El Gobierno fue a buscar inversiones a Medio Oriente pero volvió con las manos vacías

Los árabes reclamaron que el Congreso apruebe un tratado de protección de inversiones firmado en 2018. Hizo ruido el faltazo a último momento del Presidente

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El discurso de Santiago Cafiero en Dubai

La gira encabezada por el canciller Santiago Cafiero a Dubai no obtuvo los resultados esperados, a pesar de la nutrida delegación que formó parte de la comitiva oficial. Aunque Alberto Fernández, habló de inversiones comprometidas en infraestructura por USD 1.000 millones a través de redes sociales, la realidad sería muy diferente a la expresado por el Presidente.

La misión a Medio Oriente tuvo complicaciones de entrada. Alberto Fernández se bajó casi a último momento y la mayoría de las reuniones que estaban agendadas con los jeques de Emiratos Árabes se suspendieron. Esto obligó a rearmar las agendas a último momento.

Además, también se suspendió una parte de la gira que incluía a Arabia Saudita que estaba prevista luego de la participación en la Expo Dubai, que tuvo un día dedicado a la Argentina. Sin que haya mediado explicación alguna, al final se decidió no incluir ese destino y la misión terminó antes de lo previsto.

Los países del Golfo Pérsico están entre los mayores inversores internacionales del planeta, a partir de los fondos soberanos que fueron conformando con los millonarios recursos petroleros. El Investment Corporation de Dubai, por ejemplo, maneja activos por USD 300.000 millones. Una cifra similar maneja el Qatar Investment Authority.

En Dubai aseguraron a los funcionarios argentinos que hay por lo menos USD 1.300 millones que podrían destinarse inmediatamente a inversión directa en Argentina. Según pudo saber Infobae, los árabes expresaron interés en tres áreas claves de la economía argentina: energía, alimentos y farmacéutica. Sin embargo, para volcar recursos a través de sus vehículos específicos vienen reclamando al Gobierno la aprobación legislativa del Tratado de Protección de Inversiones firmado en 2018 entre la Argentina y Emiratos Árabes Unidos, cuya emirato más importante es Dubai.

Ese tratado le otorga un estatus especial a las inversiones de ese país y abre la puerta a los tribunales internacionales en caso de controversias o incumplimientos de contrato. Sin embargo, desde la Argentina dejaron en claro que no hay ninguna posibilidad de dar aprobación legislativa al tratado, en la medida que mantenga esa condicionalidad. La respuesta de los jeques no se hizo esperar: “En esas condiciones no podemos poner un solo dólar en el país”.

La gira por Emiratos Árabes tuvo pocos resultados concretos para el Gobierno. Los jeques reclaman que el tratado de protección de inversiones firmado en 2018 con la Argentina tenga aprobación legislativa, pero el Gobierno se negó. Hay interés en energía, alimentos y farmacéutica

Según había expresado Cancillería, el objetivo de la gira pasaba por “posicionar al país como actor relevante en el área de la transición energética, la ciencia del espacio, la biotecnología y la tecnología de la información y la comunicación”.

Viajaron además varios gobernadores, como Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Raúl Jalil (Catamarca); Jorge Capitanich (Chaco); Gerardo Morales (Jujuy) y Ricardo Quintela (La Rioja). Y también formaron parte de la comitiva los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; Turismo y Deportes, Matías Lammens y las secretarias de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco; de Promoción Turística, Yanina Martínez; la jefa de Gabinete de la Cancillería, Luciana Tito; el secretario General del Consejo Federal de Inversiones, Ignacio Lamothe, y representantes de distintas empresas.

La gira a Medio Oriente terminó por lo tanto con pocas novedades positivas para la Argentina, que sigue desaprovechando oportunidades para abrir mercados y conseguir inversiones genuinas. La decisión del Presidente de desistir a último momento del viaje también resulta criticable, teniendo en cuenta que hace poco más de un mes había decidido entrevistarse con Vladimir Putin. En aquel momento, fin de enero, ya estaba claro el peligro de una invasión rusa a Ucrania que se terminó desencadenando a fines de febrero.

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