El mundo se relajó. El petróleo, el oro y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, los principales refugios de los inversores en tiempos turbulentos, bajaron sus cotizaciones. Las Bolsas del planeta se fortalecieron y los bonos de países emergentes, también.
Esto alivió a los títulos de la deuda argentina que bajaron su riesgo país en 96 unidades (-5%) a 1.883 puntos básicos. El ETF (índices que reproducen in dices bursátiles, de materias primas y bonos) de emergentes subió 2,93% y el de Brasil, 2,71%.
También se acentuó el derrumbe de los dólares financieros por la avalancha de liquidación de los exportadores y la ausencia obligada de los importadores. En la plaza mayorista, donde se operaron USD 230 millones, el Banco Central solo pudo comprar USD 1 millón. El dólar aumentó 13 centavos, no alteró el ritmo devaluatorio, y cerró a $ 108,70. Las reservas bajaron USD 68 millones a 37.312 millones.
La debacle se dio en los dólares financieros ante el desaliento que hay por los bonos que se operan en este mercado. El AL30 hoy tiene una paridad de apenas 27,36% y rinde 31%. El GD30 está algo mejor con un precio de USD 30,12 y una tasa de retorno de 27,85%. Por eso el dólar MEP se desplomó poco más de $ 4 a $ 190 y el dólar contado con liquidación, $ 5,67 a $ 193. El costo del cable es irrisorio. Transformar un dólar MEP en contado con liquidación para girar divisas al exterior tiene un costo de 1,6%.
La proximidad del acuerdo con el FMI es más potente de lo que fueron las intervenciones de antaño en el mercado.
El único que alteró la calma cambiaria, fue el “blue”. Hay ahorristas pequeños y medianos que no creen que la caída de los dólares siga y se animaron a comprar más divisas. También influye que la venta de los que viajaron al exterior y deben cubrir la tarjeta de crédito, se está agotando y la demanda sigue firme.
El mundo empezó a sentirse más seguro cuando se dio a entender que la oferta de petróleo no iba a menguar a niveles dramáticos. La suma de Irak, de Venezuela, de los países árabes y un tibio compromiso de la OPEP de aumentar la producción fue suficiente para quitarle una buena dosis de estrés a los inversores del mundo. Claro que saben que los embargos no son absolutos y que Rusia hará lo mismo que hizo Irak cuando estuvo bloqueado, y triangulará parte de sus ventas. Por supuesto, el volumen no será el mismo, pero aliviará la escasez de oferta.
El crudo bajó en el mundo 4,36% a USD 123 por barril y su ETF perdió más de 11%. Como también cedió más de 7% el del GAS el XLE que combina ambos valores.
No demoraron los inversores en volcarse a las acciones que estaban más relegadas e hicieron subir a las Bolsas del mundo. El DAX de Alemania aumento 7,62%; Madrid, 4,82%; París, 7,13% y Londres, 3,25%. En Nueva York el Dow Jones subió 2%; el S&P 500, 2,57% y el Nasdaq, 3,59%. El movimiento contagió a la Argentina donde el S&P Merval, el índice de las líderes, subió 0,94% con negocios por $ 1.457 millones.
La otra novedad fue el llamado de la Secretaría de Finanzas para que los tenedores del Boncer 2022 (TX22) que vence el viernes de la semana próxima por alrededor de $ 2.000 millones, los canjeen por nuevos títulos indexados, pero a más largo plazo. Dio dos opciones, pero al inversor genuino no las convencen porque los plazos son muy largos. Por caso, la primera opción contempla canjear 20% de la tenencia de TX22 por títulos que vencen el próximo 16 de diciembre, pero 70% restante tienen que hacerlo por bonos que caducan en 2024 y 2026. La opción 2 contempla bonos que vencen en 2026 y 2028. Los únicos que pueden aceptar esta oferta son los inversores institucionales particularmente bancos y compañías de seguros y el resto se lo llevará la Anses o algún otro organismo estatal.
Para hoy no se espera una rueda tan positiva como la de ayer. Los índices overnight a futuro de las Bolsas de Nueva York están negativos, pero pueden cambiar durante el transcurso de la madrugada. Europa, en cambio, está positiva. El oro cotiza neutro y el petróleo con leves alzas de menos de 1%. Los minerales y las demás materias primas tienen oscilaciones cortas, lo que indica que hoy será un día donde primará la cautela. La Argentina puede aprovechar los beneficios que le dará el acuerdo a punto de firmarse con las acciones ligadas a los servicios públicos y los bonos atados a la inflación.
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