió nada menos que 8,1% a pesar de que el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos se elevaron a 2,19% un nivel que no conocía desde octubre de 2019.
Los títulos argentinos se beneficiaron con la noticia y tuvieron alzas de hasta 3,5% que hicieron que el riesgo país baje 41 unidades (-2,2%) a 1.787 puntos básicos.
La euforia de los mercados del mundo por el renacer de China que tranquilizó a los inversores, las palabras más optimistas de Jerome Powell tras la suba de 0,25 puntos de las tasas norteamericanas y el optimismo porque se alcance un acuerdo entre Rusia y Ucrania, contagiaron a las acciones argentinas.
La Bolsa, tras la caída de los negocios del martes, recuperó fuerzas y volvió a su normalidad al operar $ 1.387 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó nada menos que 4,04% recuperando una buena parte de lo que perdió en las primeras dos ruedas de la semana. Las alzas más destacadas fueron las de Comercial del Plata (+11,26%), BBVA (7,27%) y Ternium (+6,41%).
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones y ETF’s que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $ 3.293 millones. Lo más destacado fue MercadoLibre (+12,98%) y Globant (+11,41%). Despegar, animada por la posibilidad de que cese la guerra entre Rusia y Ucrania, subió 6,81%. Entre los ETF’s, el de China (FXI) fue el más buscado tras la resurrección de las acciones de esa plaza. El aumento fue de nada menos que 21,24%. Entre los inversores se celebraba la resurrección de Alibaba que estuvo al borde la quiebra y ayer aumentó 36,76%. El gobierno chino desea cerrar rencores porque su economía está cayendo aceleradamente ante el riesgo de que los inversores extranjeros disminuyan sus inversiones e impongan sanciones comerciales por el acercamiento a Rusia.
En tanto, la licitación de deuda de la Secretaría de Finanzas fue exitosa, pero a un costo pírrico, porque a pesar del variado menú de títulos con tasas fijas, el 84% de los bonos colocados fueron los que ajustan por el CER, es decir que equivale a endeudarse a una tasa de 5% mensual. El Tesoro consiguió $ 381.115 millones, lo que le dejó un saldo extra de $ 123.800 millones para atender futuros vencimientos.
El mensaje del mercado es que no quiere saber nada de deuda a tasa fija después de la reciente suba del dólar. Los únicos títulos que acepta son los indexados que no van más allá de 2023, particularmente. Por eso la canasta que combinaba los bonos más cortos se llevó $ 272 mil millones, el 71% del total adjudicado en la licitación. Estos bonos vencen durante este mandato y es el costo de conseguir dinero para cubrir los vencimientos del año más difícil por la acumulación de deuda en pesos.
La “guerra contra la inflación” comienza hoy con la pulseada entre las nuevas tasas de interés y el dólar. Si no consiguen abatir al dólar y las inflación con el arsenal de medidas, habrá problemas.
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