Nacido el 3 de enero de 1961 en Moscú, Vladimir Potanin se convirtió en uno de los oligarcas más ricos de Rusia. En 1995 el confidente del Kremlin adquirió una participación en Norilsk Nickel durante la privatización de empresas en su país, que se dio luego de la caída de Muro de Berlín, y actualmente posee poco más de un tercio de la empresa que tiene sede en Dudinka.
Amante de los yates, una característica de los oligarcas rusos, el llamado “rey del níquel”, aseguró hoy que Rusia podría retroceder a la era de los zares por culpa de Putin. Potanin criticó los planes para confiscar activos de empresas extranjeras que abandonan el país, como una suerte de venganza contra EEUU y Europa, y los comparó con la revolución bolchevique de 1917.
“Pediría un enfoque muy cauteloso sobre el tema de las confiscaciones de las empresas que han anunciado que se van de Rusia”, deslizó el empresario en un comunicado publicado por su compañía minera Nornickel en Telegram.
“Esto nos llevaría cien años atrás, al año 1917, y las consecuencias de tal paso serían la desconfianza global hacia Rusia por parte de los inversores, que se sentiría durante muchas décadas”, aseguró el presidente del gigante de los metales Norilsk Nickel (NILSY) y su mayor accionista.
Potanin predijo que las empresas occidentales regresarían y dijo que decidieron irse durante “una presión sin precedentes sobre ellas debido a la opinión pública en el extranjero”. “Personalmente, mantendría esta oportunidad para ellos”, aseveró.
Millones
El patrimonio neto del empresario de 61 años es de USD 17.400 millones, según datos de Forbes que se actualizan en tiempo real. En tanto que en el 2021, el patrimonio neto del multimillonario era de USD 27.000 millones.
Su figura aparece de manera regular en la parte superior de la lista de Forbes de las personas más ricas de Rusia. Es cercano al presidente ruso Vladimir Putin, con quien se lo ha visto jugar al hockey.
De acuerdo con dicho medio, en 1993 usó contactos gubernamentales para cofundar Onexim Bank, que controlaba gigantes industriales. Tiempo atrás, el magnate tenía participaciones en medios, seguros, agricultura, ingeniería y petróleo. Y hoy en día tiene participaciones en la farmacéutica rusa Petrovax Pharm y en la estación de esquí Rosa Khutor, cerca de Sochi.
Potanin controla sus acciones mediante Interros Limited que al 14 de octubre de 2021 poseía el 36% de las acciones de Norilsk Nickel, según la página web de la compañía. Un informe de dicha firma arrojó que “Norilsk Nickel es el mayor productor mundial de níquel de alta calidad”. Y además es uno de los principales productores de platino y cobre.
Potanin recaudó más de USD 4000 millones en dividendos de Norilsk Nickel; también ganó más de USD 2.000 millones vendiendo acciones en programas de recompra de empresas en 2008 y 2011; y obtuvo otros USD 2.000 millones vendiendo su participación en Rosbank a Societe Generale (a partir de 2006), informó Bloomberg. Y añadió: “De 2008 a 2011, pagó alrededor de USD 3,8 mil millones al multimillonario Mikhail Prokhorov para deshaga la sociedad comercial de la pareja”.
A Potanin se le atribuye la autoría del controvertido esquema de “préstamos por acciones” que ayudó a los rusos políticamente conectados -como él mismo- a ganar el control de las compañías estatales durante la privatización del país en la década de 1990.
Divorcio multimillonario
Luego de más de 30 años de matrimonio, Potanin se divorció de Natalia Potanina; a quien había conocido en los ‘70 cuando los dos eran estudiantes de bajos recursos: tanto, que vivieron varios años en el departamento de los padres de Natalia, según Vanity Fair.
“Los hijos de la pareja comenzaron a nacer al tiempo que la desmembración de la antigua Unión Soviética permitió otro alumbramiento: el de una generación de millonarios repentinos, todos hombres ‘hechos a sí mismos’, que supieron aprovechar las privatizaciones de las grandes empresas públicas. Entre esos hombres, estaba Vladimir, que literalmente se forró gracias a la industria del metal primero y a la construcción de instalaciones deportivas después”, destacó años atrás la versión española de la revista.
La ex esposa del oligarca ruso se divorció en el 2014 del presidente y mayor accionista de Norilsk Nickel. Y exigió a las autoridades chipriotas embargar todos los bienes de Potanin en Chipre. En aquel momento, cerca de unos 11.000 millones de euros estaban en juego.
Tras los procedimientos de divorcio rusos, Potanina aseguró que recibió cerca de USD 40 millones, en tanto que Potanin dijo que terminó con USD 84 millones.
No obstante, su ex esposa ahora realiza sus mayores esfuerzos para quedarse con el 50% del valor de su participación en MMC Norilsk Nickel PJSC, delineando la cantidad máxima en una audiencia judicial en Londres. “Esa cantidad podría superar los USD 7.000 millones, dado que Potanin posee alrededor de un tercio de las acciones de la productora de metales”, precisó The Economic Times en diciembre pasado.
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