Tres días después de la media sanción en la Cámara de Diputados, y en medio de una tensión política interna en el Frente de Todos que recrudece, el ministro de Economía Martín Guzmán acudirá este lunes al Senado, territorio de Cristina Kirchner, para defender ante las comisiones de la cámara baja el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El jefe del Palacio de Hacienda, de todas formas, deberá defender un proyecto de ley distinto al que fue presentado en Diputados. El oficialismo necesitó eliminar el artículo que adjuntaba la letra chica del programa financiero con el Fondo para conseguir el apoyo opositor. La media sanción, así, incluyó solo la autorización para el refinanciamiento de la deuda. No hubo un respaldo parlamentario para el acuerdo técnico que el ministro de Economía trabajó durante un año y medio con el staff del FMI.
Se espera que el Senado tenga un tratamiento “exprés” del proyecto de ley. Este lunes pasará por comisiones, en una reunión en la que también estará presente el presidente del Banco Central Miguel Pesce. Más adelante en la semana llegará la discusión propiamente dicha de los senadores para conseguir dictamen y el jueves podría tratarse en el recinto. Según publicó Infobae, la composición del resultado en Diputados que dio media sanción al proyecto preanunciaría un apoyo de la cámara alta y su sanción esta misma semana.
Guzmán deberá defender un proyecto de ley distinto al que fue presentado en Diputados: el oficialismo necesitó eliminar el artículo que adjuntaba la letra chica del programa financiero con el Fondo para conseguir el apoyo opositor
El ministro de Economía quedó, una vez más, en la mira en los últimos días, por la dinámica que tuvo en Diputados la discusión del proyecto de acuerdo con el FMI. El jefe del Palacio de Hacienda tenía la idea de que la autorización del endeudamiento debería llegar, además, con un respaldo parlamentario a las políticas económicas incluidas en los memorandos y consensuados con el Fondo Monetario. “Ahora algunos dicen ‘quiero el financiamiento, pero no me hagas votar las políticas’ y eso no existe, a ver si se entiende”, había manifestado el funcionario apenas presentó en sociedad el nuevo programa financiero.
Pero la oposición rechazó la idea de tener que votar en el recinto el programa plurianual del Gobierno y argumentó que la responsabilidad de la política económica es del Poder Ejecutivo, por lo que no tenía sentido incluir en el articulado de la ley la letra chica del acuerdo. El presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, que encabezó la negociación por parte del Frente de Todos con los legisladores opositores, tuvo que ceder y aceptó eliminar el artículo con los documentos adjuntos para obtener el aval de la mayoría de los escaños de Juntos por el Cambio.
Guzmán fue el encargado de exponer ante los diputados sobre por qué el proyecto debía tener el acuerdo del Congreso para evitar consecuencias en la economía, y lo hizo, aún a su estilo, en duros términos: “La alternativa es un crecimiento de la incertidumbre y no redunda en nada mejor. Por el contrario va a generar una situación de profundo estrés cambiario con consecuencias inflacionarias, la actividad económica, el empleo y la pobreza”, mencionó ante el plenario, del que no participaron legisladores de La Cámpora.
“Es nuestra responsabilidad marcar lo potencialmente desestabilizante de la situación si la Argentina enfrenta si no se refinancia la deuda de 2018. Enfrentamos caminos que se bifurcan, es un problema grave. Esta es una solución en pasos y este es uno muy importante. El acuerdo que hoy trae el Gobierno establece un camino transitable”, defendió.
“Desde lo fiscal se apunta a seguir estableciendo un camino de fortalecimiento del crédito y de nuestra moneda”.”Por eso es importante ir bajando el déficit fiscal para depender menos del endeudamiento y de la emisión monetaria. Se trata de un camino necesario”, sentenció Guzmán. “Argentina no cuenta con recursos para hacer frente a los vencimientos programados, lo que pone en clarísimo riesgo la estabilidad de la balanza de pagos en este mismo mes”, aseguró el ministro.
Si bien la mitad del trámite parlamentario ya fue cumplimentado, el debate en la cámara alta estará enmarcado en una cuenta regresiva que suena cada vez más cerca. El próximo 21 y 22 de marzo son las fechas previstas en el calendario de pagos al FMI, y en las que el Gobierno debería abonar USD 2.786 millones de vencimientos de deuda al organismo.
El próximo 21 y 22 de marzo son las fechas previstas en el calendario de pagos al FMI, y en las que el Gobierno debería abonar USD 2.786 millones de vencimientos de deuda al organismo
Esa suma solo podría ser afrontada por el Poder Ejecutivo si estuviera vigente el nuevo programa financiero y el Fondo Monetario enviara el primer desembolso, que se estima en USD 9.800 millones. Para que eso suceda, el directorio del FMI tendrá la última palabra y será el que respalde, se estima, la ley que eventualmente sancione esta semana el Senado.
Una vez completados esos dos pasos -aprobación en la cámara alta y aval final del directorio- se pondrá en marcha oficialmente el nuevo programa Extended Fund Facility (EFF) y dejará así atrás al Stand By de 2018. Dentro de tres meses tendrá lugar la primera revisión: el organismo evaluará si el equipo económico cumplió las primeras metas trimestrales del programa: USD 4.100 millones de reservas acumuladas, $566.000 millones de déficit primario como máximo, y un tope de $438.000 millones de envíos desde el Banco Central al Tesoro.
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