Inflación: por la suba de la nafta, las consultoras estiman que en marzo podría llegar a 5%, la más alta en dos años

Este mes se concentraron aumentos en precios regulados, alimentos y los combustibles. Pero analistas advierten sobre la inercia para los próximos meses del año

Guardar
El pico de 2021 fue en marzo de ese año, con un índice mensual de 4,8%
El pico de 2021 fue en marzo de ese año, con un índice mensual de 4,8%

Con los aumentos de precios regulados que se aplicaron este mes, la suba de los alimentos y el reciente ajuste del precio de los combustibles, los analistas económicos ya anticipan que la inflación de marzo podría alcanzar el 5% y, en ese caso, sería el índice mensual más alto desde septiembre de 2019, cuando luego de las PASO se superó el nivel del 5% mensual (el pico de 2019 fue de 5,9%).

Otros analistas, en tanto, ubican las proyecciones para el índice mensual de marzo en 4,4% o con un piso de 4,5%, cerca del índice más alto en el último año. El pico de 2021 fue en marzo de ese año, con un índice mensual de 4,8%.

Desde la consultora Analytica estimaron un 4,4% para marzo, incluyendo el ajuste en los combustibles. “Siguen las subas en alimentos sobre un mes con fuerte aumento como fue febrero”, destacó el economista Claudio Caprarulo.

Los analistas económicos ya anticipan que la inflación de marzo podría alcanzar el 5% y, en ese caso, sería el índice mensual más alto desde septiembre de 2019

Desde la consultora EcoGo estiman una suba cercana al 5% mensual. Esta proyección toma en cuenta la suba de precios regulados —como prepagas, educación privada y combustibles— y las fuertes subas en alimentos. “Solamente tuvimos incrementos similares a estos esperados post PASO de 2019. Creemos que la inflación va a seguir estando elevada en general, pero más en torno a 4%. Vamos a sufrir el impacto de los precios internacionales y me parece que los ajustes en los precios energéticos van a tener que seguir para poder financiar el salto de las importaciones”, explicó Sebastián Menescaldi, director asociado de EcoGo.

Sin embargo, la alerta es que el primer trimestre del año podría cerrar muy alta, incluso en comparación con los años anteriores. “Vimos un febrero alto también, por encima del 4,2%. Algunos aumentos puntuales siempre hay en marzo, pero el componente que nos preocupa es el inercial y eso se está reflejando en el rubro alimentos. Luego hay rubros como colegios privados y combustibles; pero nos preocupa más la dinámica de no poder frenar un piso de 4% mensual independiente de los precios regulados”, explicó el economista Guido Lorenzo, de la consultora LCG.

Hay preocupación porque el piso inflacionario sigue alto para los próximos meses
Hay preocupación porque el piso inflacionario sigue alto para los próximos meses

“La preocupación no es porque un mes esté a ese nivel, miraría más cuánto se acumula en tres o seis meses. En tres meses al 4,5% estás en 15% trimestral”, alertó. Desde LCG esperaban para marzo un índice de 4,2% y luego del aumento de combustibles la proyección es de un piso de 4,5%.

Desde FIEL proyectan un índice en torno al 5% para marzo, con arrastre además para el mes de abril. “No veo que esto sea ‘consecuencia’ del acuerdo con el FMI. Eso es incorrecto, más bien es consecuencia de la política doméstica en 2021 y lo que va de 2022″, señaló Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL.

No veo que esto sea ‘consecuencia’ del acuerdo con el FMI. Eso es incorrecto, más bien es consecuencia de la política doméstica en 2021 y lo que va de 2022 (Juan Luis Bour)

El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano también proyecta 5% de inflación para marzo, como consecuencia de los aumentos —incluidos los de combustibles— y de las dos tendencias de fondo: el diagnóstico equivocado de las causas de la inflación y un aprovechamiento de la inflación para licuar gastos.

“Dado que los gastos dependen de la inflación pasada, mientras que los ingresos son función de la inflación presente, una mayor inflación es siempre un instrumento para reducir el déficit fiscal en términos reales”, sostiene Víctor Beker, director del Centro.

Los economistas cuestionaron el diagnóstico de la inflación de algunos sectores del Gobierno
Los economistas cuestionaron el diagnóstico de la inflación de algunos sectores del Gobierno

“El principal compromiso que asume el Gobierno consiste en una paulatina reducción del déficit fiscal que, estimado en 3% del PBI en 2021, debería reducirse al 2,5% en 2022, al 1,9% en 2023 y al 0,9% en 2024″, detalló. Uno de los instrumentos previstos para la reducción es un recorte en los subsidios energéticos, pero la invasión rusa a Ucrania introdujo una complicación adicional.

“Es difícil de prever cuál será la evolución del precio de los combustibles en el mercado internacional y si, en consecuencia, los aumentos tarifarios previstos serán suficientes para reducir la magnitud de los subsidios energéticos. Caso contrario, en alguna de las revisiones trimestrales que el FMI ha de realizar para verificar el cumplimiento del programa, el tema podría ser revisado”, señaló.

Beker cuestionó la explicación “monocausal” de algunos sectores del oficialismo que consideran que la inflación la generan los formadores de precios monopólicos, donde se confunden precios altos con alza de precios. “La concentración de la oferta puede explicar precios elevados, pero no precios en alza continua. Si la causa fuera la concentración económica, por qué en 2004 la inflación fue de un 4,4%. ¿Aumentó la concentración en los años posteriores? ¿Por qué países como Brasil, Uruguay o Chile, con niveles de concentración iguales o mayores que el de Argentina, tienen tasas de inflación notoriamente inferiores?”, continuó.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar